Para el empresario Enrico Forti, el caso de su hijo Patricio que con 18 años recién cumplidos está jugando en Peñarol de Montevideo desde hace un año, el hecho de que el joven se haya ido era una decisión que tarde o temprano el chico iba a adoptarla por sí solo. «La decisión la tomó él, lo que hicimos nosotros fue darle el sí y tratar de que esté lo mejor posible en Montevideo dentro de las posibilidades que nosotros como padres podemos darle. Ubicarlo en un buen lugar para que tenga comodidades para vivir y para estudiar. Porque con respecto a la decisión tarde o temprano los gurises se terminan yendo por los estudios. En este caso pasó que se fue a una edad más temprana de lo normal y yo creo que es una muy buena cosa para los gurises por la experiencia que viven», comentó Forti.
Dijo que en el caso de su hijo Patricio, que con 17 años de edad se fue a jugar a las divisiones inferiores de Peñarol de Montevideo, éste pasa por un momento «brillante» no solo por el aspecto «deportivo» sino además por «la experiencia de vida».
Cuando su hijo vino a decirle que se iba, Forti confiesa que él «ya lo tenía asumido porque mi hijo siempre tuvo muy claro que el día en que pudiera irse se iría. Nosotros simplemente lo que hicimos fue esperar a que ocurriera. Sobre todo para asociar esta etapa con el estudio. Él en este momento está recursando dos materias que le quedaron de sexto de liceo y después va a seguir la Universidad», señala el padre marcando el camino que seguirá su hijo.
Esgrime que «tienen claro» que en el fútbol «los iluminados son muy poquitos». Por esa razón pensaron que él «no puede tomarse el fútbol como su futuro y no hacer más nada. Él está probando en el fútbol, le va medianamente bien y por ahí tiene suerte y es su carrera, porque considero que es una carrera como cualquier otra. Entonces hay que apoyarlos a los gurises para que si se puede, que hagan lo que les gusta, siempre y cuando se lo tomen en serio. Porque va mucho en la responsabilidad de cada adolescente», destacó Forti.
Señaló que el hecho de que su hijo esté en Montevideo facilita de alguna manera el mantener ese acercamiento de ellos como padres con su hijo.
«Yo voy seguido a Montevideo y ahora con el precio de las llamadas también hablamos dos veces por día para estar al tanto de como va todo. Aunque ahora hace un mes que no nos vemos. Y como él es responsable en lo que hace, pudiendo haberse venido ya a pasar el fin de semana a Salto con el comienzo de la Semana Santa, él decidió no perderse ninguna práctica y quedarse hasta el jueves en Montevideo. Entonces más cuenta me doy de que tengo que apoyarlo en todo lo que hace», sostuvo Forti.
