El intendente de Salto, Carlos Albisu, brindó una extensa entrevista en la que abordó con franqueza la situación financiera de la Intendencia y las gestiones contrarreloj que se han desplegado para asegurar el pago de salarios.
La administración, que asumió hace apenas semanas, se encontró con un escenario más crítico del previsto con lo que consideran un déficit millonario, deudas ocultas y falta de liquidez para atender compromisos básicos.
“Hoy no se están pagando los sueldos porque no hay en caja el dinero para poder solventar eso”, afirmó Albisu, dejando en evidencia la gravedad del momento. Esta situación generó profunda preocupación entre los funcionarios, muchos de los cuales no habían cobrado sus haberes al cierre del mes.
El intendente explicó que se ha trabajado intensamente junto a distintos organismos para destrabar una nueva línea de crédito que permita cumplir con las obligaciones más urgentes. “Ahí la Junta Departamental hizo un gran trabajo. El Tribunal de Cuentas también. Estuvimos para arriba y para abajo con ellos, hablando… El martes se hizo una sesión extraordinaria del Tribunal de Cuentas para dar el aval”, relató. Según detalló, este jueves por la mañana ya se estaban remitiendo los documentos necesarios al Banco República para concretar la operación crediticia.
Mientras tanto se comenzó a pagar con los fondos disponibles a los funcionarios de menores ingresos. “Con el puchito de dinero que había, se empieza hoy (ayer) a pagar a los grados más bajos, de ahí para adelante, hasta que nos habiliten esa nueva línea para poder completar”, informó el jefe comunal.
Transición oscura
Albisu fue crítico con la forma en que se realizó la transición de gobierno. Según denunció no se le advirtió con claridad sobre la dimensión del déficit ni del pasivo acumulado. “Es una situación no deseada, no esperada, y que no fue comunicada en una transición que duró más de dos meses”, dijo, y añadió que si lo hubieran dicho, «buscábamos con tiempo una solución en conjunto para no tener que salir así”.
El intendente advirtió que el endeudamiento heredado supera los 2.000 millones de pesos, «el más alto en la historia del departamento». Además, remarcó que día a día van apareciendo nuevas deudas impagas con proveedores locales, empresas constructoras, ANCAP y hasta con una empresa chilena del sector de luminarias, a la que se le adeudarían 3 millones de dólares. “Es tragicómico esto. Nos llaman de Montevideo y nos dicen que va a venir una empresa chilena a hablar, pensamos que era una inversión y en realidad era por una deuda de hace dos años”, relató.
Respuesta política y apertura al diálogo
Pese a la complejidad del escenario, Albisu destacó que se ha logrado conformar una red de colaboración que incluye a representantes de todos los partidos. “Hay que reconocer que también algunos ediles del Frente Amplio, como Manuela Mutti, junto al Presidente de la Junta, estuvieron llamando y gestionando con el Banco”, subrayó. Este trabajo coordinado permitió que la Junta Departamental aprobara de forma unánime la autorización para la nueva línea de crédito.
Consultado sobre los rumores de ceses dentro del personal, el intendente aseguró que no hay una «cacería de brujas» en marcha, pero admitió que se está haciendo un análisis detallado de la plantilla. “El 100% de los recursos salteños por impuestos se va en rubro cero, y gran parte de lo que viene de Montevideo también. Estamos estudiando todo, con mucha seriedad”, sostuvo. También confirmó que ya se han dado de baja cerca de 80 monotributistas que no fueron renovados.
Respecto a los rumores sobre eventuales modificaciones al régimen de inamovilidad del funcionario municipal, Albisu fue tajante al decir que “ todos esos temas están siendo estudiados por Jurídica, Recursos Humanos y el Secretario General. Cualquier decisión se tomará dentro del marco legal y constitucional”.
Una situación más grave que en 2015
El jefe comunal fue enfático al comparar la situación actual con la vivida en 2015. “Hoy es más compleja, y muchas veces eso no se magnifica. Pero sí sepan que esto es complejo”. A su entender, no solo hay un déficit económico, sino también un profundo deterioro de la infraestructura y los servicios municipales.
“Porque el déficit económico son 2.052 millones, pero también el déficit está en las calles, en los museos, en el turismo, en la cultura, en los espacios verdes. Eso no lo medís en plata, pero sí en calidad de vida del departamento”, expresó.
Visión de futuro y apuesta a la inversión privada
A pesar del panorama planteado, Albisu se mostró optimista respecto al futuro. Señaló que hay empresarios nacionales e internacionales interesados en invertir en Salto y que se están tendiendo puentes con todos los ministerios y organismos nacionales para reactivar proyectos. “Yo soy optimista para adelante, se va a salir hacia adelante. Pero también hay que saber que la situación es compleja”, declaró.
El intendente considera clave atraer inversión privada para generar empleo genuino. “El trabajo de nuestra gente no va a venir de una intendencia, va a venir de las inversiones privadas y por ahí estamos enfocando la gestión”, explicó. En ese sentido, adelantó que la próxima semana se reunirá con el Ministerio de Transporte y el de Turismo, así como con grupos de empresarios interesados en radicarse en el departamento.
Un nuevo pedido de crédito…
Sobre la posibilidad de volver a solicitar líneas de crédito, Albisu no lo descartó, pero aclaró que no es lo deseable. “Hoy está todo sobre la mesa… esto es una urgencia, una emergencia si se quiere. Pero sí, tenemos que buscar salida”, señaló.
El intendente cerró con un mensaje de responsabilidad y compromiso. “Esto es como la casa de uno, si se gasta más de lo que entra el problema es grande y complejo. Entonces hay que llevar esto con mucha responsabilidad. No tenemos varita mágica pero sí tenemos la obsesión de poner a Salto de pie”.
Con un tono sincero y directo, Albisu dejó claro que el camino no será fácil, pero también que su gestión no se escudará en excusas. Su enfoque, asegura, será buscar soluciones reales con el menor ruido posible y con el mayor nivel de responsabilidad institucional.