El protagonista de la historia de vida de hoy es Gonzalo Silvestri, quien trabaja en el Hospital Salto.
Estoy trabajando hace muchos años acá en el hospital, empecé con 21 años, era muy chico, tenía cero experiencia, no sabía qué iba a hacer. Entonces, mi tía, que trabajó toda la vida acá y se jubiló, me dio la idea de entrar como honorario, trabajar sin sueldo para poder obtener experiencia laboral.
Gonzalo Silvestri
Silvestri mencionaba: «Había terminado el liceo y estaba viendo qué iba a hacer, había estudiado computación, pero no tenía definido para dónde iba a agarrar. Mi tía me sugirió comenzar acá en el hospital como honorario, y fue todo un descubrimiento porque no tenía idea de lo que era el trabajo. Empecé entregando historias, se llenaba de gente, lo que fue impresionante para mí, que era muy chico y no tenía nada de experiencia. Empezaron a pasar los años y no conseguía que me contrataran. Estuve cuatro años como honorario, sin un peso en el bolsillo, luego me pasaron a la comisión de apoyo y me tiraban unos pesos como para ir llevándola. Después hubo un cambio de gobierno, y ahí se negoció con el gremio de acá, que era otro en ese entonces. Se negoció pasar la comisión de apoyo a Montevideo, que nos pagaba unos pesos y unos tickets. En ese momento era soltero, vivía con mis padres».
«Cuando estaba de honorario pensé muchas veces en irme porque estaba cansado, sin ganar un sueldo. Mi madre me decía: ‘quedate, quedate que es un buen empleo, vos tenés capacidad para hacerlo’. Entonces, me aguanté. Junto a un montón de compañeros que entraron conmigo, porque no fui solo yo trabajando gratis, nos regularizaron, hasta que llegó un día que nos presupuestaron, pero en ese lapso pasaron casi 10 años. Nos presupuestaron en el 2018».
Me gusta hablar con la gente. Yo hablo muy rápido, o quizás hablo así medio fuerte, pero soy así. En 27 años nunca tuve un altercado con nadie. A veces no hay números, pero la gente entiende
Al ser consultado sobre las múltiples experiencias vividas durante sus años de trabajo, nos comentaba: «Lo que pasa es que acá hay varios niveles de usuario. Conocés a un montón de gente, la gente me conoce a mí desde hace muchos años. Todo el mundo me saluda, me paran en el supermercado y me preguntan cuándo hay fecha para tal cosa. Tengo ese contacto con la gente, que se generó de esa manera».
«Son muchas personas. Trato de solucionarle el problema a casi todo el mundo; al que se pueda solucionar, se va a solucionar de alguna forma, en el corto o largo plazo, pero se va a solucionar. Eso me queda. A veces quisiera solucionarlo ya y no puedo, eso me queda».
«Mucha gente: personas oncológicas, niños, ancianos. Yo tengo ese trato con ellos. Ahora que se está coordinando por WhatsApp, eso antes no existía. Yo lo implementé durante la pandemia y anduvo espectacular. Entonces, los ancianos me mandan audios, son increíbles».
Al preguntarle si fue muy difícil trabajar durante la pandemia, Gonzalo nos decía: «En la pandemia yo trabajé solo acá, y al principio no se coordinaba nada porque estaba todo el tema del aislamiento. Después, de a poquito, se comenzó a coordinar, empezaron a agregar cosas y ahí surgió esto que yo implementé. Lo hablé con la dirección y me dijeron que sí, que estaba buena la idea. Eso se fue desarrollando cada vez más y más, y hoy se coordina un 90 % por WhatsApp. Ya no se coordina casi nada por ventanilla, casi todo es por esa aplicación. Esto le ha dado al hospital cierta autonomía, para que el usuario no tenga que venir, que puedan sacar números desde la casa o desde donde estén, o gente de afuera que se comunica conmigo por WhatsApp, que es mucho más rápido».
Son muchos años. Mi trato con la gente se generó, se creó desde que yo empecé acá
Al consultarle si hay gente que también se enoja con él, nos respondía: «Hay de todo. Me preguntan por qué no hay número, y vos le explicás que no hay de verdad, hay mucha demanda y pocos recursos. Yo entiendo que la gente tenga necesidad y es real, y a veces me voy con eso, a veces te supera».
«Hay muchos usuarios, y esto ha quedado chico. El hospital atiende una cantidad impresionante de gente. Yo, por día, atiendo a 300 personas por WhatsApp fácil. Y los días de coordinación, que damos número para ciertas cosas, se da más por WhatsApp, y a veces los recursos no son tantos».
¿Qué le dirías a esa gente que va al hospital, que conversa con vos y que ya también siente cierto afecto hacia vos? «Que a veces entiendan que no es que no se quiere, es que no se puede. A veces uno quisiera solucionarles ya los problemas y no hay recursos. Que tengan un poco más de paciencia. Con la gente yo tengo un espectacular entendimiento, muy pocas veces se han enojado conmigo».
«Me gusta hablar con la gente. Yo hablo muy rápido, o quizás hablo así medio fuerte, pero soy así. En 27 años nunca tuve un altercado con nadie. A veces no hay números, pero la gente entiende».
«Algunos me dicen ‘Gonzalito’, ¡con 47 años!«, nos decía Gonzalo entre risas.
