Para el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Ignacio Alonso, “Cuando se confirmó la candidatura de Marruecos, la perspectiva pasó a ser negativa”. No había chances de un “verticalazo” del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, apelando a argumentos históricos y hasta afectivos. “Después del FIFAgate, la fijación de las sedes de los mundiales es materia del congreso y Europa estaba muy firme con llevarlo al congreso e ir a los votos”, explicó. Al bajarse la candidatura sudamericana, ya se resolvió la sede en el Bureau de la FIFA, que estableció que el partido inaugural será en Montevideo, más allá de que “habrá tres ceremonias de apertura”, según contó Alonso. Habrá toda una previa en Montevideo, que en 1930 fue la ciudad sede del primer Mundial. Habrá una serie de actividades que, durante 30 días, homenajeará los 100 años de la primera Copa del Mundo”, agregó el presidente de la AUF.
