Entre cohetes y lucecitas de colores llega una época de excesos, melancolía y la esperanza de paz y amor
Se acerca Navidad, con religión o sin religión, la mayoría de nosotros consideramos esta fecha como el día de la familia, buscamos estar reunidos con los seres queridos, padre, madre, hermanos, amigos…
La familia tiene muchas funciones, entre ellas sostener a sus integrantes, cobijar, «apachuchar»,
Pero, seamos realistas, no siempre pasa, por eso hay tanta gente con sentimientos de soledad, de desvalorización, de desprotección, de no queridos, como bien lo explica la Licenciada en Psicología Silvia Correa.
Muchas personas sufrieron una pérdida muy importante este año y esta Navidad pasa a ser la primera gran celebración de la familia donde sienten su ausencia de una forma muy especial, lo que transforma la tradicional celebración en tristeza y melancolía. Otros, están atravesando un mal momento económico o una enfermedad que los angustia y los aqueja.
Pero más allá del estado emocional de cada uno, la realidad es que en estos días muchos pasan por lo que se conoce como melancolía navideña, generalmente debido a todo lo que implica el cierre de un ciclo más de vida y el comienzo de otro, los balances obligados a dar siempre en positivo que no aceptan un tropezón o una época cabizbaja llevándonos en muchos casos a bajones anímicos y hasta la depresión.
A esto, se suma la frivolidad del consumismo, la cuasi obligación de comprar obsequios, un árbol de Navidad, adornitos y luces de colores, como la imagen de una alegría que muchas veces no se lleva en el corazón.
Ésta época, suele convertirse en una época de excesos, de gastos, de abundancia en la comida para muchas personas que vuelcan en fiestas la obligada alegría que hay que publicar en las fotos y videos de las redes sociales; mientras para otros todo se vuelve muy difícil y la angustia por no poder festejar de igual manera también genera desánimo y desolación.
Sin embargo y más allá de la superficialidad de esta faceta de la Navidad desde lo mundano, también hay quienes rescatan la celebración como un momento real de encuentro y alegría destacando la necesidad de que en esta fecha «llueva un pedacito de la paz de Nochebuena», como bien lo dijo el Obispo Pablo Galimberti o al hecho de que con la Navidad se pueda compartir en familia, darse nuevas oportunidades y ayudar a los demás, donde lo importante es compartir, sin importar lo que sea, o si es mucho o poco, como lo dijo el Pastor Jorge Medina.
Cabe recordar que esta época también es un buen momento para explicar a los niños que no siempre vamos a tener todo lo que queremos y que, por situaciones que están fuera de nuestro control, no siempre se pueden hacer las mismas celebraciones o disfrutarlas de la misma manera, sino que hay que ir superando los retos de la vida y las dificultades y malos momentos que se atraviesan en el camino.
Más que nada, es una buena forma de entender que la felicidad no se debe circunscribir a lo material o a alguna situación en particular, sino al compartir, porque siempre habrá una persona esperando una sonrisa, una palabra de aliento, una mano para salir adelante y así como también uno siempre tendrá algo para dar, que hará que esa otra persona viva un mejor momento.
EL INFORME
En el presente informe, se buscó resaltar esos momentos de excesos, de compras, de gastos y de melancolía para muchas personas para luego pasar a una reflexión más espiritual que intente superar esa visión mundana de la Navidad, a través de un mensaje esperanzador, de deseo de paz y amor.
Balances de Fin de Año y Navidad
La Licenciada en Psicología Silvia Correa comparte sus reflexiones
Se acercan las tradicionales fiestas y entre finalización de cursos, despedidas de año, aguinaldos, regalos, compras en general; se suma el pensar en cómo estuvo el año; y pareciera que antes del 31 de diciembre hay que pensar en todo, como que al empezar el nuevo año se nos pierden las oportunidades de cambio.
Esta urgencia incrementa la ansiedad y se profundiza una mirada negativa. Como dice el refrán: “se ve el árbol, pero no el bosque”, se presta atención solo a lo negativo, a lo que no funcionó.
