back to top
jueves, 13 de febrero de 2025
36 C
Salto

Hoy: poemas de Miguel Gallo

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/9j9f

Los poemas que hoy ocupan esta página pertenecen a Miguel Ángel Gallo, salteño nacido el 18 de diciembre de 1955. Funcionario postal durante muchos años, se jubiló del Correo de Salto en el año 2019. Ha obtenido distinciones en varios concursos literarios, entre los que se destaca algunos organizados por Diario EL PUEBLO.CULTURA M.GALLO

Soñar un sueño

I
Anoche soñaba un sueño
en el cual tú te encontrabas
en dicho sueño me amabas
despertando mi pasión
sonaba como campanas
el latir del corazón.

- espacio publicitario -
Liliana Castro Automóviles

II
Tu rostro sutil, difuso
muy lentamente emergía
haciendo la noche, día
con un dejo de nobleza
tu cuerpo tan armonioso
y radiante de belleza.

III
El viento sopló de pronto
y comenzaste a correr
yo no te puedo creer
sonó como en un lamento
no me vuelvas a soñar
te juro, cómo lo siento.

IV
Desperté muy angustiado
con la ilusión destrozada
preguntándole a mi almohada
cuál sería aquella razón
de ponerle un gran candado
al sentir del corazón.

 

Golondrinas

I
Bandadas de golondrinas
que año a año nos visitan
sin pensar si las invitan
aparecen en el cielo
con su línea inconfundible
nos deleitan con su vuelo.

II
La llegada de estas aves
ya nos anuncian verano
y tomados de la mano
vemos formar sus figuras
elegantes, misteriosas
con su gracia, su dulzura.

III
Llegan raudas y veloces
en un vuelo peregrino
desafiando mil caminos
vuelan, vuelan sin cesar
me pregunto qué misterio
las hace hasta aquí llegar.

IV
Al atardecer se juntan
comienza el revoloteo
pensativo yo las veo
la luna blanca de fondo
de golpe desaparecen
con su aire muy orondo.

 

Amistad

I
La amistad es un tesoro
que bien se debe guardar
tiene más valor que el oro
su llave difícil dar.

II
La amistad tiene ese efecto
el de brindarse, el de dar
donde regalas afecto
el hombro donde apoyar.

III
Es la mano que se extiende
cuando más la precisas
es la llama que se enciende
cuando hay oscuridad.

IV
Es aquella voz de aliento
el abrazo generoso
una bocanada de viento
y la franqueza en los ojos.

V
Compartir gratos momentos
la angustia de una tristeza
tal vez sea algún lamento
también darle fortaleza.

VI
Si al leer estas palabras
estás de acuerdo conmigo
quizás mi corazón abra
y podré llamarte amigo.

 

Solos

I
Me desperté en la mañana
cuando el alba se filtraba
y el reflejo en la ventana
me dijo que ya no estabas.

II
En el hueco de la almohada
dejaste tu huella fresca
y mientras eras amada
ardíamos como yesca.

III
En mi casa y en mi lecho
buscas refugio y placer
con una angustia en el pecho
que no puedes contener.

IV
Luego de estar en mis brazos
vuelves de nuevo a tu hogar
tu perfume como lazos
en el aire veo flotar.
Y me queda tu recuerdo

que se afianza sin cesar
seré loco o seré cuerdo
por querer tratar de amar.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/9j9f