Las calles cerradas brindaron un espectáculo distinto
El desfile inaugural del carnaval contó con un importante marco de público que llegó hasta el centro de la ciudad desde los diferentes barrios de Salto. Si bien el espectáculo duró aproximadamente cuatro horas y media desde su comienzo en Uruguay y Misiones Orientales hasta la llegada de la comparsa “Titanitos” de Bella Unión, que estuvo a cargo del cierre del evento, en Juan Carlos Gómez y Uruguay, los asistentes se mantuvieron en su mayoría hasta el final del desfile.
Fueron 35 números que animaron el inicio de la gran fiesta popular y en el que reinó la algarabía, donde los conjuntos se mostraron animados, buscando todo el tiempo poder interactuar con el público.
Tunguelé a pleno desfilando por calle Uruguay.
La Comisión de Eventos Populares de la Intendencia de Salto, apuntó este año a que el público pudiera apreciar todos los detalles del espectáculo y para ello colocó algunas pantallas gigantes en diferentes cuadras de calle Uruguay, que enfocaban al palco oficial situado en la zona del desfile, la que fue privatizada a un costo de 40 pesos por persona, en la cuadra del 600 entre Joaquín Suárez y Amorín.
Pero justo allí, en el palco oficial donde se encontraba el Intendente Germán Coutinho, junto a su familia, y varios jerarcas de su Gobierno, además de otras autoridades como el jefe de Policía, el diputado Andrés Lima y otros políticos, fue que se concentró la mayor actuación de los conjuntos, pues frente a éstos, estaba apostado el jurado, integrado en su mayoría por personas de la ciudad de Artigas, que vinieron a juzgar la actividad carnavalera de nuestro medio para mayor transparencia e imparcialidad.
EL DESFILE
Fue animado, todos los números quisieron hacer saber que estaban presentes desplegando color y alegría, y convocando a los presentes a sumarse a sus presentaciones. Uno de los puntos más fuertes que tuvo el desfile, a pocos minutos del comienzo, fue el pasaje de la comparsa de lubolos, Tunguelé, con su vedette, Cándida Medina, que mostró un semidesnudo artístico y que cautivó a todos los presentes con su baile.
Además de los conjuntos humorísticos, donde se destacaba Arlequín con sus 25 años de carnaval, haciendo una cómica representación de Aladín, otro de los conjuntos representó a una clase de Escuela, apuntando a una ácida crítica al Plan Ceibal y a qué pasa con el mal uso de las computadoras, al tiempo que no faltó oportunidad para criticar al cuerpo inspectivo de tránsito y la severidad de la aplicación de las normas de tránsito, todos estos espectáculos fueron ofrecidos por los conjuntos humorísticos: Los Papi’s, Soy Feliz, Tradición y Los Locos del Buen Humor.
Además, las murgas también desfilaron y la que más lució por su vestimenta e interpretación de personajes durante la pasada por calle Uruguay, fue La Nueva, al tiempo que Murga Ché demostró el potencial de su coro al igual que Punto y Coma y Falta La Papa que este año cumplen su 25º aniversario. También se lucieron la demás murgas como Cortita y Al Pie, La Soberbia y la debutante Tuya y Mía.
En tanto las comparsas marcaron su paso. Veintiunidos, mostró una gala importante de participantes que en diversas alas de baile lucieron trajes coloridos y originales, con jóvenes que abrían la presentación del conjunto que practicaban bailes diferentes al ritmo de la samba enredo y con su principal integrante, la reina del carnaval Jessica Martínez, cautivando al público.
Al tiempo que La Estrella, que cumplió 25 años, mostró un impresionante despliegue de batucada, algo similar a lo que hizo Imperio Norte que motivó al público a prenderse con su ritmo.
ZONA VIP
En cada cuadra había un presentador que motivaba al público a sumarse a la algarabía que mostraban los conjuntos y anunciaban el paso de cada uno de los números que en ese momento se desplazaban por el lugar.
Desde la calle Asencio hasta Joaquín Suárez, se conformó una zona en la que para su ingreso se debía abonar 40 pesos por persona. Una cifra accesible y acorde a los precios que se manejan en otros espectáculos del carnaval como el certamen departamental de murgas del Parque Harriague, que empieza el miércoles 9, con entradas a un precio general de 50 pesos.
La gente colmó totalmente esta zona y se mostraba conforme con el servicio que se brindaba. La calle se pintó de blanco, lo que ayudó a que con las luces colocadas especialmente en ese lugar los conjuntos brillaran más.
Frente al palco oficial y al del jurado, en calle Uruguay al 600, se instaló una sofisticada pantalla gigante compuesta por monitores de alta definición, que mostraban los detalles de lo que estaba pasando con los distintos números artísticos y la reacción del público, el jurado y las autoridades que estuvieron hasta el final.
La zona privatizada fue bien recibida por la mayoría de la gente que optó por tener su lugar a tiempo y en la medida que todas las sillas fueron colocadas, se le dio la oportunidad al resto del público, por la misma suma de 40 pesos, de estar parados o con sillas llevadas por ellos mismos, en ese lugar. Aunque hubo flancos importantes y notorios en la cuadra de Uruguay al 700.
EL BACHE
Si bien no fueron muchos, los problemas de seguridad cuando hay una aglomeración de público tan importante como la que convoca el carnaval, estuvieron presentes.
Algunos pequeños desmanes ocurrieron en cuadras donde la presencia de público había colmado totalmente las calles, y el comportamiento inadecuado de los inadaptados de siempre que orinaban en los espacios públicos sin pudor alguno y provocaron actos de violencia y vandalismo, que no pudieron ser controlados por la Policía, que desplegó efectivos en todas las cuadras, e incluso en la que estaba el propio jefe de policía, Carlos Ayuto, en la que además se encontraba el director de Seguridad, Juan Pintado, supervisando que la gente que había pagado por presenciar el desfile lo disfrutara con comodidad.
Los baches entre cada agrupación hicieron más largo de lo aconsejable al desfile, algo que debe ser corregido para eventos futuros. Pero en líneas generales, el desfile inaugural de carnaval fue un buen espectáculo para el público.
Hugo Lemos
Murga La Nueva, como siempre destacando creatividad y originalidad en su vestuario.