Desde este punto de vista, no sería bueno hacer balances; pero son inevitables, cuando termina el año, cuando cumplimos años….Entonces pensemos cuál sería la forma más equilibrada de realizarlos”.
En vez de ver las cosas que no se lograron, y castigarnos por eso, utilizar esas cosas como disparadores para replantearse el objetivo que se quiere lograr.
Plantarnos en el hoy, poner en balanza lo negativo y lo positivo; reconocernos en lo que fue positivo y reforzarlo; y aprender de la experiencia negativa.
Una estrategia que da resultado, es papel y lápiz, escribirlos por columnas, positivo, negativo; para salir del primer pensamiento totalitario, “el año fue un desastre” o “fue un gran año”; al visualizarlo en la hoja, se relativiza, se es más ecuánime. Y ayuda a plantearse los objetivos para el año que comienza, ya sea cambiando estrategias para logros que aún no llegan; ser creativos en el proceso para lograr nuestros objetivos.
También es importante ser flexibles, no por planear algo de determinada manera, y que por algún motivo no sale así como lo pensamos, nos dejamos caer. Sino que se hace un alto, nos paramos en el presente, que tengo y que no tengo; y se replantea el camino al objetivo. Como se dice es “ensayo y error”, si no era por este lado, busquemos otro. Evitando los pensamientos negativos, buscando otra mirada, y en lo posible bien parados en el presente, que es en el único lugar que podemos accionar para transformar nuestra realidad.
Los balances anuales son muy útiles, siendo justos con uno mismo; también contagiamos a nuestro entorno más cercano.
Se acerca Navidad, con religión o sin religión, creo que la mayoría la consideramos el día de la familia.
La familia tiene muchas funciones, entre ellas sostener a sus integrantes, cobijar, “apachuchar”. Pero, seamos realistas, no siempre pasa, por eso hay tanta gente con sentimientos de soledad, de desvalorización, de desprotección, de no queridos.
Para aprender, para repensarnos, para no repetir historias es que creo que la letra de esta canción tiene un mensaje claro, sobre cómo la familia sostiene a cada uno de sus miembros
“Cuándo una mujer de cierta tribu de África, descubre que está embarazada, se va a la selva con otras mujeres y juntas rezan y meditan hasta que aparece “la canción de la nueva criatura.
Cuando nace el bebé, la comunidad se junta y le cantan su canción. Luego cuando el niño comienza su educación, el pueblo se junta y le cantan su canción.
Cuando se convierte en adulto, la gente se junta nuevamente y canta.
Cuando llega el momento de su casamiento la persona escucha su canción.
Finalmente, cuando su alma está por irse de este mundo, la familia y los amigos se aproximan y, al igual que en su nacimiento, cantan su canción para acompañarlo en el “viaje”.
En esta tribu de África hay otra ocasión, en la cual se canta la canción, si en algún momento de su vida la persona comete un crimen o un acto social aberrante, lo llevan al centro del poblado y la gente de la comunidad forma un círculo a su alrededor.
Entonces le cantan su canción.
La tribu reconoce que la corrección de las conductas antisociales no es el castigo, Es el amor y el afianzamiento de su verdadera identidad.
Cuando reconocemos nuestra propia canción ya no tenemos deseos ni necesidad de perjudicar a nadie, tus amigos conocen tu canción. Y la cantan cuando tú la olvidas.
Aquellos que te aman no pueden ser engañados por los errores que cometes o las oscuras imágenes que muestras a los demás.
Ellos recuerdan tu belleza cuando te sientes feo, tu integridad cuando estás quebrado; tu inocencia cuando te sientes culpable, y tu propósito cuando estás confuso”.
El regalo de Navidad es compartir en familia, darse nuevas oportunidades y ayudar a los demás, dijo el Pastor Medina
El pastor Jorge Medina, Capitán del Ejército de Salvación, representante de lo que es una parte evangélica de la Iglesia Cristiana, participó de este informe con un mensaje más que positivo para estas tradicionales fiestas donde su comunidad religiosa celebra el nacimiento del niño Jesús.
