Días pasados los esposos Carlos Invernizzi y Beatriz Cardozo ofrecieron una hermosa reunión social agasajando a su hija Alfonsina al cumplir quince años.
Llegó al salón pasadas las 23:30 hs. fue recibida por una cuerda de tambores mientras iluminaba la noche salteña un show de fuegos artificiales, acompañaban las antorchas encendidas que marcaban el camino.
Realzó su juventud con modelo de baile realizado en gasa blanco, la parte superior solero de breteles al cuello finamente bordado en canutillos y lentejuelas nacaradas, falda amplia y vaporosa compuesta por varias capas de tul, al llegar se abrigó con bolerito de plumetí y en sus cabellos semi recogidos lució tiara de strass. Le acompañaban sus dos hermanos Ismael y Sebastián y sus sobrinos Thiago y Genaro.
Fue recibida por sus padres y todos los invitados de pie con un cerrado aplauso, inmediatamente inundaron la sala las notas de un vals ingresando con su papá hasta el centro de la pista de baile iniciando la danza, luego cambió parejas por varios minutos con familiares y amistades, posteriormente ritmos de moda anunciaban el baile que se extendió con mucha alegría hasta el amanecer, al llegar una conocida batucada se procedió al reparto del colorido cotillón, haciendo del momento un verdadero carnaval de invierno.
Los invitados admiraron la fina decoración del local lograda uniendo cantidad de globos blancos y verde suave unidos al rústico de las cañas de bambú, sobre la pista de baile se sumaban globos espejados y telas formando ondas en los colores elegidos, en diferentes sitios habían soportes con arreglos florales de felpillas y calas artesanales unidos a destacado follaje, uno similar pero de menor tamaño eran los que decoraban los centros de mesas.
Se compartió exquisito lunch y cena durante los cuales sobre una pantalla se pasaban secuencias de fotos y videos de Alfonsina desde sus primeros días hasta la actualidad, luego su hermana Paulina hizo una reseña de la historia familiar, donde tuvo un recuerdo especial para los abuelos.
Llegado el momento del brindis y de formular votos de felicidad eterna hacia la quinceañera tomó relevancia la mesa principal donde estaba la torta de cumpleaños de dos pisos separados por columnas bañado de fondant blanco y decorada con detalles de pequeñas florcitas, en el piso superior lucía ramillete de felpillas blancas, acompañaban las quince velitas del centro de la felicidad elaborado con cañas de bambú recortadas teniendo como base una pieza en espiral. Entre las elegantes de la noche recordamos a su mamá, lució modelo de fiesta color cobre, corsage de escote espejo y bordado con pailletes al tono, falda larga de suave movimiento, su hermana vistió modelo de gasa color azul piedra sobre transparencia de satén, de corte imperio con el bustier drapeado y destacado con broche de strass, falda con movimiento compuesta por varias capas superpuestas.
Recibió esta jovencita múltiples y finos obsequios, siendo estos otro motivo de alegría. Para acompañarlos llegaron familiares de Montevideo y San José.
