Y hasta parece una mentira, pero es una cruda verdad. Se nos marcho el CHECHO Goncalves. Liviano de equipaje, con la maleta llena de cosas buenas, de sentimientos, de vivencias inolvidables. Hace un par de años, se nos había marchado el Semilla, hace 11 días también partió su esposa, y fueron muchas cosas juntas, que ese corazón de guerrero no soportó.

AMIGO DE AMIGOS. De esos que siempre están, que jamás te fallan. Una vida solidaria dedicada a los demás. Una vida comprometida con el sector agropecuario. En una Jornada, en un remate, en una Asamblea, en una muestra. El primero que llegaba. En la Corriedale era un referente. De los tiempos de los Stirling, de los Echerreria, de los Capurro, de los Garcia Pintos, de los Gambetta. Con él compartimos muchas jornadas, viajes, Congresos y muchos asados. Siempre preocupado porque te sintieras bien, siempre preguntan-do si no te faltaba nada. Aprendimos a quererte Checho, porque eras ese tipo de personas, desprendido de cual-quier interés personal. Un verdadero consejero, un gran AMIGO. Cuanto nos enseñaste, cuanto aprendimos con tus charlas y consejos. Seguramente ya estás en el mejor lugar del cielo, aquel que Dios sólo reserva para la gente buena. Algún Corriedale y un buen pampa te estarán rodeando. Hasta siempre querido AMIGO. No te olvidare-mos nunca.