Medina, recordó sus primeras impresiones sobre la Navidad desde su niñez hasta la actualidad, «Dios tomando la forma de Niño en la persona de Jesús».
Resaltó el espíritu de compartir juntos en familia y darse nuevas oportunidades, así como también, la posibilidad de poder hacer algo para ayudar a alguien más, que está en las mismas condiciones que uno y a veces en condiciones más difíciles, donde lo importante es compartir.
1 – ¿Que significa la Navidad para usted y la comunidad religiosa a la que representa?
«Cuando era un niño de unos 7 años recuerdo que le pregunte a mi papá, que significaba la Navidad, ya que veía que esa fecha era una fiesta en mi pueblo, Villa Constitución, a lo que me respondió que era una fiesta para la familia y que era parte de una tradición religiosa. Cuando fui creciendo entendí que lo que me dijo mi papá era una realidad, la Navidad es significado de fiesta en la familia ya que se celebra un hecho muy importante para toda la humanidad, como lo fue el nacimiento del Niño Jesús. En el evangelio de San Mateo, Capitulo 1, versículo 21, El Ángel de Dios le anuncia a José que María dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de su pecado. (Biblia RV 1960). Con el nacimiento de Jesús no solo se marcó una nueva era, sino que ahora ya no tenemos una imagen de un Dios arriba en el Cielo, ahora él descendió a la tierra por medio de su hijo Jesús y con su nacimiento trajo esperanza a la humanidad de una vida mejor, con la posibilidad de acercarnos a Dios por medio de Jesús, su hijo. El significado de la navidad para mí y la comunidad a la cual represento es, Dios tomando la forma de Niño en la persona de Jesús».
2 – ¿Qué opina sobre la frivolidad con que se maneja esta fecha por muchas personas transformándola en un momento más para el consumo, los regalos y la comida en exceso?
«Yo creo que no debemos de perder esa oportunidad de celebrar juntos en familia y por supuesto que los excesos siempre son malos, pero no deberíamos perder ese espíritu de compartir juntos en familia y darse nuevas oportunidades, de poder volver a charlar juntos con ese pariente que quizás han tenido algunas diferencias».
3 – ¿Qué le diría a aquellas personas que en esta fecha atraviesan un mal momento y se llenan de tristeza y melancolía?
«A esas personas les diría que en la vida vamos pasando por diferentes etapas, nos ha tocado vivir la etapa de la niñez, de jóvenes y después como adultos y cada etapa es particular e irrepetible. Pero a pesar de la circunstancia que se esté pasando y los problemas o situaciones que se den, no será igual para toda la vida. Siempre está la posibilidad de poder hacer algo para ayudar a alguien más que está en las mismas condiciones que uno y a veces en condiciones más difíciles que las de uno. El poder hacer algo por el otro nos ayuda a sentirnos mejor. Aún en esta fechas de Navidad hay abuelos que están solos en algún hogar de ancianos, niños que están esperando que alguien los visite y comparta un tiempo con ellos, recuerdo la frase que dice «nadie es tan rico que no tenga necesidad de algo y nadie es tan pobre que no tenga nada para dar».
4 ¿Qué mensaje le gustaría dejar para celebrar esta Navidad con amor y paz?
«El mensaje que me gustaría dejar es que las personas no pierdan esta oportunidad que nos da la Navidad para juntarse con la familia, arreglar diferencias y algo que no es lo más importante pero que aporta también es que lo mucho o lo poco que uno tenga sirva para compartir, porque lo más importante es poder compartir con el otro, no importa qué, pero compartir. Me gustaría decirle a la gente que recuerden que la Navidad es Jesús, quien nació en un pesebre, el lugar más humilde por amor a la humanidad, nos dejó en la Biblia la evidencia de su vida y nos demostró como es Dios, alguien que nos ama por sobre todas las cosas y perdona nuestros errores».
