La Historia de Jimmy Boom y Su Emblemático Kiosco en Salto
Hoy, nos adentramos en la vida de Luis Paiva, o como todos lo conocen, «Jimmy Boom», un emprendedor cuya historia está estrechamente ligada a su popular kiosco en Salto. Luis nos cuenta cómo su apodo se debe a un boxeador que admiraba durante su juventud, «Jimmy Jam,» y cómo el «boom» hace referencia a la «explosión» de popularidad que logró su kiosco con el tiempo.
Un Kiosco Nacido en Tiempos de Crisis
Luis recuerda el origen de su negocio en 2001, en un contexto difícil: «El kiosco empezó en una etapa difícil del país porque fue en el año 2001, durante la crisis. La idea surgió cuando el dueño del kiosco que solía frecuentar en Salto me ofreció comprarlo.» Con el apoyo de sus tíos, Jimmy decidió abrir el negocio, que ahora lleva 23 años en funcionamiento.
Un Lugar de Encuentro y Aprendizaje
Desde sus inicios, el kiosco ha sido mucho más que un simple punto de venta; para Jimmy, ha sido una fuente de experiencias y conexiones. «He tenido visitas de políticos, periodistas y deportistas. El kiosco es un lugar donde siempre se aprende mucho,» relata. Este trato personal ha convertido al kiosco en un punto de referencia, donde los clientes no solo compran, sino también comparten sus historias.
Luis recuerda con cariño anécdotas de generosidad y confianza, como el caso de un cliente desconocido que le pidió $500 para una orden médica y días después regresó para devolverle el dinero con un agradecimiento en Facebook. «A través de este trabajo uno va haciendo gente conocida, como los cuida motos y otras personas que ya no están más,» reflexiona Jimmy.
El Secreto de un Buen Servicio
Luis destaca la importancia de la actitud en su trabajo diario: «Hay que estar siempre positivos para atender a la gente, porque la gente no tiene la culpa de que le pasen cosas a uno.» En su jornada, que comienza a las 6 de la mañana para atender a quienes pasan temprano por el centro médico cercano, Jimmy se asegura de que cada cliente se lleve «la mejor versión de uno y del lugar para que vuelva.»
Una Vida Ligada al Servicio Comunitario
Para Jimmy, la satisfacción de su trabajo radica en la conexión con la comunidad y la felicidad que encuentra en su labor. «Sí, soy muy feliz. Me gusta hacerlo, porque si a alguien no le gusta lo que hace, es más difícil,» afirma. Su kiosco abre de lunes a viernes, y los fines de semana ajusta el horario para mantener la cercanía con sus clientes habituales.
Agradecimientos a Una Clientela Leal
Luis cierra su relato con un mensaje de agradecimiento: «Quiero agradecerles mucho, a los que me conocen y los que no. Este lugar es emblemático en esta calle, y estamos a las órdenes para cuando la gente quiera acercarse.» La relación entre Jimmy Boom y sus clientes refleja su compromiso con la comunidad y su deseo de continuar siendo un referente en Salto.