En la última sesión de la Junta Departamental de Salto, la edila Luciana Gallino rindió homenaje a Don Ramón Vinci al cumplirse 115 años de su nacimiento. En su exposición, la legisladora departamental repasó la extensa trayectoria social, política y humana de Vinci, destacando su compromiso con los sectores más vulnerables y su legado aún vigente en el departamento.
“Corresponde rendir homenaje a una figura ejemplar del departamento de Salto cuyo legado social, político y humano permanece vigente y merece ser recordado”, expresó Gallino al iniciar su intervención. Subrayó que Ramón Vinci, nacido en Salto y “hijo de un zapatero inmigrante”, vivió desde muy joven las carencias de la época, lo que no lo alejó del compromiso social, sino que lo impulsó a luchar incansablemente por los más humildes.
Recordó que en los años 30 fue maestro rural en Arapey, educando a niños de muy bajos recursos. Más adelante, como administrador del Hospital de Salto, gestionó importantes avances: incorporó tecnologías médicas modernas e impulsó los vuelos sanitarios, fundamentales para salvar vidas en zonas rurales del departamento. También lideró la recuperación de las ruinas del viejo Lazareto, lo que permitió que en 1995 se inaugurara el primer hogar de ancianos del interior del país.
Gallino resaltó el papel clave que tuvo su emisora radial durante las inundaciones de 1959, convirtiéndose en canal directo entre la comunidad y la ayuda solidaria. Desde Radio Cultural, “concebida como un medio plural, democrático y al servicio del pueblo”, trabajó intensamente por la comunidad.
La edila también repasó su gestión política, especialmente durante el período en que integró el Concejo Departamental junto al arquitecto Barbieri. Apoyó el desarrollo del deporte, incluso con recursos personales, como en la compra del autódromo para el Salto Automóvil Club. Logró que Salto fuera sede del Campeonato Mundial de Básquetbol y lideró, junto a los pueblos del litoral, la histórica movilización que logró el compromiso del Estado con las obras de la represa de Salto Grande.
Vinci tuvo una visión de desarrollo integral: promovió el turismo construyendo moteles, piscinas termales y caminos en Termas del Arapey, y gestionó la donación del predio donde actualmente se encuentran las Termas del Daymán. Fue impulsor del único servicio municipal de transporte colectivo del país, con una flota moderna pensada para los sectores más vulnerables. También promovió la producción local mediante la creación de una planta pasteurizadora de leche, y organizó la primera Fiesta de la Citricultura, que incluso llevó a Montevideo para mostrar el trabajo de los salteños.
Desde la cultura, impulsó festivales musicales y la creación de la primera biblioteca municipal. Incorporó maquinaria para mejorar la caminería rural, construyó viviendas sociales y siempre mantuvo abiertas las puertas de su despacho para atender a cada vecino.
Durante la dictadura, Vinci se negó a ocupar cargos y lideró la oposición democrática en Salto. Fue una figura clave durante el plebiscito de 1980 y organizador de marchas multitudinarias en favor del retorno de la democracia. En sus últimos años integró el Directorio del Banco de Seguros del Estado, donde continuó cumpliendo funciones con compromiso a pesar de las limitaciones físicas que enfrentaba.
La edila destacó especialmente que Don Ramón Vinci “ingresó con bienes a la política y se retiró sin ellos, pero con el respeto de todo un pueblo, que lo llamó con afecto y gratitud, simplemente Don Ramón”.
En reconocimiento a su trayectoria, Gallino propuso que el espacio público ubicado en la Costanera Sur, en la intersección de Tomás Berreta y Marosa Di Giorgio, lindero al padrón número 10.089, sea designado como “Plazoleta Don Ramón J. Vinci”.