Un equipo estadounidense del History Channel, junto con productores argentinos y asistentes locales, se encuentra desde hace algunos días en Uruguay filmando escenas para la nueva temporada de Hunting Hitler (conocida en español como Persiguiendo a Hitler), una «cacería» que lleva 72 años y que ha tenido revelaciones sorprendentes en esta producción televisiva internacional.
El equipo de realizadores grabó en Rocha y estuvo el viernes en Colonia, dos de los departamentos en los que ocurrieron hechos vinculados al nazismo.
La versión histórica oficial dice que ante el inminente derrumbe del Tercer Reich en la Segunda Guerra Mundial, Adolf Hitler se suicidó en su búnker el 30 de abril de 1945 y su cadáver fue incinerado. Sin embargo, nunca se halló el cuerpo, ni tampoco evidencia fehaciente de que haya muerto en esa fecha. En algún momento se manejó un fragmento de cráneo con un supuesto orificio de bala como perteneciente al führer, pero luego se comprobó que el resto óseo ni siquiera pertenecía a un hombre.
Desde el comienzo surgieron versiones que sostienen que cuando Berlín cayó en manos de las tropas soviéticas, Hitler escapó —primero en avión y luego en submarino— y se dirigió a algún lugar del planeta en el que continuó su vida bajo una identidad falsa. Argentina sería ese lugar, un paraíso que con la anuencia cómplice del peronismo dio cabida a decenas de criminales de guerra nazis. Esta hipótesis es la que se investiga en estos documentales que han sido devorados por espectadores del History Channel y que también pueden ser encontrados en internet.
Las huellas de la Alemania nazi en Uruguay no se agotan en la batalla del Graf Spee o la boda de Joseph Mengele en Nueva Helvecia, Colonia.
Uno de los hechos que llamó la atención del equipo del History Channel fue el amerizaje de emergencia que debió hacer el 31 de octubre de 1945 en la Laguna de Rocha el hidroavión francés Lionel de Marmier, debido a la pérdida de uno de sus seis motores.
Tesoro nazi
El imponente hidroavión, conocido en su época como el «Titanic del aire», trasladaba de incógnito, entre una delegación de diplomáticos aliados, a ex funcionarios nazis y lingotes de oro con destino a los lagos del sur de Argentina, según confirmó en 2015 a El País el hijo de uno de los rescatistas, José Aldunate.
El padre de Aldunate administraba una estancia ubicada en las cercanías de la Laguna de Rocha. Luego que acuatizó el aparato, ayudó a llevar a tierra a algunos de los 46 pasajeros que iban a bordo. Uno de ellos era el poeta y diplomático brasileño Vinicius de Moraes, quien entonces tenía 32 años.
También viajaban el ministro adjunto de Uruguay en Washington, Ramón Píriz Coelho, su esposa boliviana Ballón de Píriz, y el hijo de ambos, Ramiro, de 10 años (el único niño a bordo), quien décadas después fue embajador en Egipto.
Dos semanas más tarde, tras cambiar de lugar un motor y quitar otro para equilibrar las alas, el hidroavión voló a Montevideo y luego continuó su ruta hacia Buenos Aires.
Pero antes de reanudar el viaje, el comandante del avión, André Chatel, le entregó al padre de José Aldunate un tubo que contenía un chaleco salvavidas fabricado en Alemania con la mejor tecnología de la época. La pieza tenía un tubo de oxígeno insertado en los pliegues, y una boquilla para aspirar oxígeno. En el acople, ubicado al lado de la llave de salida del oxígeno, se aprecia claramente tallada en el hierro la cruz esvástica.
Bandera oculta
Según supo El País, el equipo del History Channel llegó a Uruguay con intenciones de filmar en Nueva Helvecia todo lo relacionado con el casamiento de Mengele y otras historias y asuntos relacionados con el ambiente nazi de la ciudad.
Uno de los objetivos es la plaza principal y el monumento El Surco, debajo del cual se dice que habrían enterrado una gran bandera nazi que se izaba durante la Segunda Guerra Mundial en el Centro Helvético (ubicado enfrente, también sobre la plaza) cada vez que Hitler invadía un país. Dice una leyenda muy persistente (aunque imposible de comprobar) que antes de inaugurar el monumento (inmediatamente de terminada la guerra), algunos filonazis enterraron, en algún lugar del terreno con pasto que rodea al monumento, este pabellón en un contenedor hermético, para ser desenterrado en un futuro, cuando el nazismo resurgiera victorioso en un Cuarto Reich.
Uno de los expertos que asesoró en estas búsquedas para el programa de TV fue el periodista uruguayo Héctor Amuedo, quien posee valiosos documentos sobre la época del nazismo y ha investigado todo lo concerniente a la presencia del «ángel de la muerte», Joseph Mengele, en Sudamérica. Contactado por El País, Amuedo confirmó que participó en Argentina de la grabación de uno de los programas de la serie, aunque se excusó de hacer comentarios o declaraciones por haber firmado un acuerdo de confidencialidad con el History Channel.
Otro de los objetivos del equipo televisivo es la represa de Rincón del Bonete. Les interesa porque fue comenzada a construir por los alemanes (por la empresa Siemens), aunque la terminó, luego de la guerra, la General Electric norteamericana.
History Channel busca las huellas de Hitler en Uruguay
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