El protagonista de la historia de vida de hoy es Jorge Buslón, quien es director del liceo número 5 «Arq. Armando I. Barbieri», ubicado en calle Brasil y Osimani.
¿Cómo fueron sus primeros años como docente?
«Comencé trabajando como docente en el liceo 4, básicamente hacíamos suplencias y teníamos pocas horas, después trabajé en el liceo 2 y en el 3 algunas horas, luego tomé unas horas más y estuve como 12 años en el liceo 4 Horacio Quiroga.»
¿Qué lo motivo a dar un paso hacia la dirección de un liceo?
«En realidad el tema de la gestión siempre me gustó, yo te adelanto que estaba trabajando como coordinador en una experiencia increíble en la que era profesor. Te comento, yo trabajaba en secundaria, después, simultáneamente, ingresé también a utu y a través de utu me presenté a un llamado para coordinador de una experiencia única, de un ciclo básico único que se hizo en el barrio don Atilio, donde formaba parte utu, que ponía el coordinador, en este caso era yo, que me había presentado para eso y los talleres, y después primaria con una maestra, secundaria con profesores, a partir de ahí comencé con una gestión que era nueva para mi, fue una experiencia muy rica, muy valiosa que después termina siendo el centro juvenil, ahí me empezó a gustar la gestión.»
«En el año 99 concursé y terminé siendo sub director acá del nocturno, el director fue Miguel Curcho y Eduardo Biassini el otro sub director.»
¿Cuáles han sido los mayores desafíos en su carrera?
«Yo creo que los mayores desafíos de uno son siempre tratar de estar a la altura, en mi caso he ido cambiando de instituciones, primero estuve como sub director acá, en el liceo 5, desde el 99 hasta el 2005, en el 2005 arranqué como director en el liceo 6, después fui al liceo 3 y ahora, ya terminando la carrera, volví al liceo en el que comencé.»
«El desafío está en siempre estar actualizado, siempre estar estudiando, porque los gurises son aggiornados a la nueva realidad de la sociedad, la cual cambia vertiginosamente, y los liceos debemos estar, en ese sentido, no solamente en el contexto curricular, sino también que la realidad del liceo ha cambiado desde el 99 hasta esta fecha, ha cambiado radicalmente en los modos, en los gustos.»