En esta Navidad hay que dejar que “llueva un pedacito de la paz de Nochebuena” sobre todos nosotros, dijo Galimberti
l Obispo, Mons. Pablo Galimberti, alienta a la celebración de la Navidad pero sobre todo a dejar que “llueva un pedacito de la paz de Nochebuena” en todos nosotros.
1 – ¿Qué significa la Navidad para Usted y la comunidad religiosa a la que representa?
“Celebramos un hecho asombroso. Dios Eterno y Todopoderoso latiendo en un cuerpito humano. Es el Mesías esperado. No como “personaje famoso” que se impone por la fuerza, prestigio, alcurnia o palacio custodiado por ejércitos. Ahí está, a la mano de todos, cercano. Aquel que dijo “el cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán” (Mateo cap. 24, 35), asume nuestra condición humana atravesada por preguntas clavadas en el corazón inquieto que siempre sueña con mundos nuevos, con tiempos de paz que vayan más allá de huecas palabras. Celebrar es dejarnos “mirar” y “tocar”. Aceptando que su mirada divina se cruce con la nuestra tan miope”.
2 – ¿Qué opina sobre la frivolidad con que se maneja esta fecha por muchas personas, transformándola en un momento más para el consumismo, los regalos y la comida en exceso?
“No veo mal hacer fiesta. Al contrario, nos hace mucho bien celebrar, cantar, bailar, brindar, incorporar especialmente a los niños a este acontecimiento. Acercándolos a un pesebre para que entren con toda su imaginación en este milagro continuo. Porque Dios sigue naciendo, hablando, invitando, perdonando. Pero los que no saben este secreto sólo viven el brindis y la fiesta pero se pierden lo mejor: ¡saludar al festejado! Quienes no han tenido una iniciación cristiana es comprensible que pongan el acento en lo festivo, el brindis, la mesa familiar, el reencuentro, los saludos… esas rutinas que también tienen un sentido positivo si nos acercan y nos reconcilian con los enemigos. Hay memorias de guerra donde la Navidad permitía el cese de hostilidades y hasta brindis. Lástima que esas treguas duraban pocas horas”.
3 – ¿Qué le diría a aquellas personas que en esta fecha atraviesan un mal momento y se llenan de tristeza y melancolía?
“A las personas tristes, entre las cuales también podemos incluirnos porque cargamos con una cuota de tristeza y ausencias, les diría: aun en el calabozo más oscuro e inhóspito nunca estamos solos. El que se hizo pobre, frágil y experimentó tantos desprecios, está a tu lado. Y por qué no, decirles que se animen a balbucear la súplica del Buen Ladrón a Jesús: “acuérdate de mí cuando estés en tu reino”. También en esa situación es posible escuchar la respuesta de Jesús: “Hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23, 42-3).
4- ¿Qué mensaje le gustaría dejar para celebrar esta Navidad con amor y paz?
“Extendamos los augurios de feliz navidad a todos. Sin preguntar si tienen o no fe o en qué partido político militan o qué piensan de la “ley trans”. Si es un vecino simpático o de rostro huraño. O si tiene un perro que ladra por la noche. En el fondo, ¿quién no desea que nazca un día distinto?, con un rayito de luz, un respiro, una tregua, que nos regale consuelo por los ausentes, fallecidos o “enemigos”, en el que sintamos el regalo de una paz que nos inunda, ni podemos conseguir con nuestros métodos, artimañas y tranquilizantes. Dejemos que nos llueva un pedacito de la paz de Nochebuena, esa que no se compra ni chantajea. La que las drogas no acallan. Esa voz interior que me acusa pero también regala montañas de perdón. Desechemos la idea de que lo mejor es tomar un somnífero y despertar después que pasen las fiestas. Aprendamos de los pequeños con qué atención miran y escuchan nuestras pocas palabras delante de un pesebre. Ayudemos a que se aproximen al pesebre o al arbolito casi en punta de pie. Allí hay un milagro. No buscando sólo el regalo sino el motivo del regalo. De lo contrario, al rato el juguete pasa a un segundo lugar y los pequeños lloran desconsolados. Termino con unas palabras que pueden servirnos para dejarnos sorprender por el milagro de esta nueva Navidad. Pertenecen al poeta brasilero Joao Guimaraes Rosa en el cuento “El Espejo”, del libro “Primeras Historias”. Titularía este párrafo así: Todo es la punta de un misterio: “Me imagino que usted, que sabe y estudia, no tenga idea de lo que es, en realidad, un espejo… Nada más que las nociones de la óptica, con las cuales se familiarizó. Me reporto a lo trascendente. Pero todo es la punta de un misterio; inclusive los hechos. O la ausencia de ellos. ¿Usted lo duda? Cuando nada acontece, hay un milagro que no estamos viendo.”
