Se dirá que se trata de un apunte sin consistencia. O que no hay porqué relacionar un hecho doméstico con lo sucedido el miércoles a la noche en la tierra imperial, cuando se enfrentaron Uruguay y Colombia por semifinales de la Copa América.
Luego del partido, la salvaje actitud de algunos colombianos (¿cuántos?), embistiendo a familiares directos de futbolistas celestes. No importó que se tratara de mujeres o niños: los delincuentes no preguntan: ACTÚAN.
Pero además y a manera de asombro, no hubo separación de hinchadas. Todos peligrosamente mezclados y sin mecanismos de precaución.
Es del caso reconocer esos pistolazos contra la esencia del deporte, cuando en pocos días más se inicia el Campeonato Salteño de Fútbol y con el imperativo que defienden los neutrales, ADMITIENDO LA SEGURIDAD QUE A VARIOS NIVELES SUPONE EL PARQUE DICKINSON.
Porque los aficionados pueden separarse, porque tras un partido se evita el desmadre, determinando que primero una hinchada abandone el recinto y después la otra, etc.
LA EXISTENCIA Y LOS AMPAROS
Cuándo en la Liga las cuestiones vinculadas a la seguridad no faltan y se transforman en moneda en circulación, ES PORQUE SE PRETENDE AMPARAR EL VALOR DE LA VIDA MISMA, evitando que la violencia gane espacios y marque la cancha.
Tantas veces que se apunta en nuestro medio que determinados partidos DEBEN JUGARSE en el Dickinson, no implica la prioridad de lo económico. Implica LA DEFENSA DE LA VIDA, así de simple y así de concreto.
No se trata de caer en excesos de exposición. Porque a veces solo se trata de una chispa, para que la locura estalle.
Esta foto, es una síntesis de lo sucedido en Estados Unidos, luego de un partido de fútbol: ¿Y la seguridad? ¿Y los protocolos para evitar la acción de los guapos extasiados de alcohol y droga?
No está demás que valoremos lo nuestro. Esto que somos. Y esto que es necesario sostener sin vericuetos argumentales.
El único argumento es la defensa de esa vida. No está mal que vaya constando. Desde ahora también. Y para que el mañana….no deje de clarear.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
