Un caso sin precedentes en Salto:
Es realmente llamativo que siga pasando el tiempo y el hecho no tenga la atención y la trascendencia que amerita, considerando que se trata de una estafa que por su magnitud, no tiene precedentes en Salto. Estamos hablando de la estafa de la que fue víctima una reconocida empresa de nuestro medio (óptica) a manos de un funcionario «de confianza», maniobra descubierta y denunciada como corresponde en el mes de agosto de 2022. Es un caso que bien podría calificarse como histórico, además de sumamente grave por supuesto.
EL PUEBLO estuvo al tanto desde el primer momento pero, siguiendo la sugerencia de personas cercanas al caso, no se hizo público en aquel momento por ser más conveniente para la investigación misma aguardar su avance.
No obstante, ya transcurrió nada menos que un año y medio de haberse descubierto (y comprobado) lo medular del asunto, y sin embargo el ritmo de actuación de Fiscalía sigue siendo muy lento. Es por ello que, en acuerdo con algunas de las partes involucradas, este diario opta ahora por dar a conocer el hecho con detalles. Al menos, con los que están disponibles a partir de la investigación periodística propia.
UN EMPLEADO “DE CONFIANZA”
La óptica en cuestión tiene casi 30 años de estar instalada en Salto (aunque su propietario no es salteño) y no tiene sucursales. Ubicada en pleno centro de la ciudad, durante muchos años fue atendida por un empleado que terminó traicionando la confianza de su empleador, y estafándolo durante varios años, hasta totalizar aproximadamente 5 o 6 millones de pesos. No es fácil determinar el monto exacto de la pérdida, ya que la estafa se fue haciendo sutilmente durante varios años, muy bien planificada y mediante el desvío de ingresos hacia otras cuentas bancarias, explicaron los principales de la óptica. El empleado gozaba de tanta confianza en la empresa, que era él quien siempre estaba al frente de la misma, a los ojos del público, por lo que muchas veces hubo gente que pensó que se trataba del propio dueño. Ahora, este hombre aun estando procesado, abrió una empresa (en el mismo rubro) en otro punto de la ciudad.
UN HOMBRE PROCESADO Y UNA MUJER FORMALIZADA
Es cierto que ese empleado (de iniciales M.P.) ya fue “procesado sin prisión por apropiación indebida”, y su cómplice, una mujer que también se desempeñaba en el trabajo junto a él, fue “formalizada por cohecho”. Pero entienden las víctimas y sus abogados, que el caso no avanza como debería hacerlo. Es claro que el tema no está cerrado y se espera que haya más personas procesadas y/o una pena mayor para los ya señalados anteriormente.
«¿Qué pasa con la Fiscalía?», se preguntan los damnificados. Incluso en algunas de las otras partes acusadas, actúa como defensor un abogado que -según manifestaron a este medio personas allegadas- «mete miedo a la gente de Fiscalía, a tal punto que han tenido que denunciarlo por desacato, lo que enlentece todo y por eso se ha dilatado tanto este asunto en el tiempo».
LA MANIOBRA
Al parecer la maniobra era la siguiente: el dinero que ingresaba mediante las compras realizadas con cierta tarjeta (que por ahora preferimos no mencionar), no iba a la cuenta de la óptica sino que el empleado ahora procesado lo desviaba hacia otra cuenta y el dinero era recibido por personas que estarían en Montevideo. Esto ha llevado además a que un hombre con alto cargo en la sucursal Salto de esta tarjeta, también esté siendo investigado y pueda recibir la correspondiente pena. No es de dudar, se explicó a EL PUEBLO en algún momento, que la carátula cambie de “Apropiación Indebida” a “Asociación para Delinquir”. Pero son todas cosas que deberá determinar la Justicia, una Justicia que las víctimas entienden, insistimos, no avanza con la celeridad que la gravedad del caso amerita. Porque además, entre tantas otras, hay una pregunta que cae por su propio peso: ¿qué pasa con el dinero de varios millones que le fue robado a la empresa?