Nutricionista Milagros Olivera propone consumo de alimentos saludables para las fiestas
“Creo que poco a poco vamos tomando conciencia de cambiar nuestro hábito alimentario”
La Nutricionista Milagros Olivera sostiene que ya por costumbre en nuestro país – en la época de Navidad y Año Nuevo, también cada vez que hay un acontecimiento social, éste viene acompañado del consumo excesivo de alimentos. “En las fiestas como tradición e influencias de otras culturas el festejo es siempre acompañado de mucha comida. Entre nuestra costumbre como uruguayos de consumir muchos alimentos ante la presencia de un evento social más la tradición de otros países, en conjunto hace que la gente coma demasiado.
No obstante la profesional advierte que de a poco la comunidad va tomando conciencia y se tiende a elegir mejor el tipo de alimentos; que éstos sean de buena calidad.
“Ya desde el año pasado comenzaron a pedirme recetas de ensaladas y alimentos más sanos, salsas de verdura y otras que son exquisitas y muy saludables”.
-¿Considera que las políticas de promoción de salud vienen dando sus frutos o la gente ha optado por cambiar su menú por cuestiones económicas?
-”De a poco la gente se va concientizando y va optando por cambiar y no estamos hablando específicamente de temas calóricos sino de la calidad de alimentación. La gente está optando por consumir cosas más naturales; de hecho existen un montón de lugares que empezaron a abrir sus puertas ofreciendo productos naturales y orgánicos.
La gente está tendiendo a ir para ese lado, dejando la parte industrial y entrando en una onda más natural y hecha en casa
Creo que la gente que tiene la oportunidad de consumir alimentos más sanos no toma esta decisión por cuestiones económicas”.
-Como profesional ¿Qué tipo de alimentación y combos recomienda?
-”Cuando mis pacientes me consultan a ver qué tipo de alimentos pueden preparar para las fiestas, les sugiero que opten por el lado de las carnes con ensaladas. Hay un montón de ensaladas que se pueden elaborar. Estamos en verano y hay una gran variedad de verduras que se pueden elegir.
Existen varios tipos de verduras que son muy nutritivas y super sanas.
Se pueden incorporar salsas muy fáciles, como la remolacha hervida y procesada como una pasta con un poco de aceite, lo mismo se puede hacer con la zanahoria.
Con respecto a los postres: se pueden incorporar frutas de estación, ensaladas de frutas.
Soy bastante partidaria de eliminar lo industrializado como por ejemplos las entradas de copetín, las papas chips, los doritos, kesoros y todos esos snacks tienen que ser eliminados. Podemos suplantarlos por tostaditas con fiambres o tostadas con alguna salsa.
Se trata de eliminar lo industrializado y consumir lo que se hace en casa.
-Un mensaje para compartir en estas fiestas…
-”Muy felices fiestas para todos y como propuesta para este 2019 como objetivo cambiar desde el principio los hábitos alimentarios que es lo más válido para lograr el bienestar general”.
CELEBRANDO LASFIESTAS DE FORMA SALUDABLE
Si se van a ofrecer alimentos distintos a los que éstos están acostumbrados a comer en las fiestas, como por ejemplo frutas y verduras,es importante que los presentemos de un modo atractivo e incluso divertido para ellos, sobre todo para los niños.
