La Feria del Libro de la 33 recibe este Sábado a las 19:30 a la escritora, poeta y traductora Lalo Barrubia. Radicada en Guasubirá, en contacto directo con la naturaleza, Barrubia llega con su nueva novela Sobre esta tierra, un libro que explora la relación entre identidad, cotidianidad y construcción personal.
A continuación, un diálogo que recorre su forma de escribir, la importancia de los personajes anónimos y el papel de la literatura en tiempos dominados por las redes sociales.
Sos escritora, traductora y poeta. ¿Cómo conviven esos oficios en tu día a día?
Soy muchas cosas, pero sobre todo poeta. La performance poética y la poesía escénica son parte de mi práctica. También escribo narrativa: esta es mi cuarta o quinta novela. Y de profesión soy trabajadora social, aunque hice una pausa para dedicarme de lleno a la literatura. A veces elijo concentrarme en escribir. Es un riesgo, pero es mi foco.
Rescatás personajes que no aparecen en las primeras planas. ¿Por qué te interesa esa mirada?
Porque me atraen los anónimos, la gente común. Los que no destacan ni por grandes privilegios ni por desgracias extremas. Creo que esas vidas también pueden ser intensas, llenas de conflictos, aunque no trasciendan a lo público. Todos formamos parte de un fenómeno colectivo y esas pequeñas historias son piezas del mismo puzle.
Aristóteles decía en su libro La Poética que sin conflicto no hay drama. ¿Qué pasa con quienes llevan una vida aparentemente sin conflictos?
Les pasa lo mismo que a todos. Una vida común puede estar cargada de intensidad y contradicciones. Lo que intento mostrar es justamente eso: que no hace falta ser un héroe ni una víctima para que la literatura te atraviese.
Hoy vivimos bajo el influjo del exitismo y las redes sociales. ¿Qué lectura hacés de ese fenómeno?
Hay una gran visibilización de gente muy distinta. Lo cierto es que la ignorancia se disemina más fácil que la sabiduría. No es algo nuevo: Hitler ganó elecciones sin YouTube. Lo que cambia ahora es la masividad de la difusión.
Y sí, existe un interés económico en mantener la ignorancia, porque facilita la llegada de líderes autoritarios. Pero también aparecen espacios de calidad: filósofos, divulgadores, académicos que encuentran un público. Para mí, YouTube es un poco la radio de nuestros días.
¿Qué significa para vos participar por primera vez en la Feria del Libro de Salto?
Es un honor. Conozco Salto de pasada, nunca estuve de forma prolongada, así que me emociona poder estar en contacto con los lectores de allí. Me parece maravilloso que exista una feria del libro en la ciudad.
Creo que deberían hacerse en todo el país, porque acercan la literatura a la gente. Me encanta ese momento en que alguien te pide que firmes un ejemplar: el libro deja de ser anónimo y pasa a ser un objeto personal, cargado de vínculo.
Tu novela Sobre esta tierra habla de la construcción de una casa, pero también de algo más profundo. ¿Cómo la describirías?
Es la historia de una mujer que decide levantar su vivienda con pocos recursos. En ese proceso también se construye a sí misma: reflexiona, aprende, se transforma. La casa es lo que la une y la separa de la tierra. Me interesaba mostrar esa conexión con lo natural y lo cotidiano. Hay toques de novela negra, pero son apenas guiños de género. Lo esencial es el vínculo entre identidad y territorio.
¿Cómo incorporás la tecnología en la trama?
La protagonista está construyendo su casa en un lugar aislado. Para resolverlo todo depende del celular: desde pedir consejos a amigos sobre tornillos hasta buscar materiales más baratos. Incluso el drama de quedarse sin batería se vuelve central, porque sin carga no sabe si llega el proveedor, si pasa el ómnibus. Eso que parece banal refleja los dramas cotidianos de cualquiera.
¿Qué esperás que el público de Salto encuentre en tu obra?
Espero que se encuentren con un espejo de sus propias vidas. Que reconozcan que lo cotidiano también es materia literaria. Que no es necesario vivir una epopeya para que una historia tenga valor. Y, por supuesto, espero que la feria potencie la lectura, que sea un punto de encuentro entre autores y lectores.
La visita de Lalo Barrubia a la Feria del Libro de Salto es una invitación a pensar la literatura como herramienta de memoria, identidad y reflexión colectiva. Su mirada sobre los personajes comunes, la tecnología en la vida cotidiana y el poder de la palabra escrita confirma que los libros siguen siendo un espacio de resistencia frente al exitismo y la ignorancia.