
El carguero Spiridon II, se ha convertido en el centro de una crisis sanitaria, diplomática y comercial que involucra a 2.901 vacas uruguayas. Tras casi un mes sin poder descargar en Turquía, el barco regresa a Uruguay mientras se busca redireccionar el destino final de los animales.
Rechazo en Turquía
Según la información que trascendió en la prensa internacional, el 21 de octubre, el puerto turco de Bandirma rechazó el desembarco del ganado alegando serias irregularidades: 469 vacas sin certificación sanitaria válida, 146 microchips ilegibles y 58 animales muertos durante la travesía inicial.
El barco emprendió el regreso hacia Uruguay con la cantidad necesaria de alimento para cubrir todo el trayecto según lo expresado .
La postura del Gobierno: “Uruguay cumplió; esto es un conflicto privado”
Frente a la creciente preocupación pública, el ministro de Ganadería, Alfredo Fratti, enfatizó que el Estado uruguayo no tiene responsabilidad en el conflicto, y que todo responde a un desacuerdo entre el exportador y el importador.
“Este es un problema exclusivamente de los privados. No hay un problema de certificación del Ministerio. Lamentablemente hay animales en el medio y por eso estamos preocupados.”
Fratti afirmó que Uruguay cumplió con todo lo que le corresponde: identificación, cuarentenario y certificación sanitaria de los animales.
Sin embargo, aclaró que si el barco termina en un puerto que no fue autorizado en la documentación original, eso ya “escapa totalmente al Estado”.
Bienestar animal
A pesar del creciente número de muertes a bordo, Fratti recordó que en los viajes de exportación en pie existe una merma habitual de entre 1% y 1,5%, lo cual no implica necesariamente una falla sanitaria.
“Si tienen agua y comida, no tendría porqué haber sufrimiento animal más allá de lo que normalmente ocurre en cualquier buque de exportación.”
¿Habrá investigación en Uruguay?
Fratti admitió que, una vez resuelta la situación y definido el destino del ganado, se podría iniciar un procedimiento administrativo para determinar si hubo incumplimientos por parte de actores privados.
“Tenemos que cuidar nuestros mercados y el prestigio del país. Si corresponde sancionar a algún privado que no cumplió, se hará.”
Sin embargo, subrayó que el gobierno no abrirá nuevos mercados ni intervendrá comercialmente para resolver este caso puntual: “Los gobiernos no hacen negocios. Eso lo tienen que resolver los privados.”









