El SUL celebró 54 años de su creación
El pasado 3 de mayo se celebraron los 54 años de creación del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).
El presidente de la institución, Miguel Sanguinetti recordó que en el año 1966 “unos pioneros” crearon el SUL, y homenajeó a Jaime Scremini quien fue el primer presidente, también a su padre que fue uno de los firmantes representando a su raza; Merlin, también recordó a Enrique Urioste que, “a sus 93 años está a la vuelta”, y de la misma forma homenajeó a todos los técnicos y los funcionarios que han pasado por el SUL y a aquellos que “tuvieron algo que ver poniendo el hombro muchas veces dejando su tiempo para ayudar al SUL; a la oveja”. Recordó que en el año 1966 había en el país 8 millones de ovinos y llegaron a haber más de 26 millones en la década del 90, luego vino la crisis de la lana. Agregó que si hoy tenemos 6.400.000 “podemos revertir la situación y volver a buenos números”, si bien “no vamos a llegar a 26 millones, en Uruguay puede haber 10, 12 o 14 millones de ovinos”, dijo a Actualidad Agropecuaria”.
Comentó que en los últimos años se han ido jubilando técnicos muy importantes y se ha ido amalgamando los veteranos con los jóvenes, éstos aprendiendo de los más veteranos y con toda la experiencia de haber estado tantos años en la institución por lo que ese recambio se ha hecho muy bien y le está haciendo bien a la institución y a su vez a la oveja, de manera que “eso es lo más importante”.
Como presidente, manifestó que está muy conforme con el proceso que se ha dado y a la vez llamó a los técnicos que están jubilados a “que nos acompañen y poder absorber de toda su experiencia y todo lo que saben”. A propósito de lo cual comentó que se están realizando algunos trabajos y “ver cómo lo vamos a plasmar en los papeles”.
Respecto a la actualidad del rubro, Sanguinetti comentó que la pandemia ha afectado al rubro, fundamentalmente en cuanto a la lana, ya que no es un producto de primera necesidad como la carne. No obstante resaltó que el panorama “no es malo porque el mundo ha tenido un parate y nos hemos dado cuenta que la contaminación que hacíamos cuando andábamos a mil por hora es tremenda”. En ese sentido, mencionó que cuando uno tiene una prenda de poliester y la pone en una máquina de lavar, hay microfibras que se desprenden que son producto del petróleo y terminan en los océanos afectando a los peces pero también al ser humano. Por ello consideró que “las prendas naturales como la lana van a tomar una importancia superior”. Añadió que los mercados se van a ir trabajando con el correr de los días, y “de a poco los negocios se van a ir formando”.
En otro orden comentó que si bien el trabajo de campo por parte de los técnicos está muy mermado, se trata de estar en contacto con los productores, evaluando cada situación y con las nuevas tecnologías para que todo siga funcionando. “Estamos con ansias que esto pase para ponernos a trabajar fuerte que es lo que más queremos”, expresó.