Así como Bella Unión tiene desaparecidos durante el gobierno militar, también tiene sus desaparecidos en democracia. Hoy 5 de enero se esta cumpliendo un año más de la misteriosa desaparición del «gordo» Exequiel Dornelles, conocido también como «el gordo Carlitos». Había sido visto por última vez la noche del 5 de enero de 2000, víspera de Reyes, parado en la vereda de Avenida Artigas, esquina Saúl Facio. Nochecita de gran movimiento debido a las compras tradicionales de Melchor, Gaspar y Baltazar, por lo que algunos vecinos fueron testigos de verlo en esa esquina. Que paso después sigue siendo la gran interrogante. Su hermano Mario que le había dejado la comida pronta, vio pasar la madrugada y amanecer de Reyes y nada de aparecer su hermano, el gordo. Ambos vivían solos en la casa familiar de calle Aparicio Saravia casi Dr. Pedro Acosta desde hacía algunos años tras la muerte de la mamá. En la mañana del 6 de enero de 2000, este corresponsal recibía a Mario, quien nos expresaba que su hermano no aparecía por ningún lado. De ahí en más su hermano comenzó con la búsqueda tras efectuar la denuncia policial. Viajó como pudo, a dedo en algunos casos, en bicicleta en otros, a ciudades donde comentarios decían que lo habían visto al gordo. Nunca nada se concretó. Los días fueron pasando, los meses fueron trascurriendo, los almanaques fueron cayendo uno tras otro. Hoy se cumplen 17 años de esta más que misteriosa desaparición de Exequiel. Su hermano Mario tiene en el cementerio local los restos de la mamá, no así los de su hermano ya que nunca se determinó cual fue su final. No hay osamenta del gordo que permita a Mario depositar algunas flores. El gordo no es el único cañero desaparecido en plena democracia.