Así pues, podemos preparar platos donde los alimentos tengan formas y/o colores originales.
Por ejemplo: helados con formas divertidas, hechos utilizando zumos naturales de distintas frutas y verduras, pinchos de frutas con chocolate fundido por encima. Una alimentación saludable significa comer en forma equilibrada todos los alimentos disponibles, con una correcta selección y un adecuado consumo de los mismos. Es decir, una alimentación variada asegura la incorporación y aprovechamiento de todos los nutrientes que necesitamos para crecer y vivir saludablemente Si la celebración incluye una comida entera, se puede diseñar un menú en el que se incorporen verduras, pescado, etc., utilizando recetas diferentes y sabrosas, que combinen con alimentos que sabemos que suelen gustar. De esta manera, estaremos introduciendo nuevos alimentos en un ambiente festivo.
Por otro lado, en los postres podemos optar por preparar pasteles o tartas caseras, utilizando grasas más saludables (aceite de oliva virgen extra en vez de mantequilla) y decorándolas con fruta y chocolate. Previo a esto, se podría aprovechar para servir una macedonia casera o preparar un pastel de frutas.
Navidad es Navidad
La navidad se dice que es la celebración del nacimiento del Niño Dios, que es tiempo de amor y de paz, donde hay que olvidar rencores y perdonar. Pero navidad es navidad. Cada uno lo celebra y vive a su manera y hoy en día más que un acontecimiento espiritual, es un hecho comercial. Para unos Navidad es tiempo de reposo, descanso, vacaciones, en cambio otros deben trabajar más de lo acostumbrado porque algunos de sus compañeros se fueron de vacaciones a «celebrar la navidad». Algunos llenan sus casas de luces y las calles y parques de la ciudad, se ven hermosos con coloridos que anuncian gozo y alegría, mientras otros ni siquiera tienen energía eléctrica. Muchos preparan una gran cena en la noche de Navidad, es un banquete especial, mientras muchos otros no tienen un pan. En Navidad se ve a muchos niños reír, abriendo sus regalos y gozando de sus juguetes, pero también he visto a muchos niños llorar, porque no tienen un juguete.
Si esto es la Navidad, no quisiera que llegue diciembre, porque muchos se olvidan del Niño Dios; se hace tanta bulla y alboroto por las cosas que hay que comprar y por las que no se pueden comprar; la alegría, la risa, el despilfarro de los que tienen dinero se enfrentan a la rabia, la envidia y el llanto de los que no lo tienen. Me podrán decir que esto no sucede sólo en Navidad, que todos los días se vive en estas contrariedades. Me decía un amigo: para mí todos los días es Navidad, pues todos los días nace el Señor; no tengo que esperar que se llegue diciembre para darle un abrazo a mi padre, a mi hermano o a mi amigo y desearle que la paz y el amor de Dios habiten en sus corazones; estoy siempre dispuesto a perdonar a quien me ha ofendido, sin esperar todo un año para abrazarnos y perdonarnos; siempre que puedo hago una obra de caridad y comparto lo que tengo con quien realmente sé que lo necesita. Algunas veces he compartido con niños y he visto en esas caritas tristes unos labios sonreir y unos ojos con mirada de esperanza, por qué esperar diciembre para mostrarles nuestro afecto, no necesito salir en las páginas sociales de los periódicos, porque Dios sabe como vivo y lo que hago y eso es lo único que me interesa. Sabes, me encantan los poemas, los mensajes y las tarjetas; es una lástima que solo me lleguen en diciembre, pero yo con mi vida hago el esfuerzo para ser un mensaje viviente de amor, justicia, paz y esperanza cada día. Viviendo así he llegado a la conclusión de que todos los días es navidad, pues cada día mi corazón experimenta el amor y la paz de Dios. Navidad es navidad, año tras año cada uno lo seguirá viviendo a su manera y tú ¿cómo la vivirás? La puedes vivir un solo día al año o todos los días del año. La decisión es tuya.
