Profesor de música, edil de la lista 50 y presidente de la Comisión de Cultura de la Junta Departamental, Hugo Previale conversó con El Pueblo sobre política, artistas y el desafío de entender la cultura como un derecho.
¿El concepto de coalición republicana es una novedad para una cultura tan tradicionalista?
Sí, lo es. Fue la primera experiencia en Salto de unir partidos tradicionales y otros sectores bajo un mismo lema. La ciudadanía lo reconoció y nos dio el triunfo electoral.
¿Siempre se asocia a los artistas a la izquierda, sin embargo, hay muchos en la CR?
Sí, somos muchos, yo mismo soy músico, vengo de una familia de músicos y he trabajado en casi todos los liceos de Salto. La cultura no debería tener banderías políticas: hay que trabajar unidos para sacarla adelante.
¿Qué es la Comisión de Cultura, cómo funciona y en qué trabaja?
La Junta tiene 31 ediles y varias comisiones asesoras. La de Cultura está integrada por siete: cuatro de la CR y tres del Frente Amplio. Allí tratamos los temas culturales, discutimos, buscamos consensos y elevamos al plenario. Declaramos de interés departamental, por ejemplo, encuentros de coros y academias de danza.
Integrantes de la Comisión de Cultura
Ediles titulares: Hugo Previale – David Escobar – Heber Giménez – Jonnathan Aramburo – Manuela Mutti – Dardo González – Jorge de Souza.
Ediles suplentes: Karen Artave – Gabriela Silva – Luciana Gallino – Juan Martín Rinaldi – Camila Rodríguez – Danny Coelho – Omar Pierlet.
Nuestro compromiso es que todo lo que sea para beneficio de la cultura y de los artistas de Salto tenga respaldo unánime.
¿Por qué en Salto se valora más a la obra de arte que al ser humano artista?
No sé si es solo en Salto, creo que pasa en todo Uruguay, aunque acá se siente con más fuerza.
La historia de mi familia es parte de esto. Mis padres eran músicos argentinos que llegaron a Salto en 1959. Decidieron quedarse y mi padre vivió toda su vida de la música: primero con su orquesta y después con la docencia. Nunca tuvo un sueldo fijo, solo lo que cobraba mes a mes a sus alumnos.
Nos dio una vida de clase media, pero con esfuerzo y sin lujos. Eso me marcó profundamente: sé lo que significa vivir del arte sin respaldo ni políticas que lo sostengan.
El único reconocimiento que necesita un artista es el SALARIO; ¿por qué es tan difícil proponer una política pública que genere empleos?
Es un gran tema y no es fácil de resolver. Cada vez que se habla de empleo artístico, muchos lo reducen a que la Intendencia contrate y no debería ser solo eso. El caso de la banda municipal es ilustrativo: estaba reducida a seis músicos y ahora se llamó a concurso para volver a veinte.
Es positivo, pero el empleo artístico no puede limitarse a ese esquema. Hace falta generar eventos y actividades que contraten artistas tanto desde lo público como desde lo privado. La política pública debe apuntar a abrir mercado y dar continuidad, no a soluciones aisladas.
¿Cómo se conecta la Comisión de Cultura con aprovechar las oportunidades que se pierden?
Es un tema clave. Es un punto que vamos a plantear en la próxima reunión de la Comisión de Cultura con el coordinador de Cultura, Pablo Bonet.
Los Fondos de Incentivo Cultural son una herramienta enorme y es una pena que en Salto no se hayan presentado proyectos en años anteriores. Hay que aprovechar esas oportunidades y transformarlas en empleo real para los artistas.
¿Querés decir algo más para cerrar la entrevista? ¿Cómo te querés despedir?
Simplemente, agradecerte la oportunidad de hablar de estos temas. Ha sido un gusto y estoy siempre a la orden para hablar de arte y de la Comisión de Cultura.