En el libro se nutre de versos inspirados en viajes, lecturas, plantas y animales así como del recuerdo de su esposo.
La poeta Ida Vitale presentó el jueves su nuevo libro Tiempo sin claves, un poemario en el que no faltan los versos inspirados en viajes, lecturas, plantas y animales, ni el dolor por la ausencia de su segundo esposo, Enrique Fierro, fallecido en 2016.
Ante una sala de aforo reducido pero donde no faltaron los aplausos y la escucha atenta, Vitale, que cumplirá 98 años el próximo 2 de noviembre, dedicó pocas palabras al poemario que ya circula en las librerías uruguayas: “Espero que no sea el último”.
UNA NUEVA OBRA
La multipremiada poeta, galardonada en 2018 con el Premio Cervantes, aprovechó la instancia para recitar algunos de los 61 poemas que componen el libro, publicado por Estuario Editora.
Tras la presentación, que tuvo lugar en el Museo Nacional de Artes Visuales, la poeta dijo estar “contenta” y en sintonía con la tranquilidad que nota en Uruguay.
Preguntada sobre sus sentimientos frente a la publicación del poemario, la respuesta, con su habitual toque humorístico, fue “póstuma”, aunque, aclaró, sí tiene esperanzas de llegar a escribir algo más en prosa, ya que, acotó, siempre la ha “tentado mucho” pero no tenía suficiente tiempo y ahora sí está “más tranquila”.
Además, la escritora, que también se desempeñó como profesora de literatura, crítica, ensayista y traductora, sostuvo que vivir sola la impulsa a mantenerse activa.
En tanto, comentó que no está segura de si viajará próximamente a España, país al que ha sido invitada junto a su hija, Amparo Rama, fruto de su primer matrimonio con el también poeta Ángel Rama.
En “Tiempo sin claves”, lanzado oficialmente en julio pero presentado en septiembre por las restricciones sanitarias que limitaron los eventos en Uruguay, abarca una diversidad de temas y referencias.
Así, alude a una visita que hizo a Islandia, sueña con un Franz Kafka extrañado en una playa nudista, homenajea al pintor boloñés Giorgio Morandi o plantea una “Nostalgia al Dodó”, el pájaro extinto que vio en la vitrina de un museo en su niñez.
Entre los poemas destacan además los ocho dedicados a su segundo esposo, el poeta y profesor Enrique Fierro (1941-2016), cuyo fallecimiento motivó su posterior regreso a Montevideo desde Austin (Estados Unidos), donde residía junto a él desde 1989.
“Una menos uno. Existir, duele; así y parecer completa”, expresa el comienzo del primero, donde la poeta le habla a su último compañero con amor y nostalgia.
BIOGRAFÍA
Ida Vitale nació el 2 de noviembre de 1923, en Montevideo, Uruguay.
Hija de Publio Tesio. Se crio en el seno de una familia culta y cosmopolita. Fue la cuarta generación de emigrantes italianos.
Cursó estudios de Humanidades. Ejerció como docente. Miembro del movimiento artístico denominado “Generación del 45” y representante de la poesía “esencialista”.
En 1950 contrajo matrimonio con el crítico literario Ángel Rama, tuvieron dos hijos, Amparo y Claudio. Su segundo marido fue el también poeta Enrique Fierro.
Colaboradora del semanario Marcha, y codirectora de la revista Clinamende. De 1962 a 1964 dirigió la página literaria del periódico Época.
En 1974, huyendo de la dictadura de su país, se exilió en México donde conoció a Octavio Paz, que la propuso como asesora de la revista Vuelta. También participó en la fundación del periódico Uno Más Uno. Además, tradujo libros para el Fondo de Cultura Económica.
En 1984, regresó a Uruguay donde dirigió la página cultural del semanario Jaque. Dos años después se instaló en Estados Unidos.
Entre sus obras destacan: La luz de esta memoria, Procura de lo imposible, Jardines imaginarios, De varia empresa, Un invierno equivocado, La luz de esta memoria y Reducción del infinito.
El 15 de noviembre de 2018, resultó ganadora del Premio Cervantes de Literatura, reconociéndola como “la creadora de uno de los lenguajes más destacados y reconocidos de la poesía”. Convirtiéndose en la quinta mujer en conseguir el galardón, junto a las españolas María Zambrano y Ana María Matute, la cubana Dulce María Loynaz y la mexicana Elena Poniatowska.
Premios y reconocimientos
Galardonada entre otros con el premio Premio Octavio Paz (2009), el Premio Alfonso Reyes (2014), el Premio Reina Sofía (2015), el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2016) y el Premio Max Jacob (2017).
Obras
La luz de esta memoria/ Palabra dada/ Cada uno en su noche/ Paso a paso/ Oidor andante/ Fieles/ Jardín de sílice/ Elegías en otoño/ Entresaca/ Sueños de la constancia/ Procura de lo imposible/ Serie del sinsonte/ Con Enrique Fierro/ Jardines imaginarios/ De varia empresa/ Un invierno equivocado/ La luz de esta memoria/ Reducción del infinito/ Trema/ Mella y criba/ Sobrevida/ Mínimas de aguanieve/ Poesía reunida