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Álvaro Frioni- Gerente de Office 2000 y Presidente de la Comisión de Comercio del CCIS
Es probable se realicen gastos más allá de las posibilidades, pero seguramente generan una gran felicidad en grandes y chicos
EL PUEBLO consultó a Álvaro Frioni, presidente de la Comisión de Comercio del Centro Comercial e Industrial de Salto (CCIS) y Gerente de la sucursal Salto de Office 2000 quien aportó su punto de vista a nivel de los excesos en las compras para esta fecha.
¿Como comerciante considera que en esta fecha hay un exceso de compras? ¿Y a nivel de los demás comercios?
No podemos desconocer que el consumismo es un hábito en la sociedad moderna, hoy en día el sistema económico pone al alcance de las personas todo tipo de productos y bienes para el consumo, la Navidad es un momento muy especial para nuestra sociedad y el regalo es un indispensable, recordemos que las compras tiene un gran componente emocional, es probable que en estas fechas se realicen gastos más allá de las posibilidades, pero seguramente generan una gran Felicidad en grandes y chicos.
¿Qué diferencia nota con respecto a otras fechas como Día de Reyes, Día del Niño, entre otras?
Desde el punto de vista comercial la Navidad genera ventas de todos los rubros para todas las edades, la inversión en algunos rubros puede ser menor que en otra fechas dado que el regalo de la Navidad está más asociado con el hecho de regalar que con el valor del regalo, también están las excepciones de aquellos que invierten mucho más en Navidad ya que lo sienten más representativo.
Para el comercio en general es una fecha esperada; ¿cómo evalúa los últimos años en cuanto a la demanda?
Sin lugar a dudas es uno de los momentos más importantes del año, todo el comercio se prepara de una manera diferente, el consumo se multiplica, normalmente hay ingresos complementarios y buenas razones para hacer compras, en estas fecha todo se dinamiza, hay un clima de festividad, alegría, lo que contribuye a que las personas tomen decisiones y resuelvan por compras postergadas.
Con respecto a la demanda sigue siendo buena, va en fusión de la increíble oferta que existe actualmente, los diferentes medios de comunicación ponen al alcance del consumidor miles de ofertas muy tentadores con importantes descuentos y plazos para pagar.
¿Cómo es el público salteño puntualmente? ¿Realmente se exceden en las compras (a nivel de Office 2000 y también en cuanto al comercio en general)? ¿O también hay demanda por parte de argentinos por ejemplo?
El salteño es un público igual que en el mundo, tiene más acceso a la información, más herramientas de compra como las tarjetas, algunos productos son más accesibles, la forma de adquirirlos, todo esto contribuye a gastar un poco más de lo posible, quizás podemos tener nuestras propias costumbres, pero el momento de consumir la mayoría se comporta igual, en mi opinión hay una nueva generación que analiza más el disfrute del momento sin preocuparse tanto por el futuro, esto no quiere decir que sean menos responsables, simplemente una forma diferente de tomar decisiones.
Con respecto al consumo de turistas, hay momentos del año que nuestra ciudad recibe mucha gente dando lugar a una mayor demanda, Navidad es una de ellas, con respecto al público argentino depende mucho de la conveniencia de precios, hay momentos que les sirve más y otros menos, en general entiendo le gusta visitar nuestros puntos turísticos y eso es muy bueno.
En qué cosas entiende que la gente se excede más; comida, bebidas, regalos para niños, ropa, etc.
En Navidad se come más, se toma más, se regala más, se compra ropa nueva para estrenarla en Noche Buena, todo aumenta.
No tengo datos precisos, pero podría animarme a decir que comidas y bebidas ocupan un lugar en el podio, y regalos para niños está seguramente entre los primeros lugares, el tradicional regalo de Papá Noel no debería faltar en ningún hogar.
Aprovecho la oportunidad para desear a todos los salteños una Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo; Salud!!!