…no vamos a permitir que este experimento de coalición reaccionaria tenga éxito, ni que su resultado sea tomado como ejemplo para aplicarlo en otros lugares del país.
– Juan Carlos Gómez, presidente de ADEOMS
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Un discurso partidario en la Plaza Treinta y tres que llama al boicot contra el gobierno electo
El pasado martes 12 de agosto, en el marco del paro convocado por el PIT-CNT, el presidente de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales de Salto (ADEOMS), Juan Carlos Gómez, utilizó el escenario de la plaza de los Treinta y trés Orientales para lanzar un mensaje abiertamente político-partidario.
Lejos de limitarse a reivindicaciones laborales, Gómez instó a los trabajadores municipales a boicotear la gestión del actual gobierno departamental, electo democráticamente por la ciudadanía salteña. Sus palabras fueron contundentes: “…no vamos a permitir que este experimento de coalición reaccionaria tenga éxito, ni que su resultado sea tomado como ejemplo para aplicarlo en otros lugares del país.”
Esta afirmación, más allá de su carga ideológica, revela un peligro latente: la voluntad explícita de impedir el funcionamiento normal de un gobierno por motivos partidarios, desconociendo la legitimidad que le otorgó el voto popular. Un mensaje así no solo erosiona la institucionalidad, sino que promueve la idea de que los resultados electorales pueden ser desafiados por medios de presión ajenos al debate democrático y al voto popular.
La situación debería encender las alarmas en la ciudadanía y hacernos reflexionar sobre un tema escencial: ¿Es función de un sindicato opinar sobre política partidaria y desconocer el mandato ciudadano?
En definitiva, el debate trasciende la figura de Gómez. Lo que está en juego es el límite entre la legítima defensa de los derechos laborales y el uso del poder sindical como herramienta para forzar objetivos políticos que no lograron imponerse en las urnas.
Gómez hizo bien en destacar, en su último comunicado, que “73 años de historia no se pisotean así nomás…”. Sin embargo, su mismo argumento debería llevarlo a reconocer que la voluntad expresada por más de la mitad de la población salteña en las urnas pesa aún más que cualquier trayectoria institucional. La defensa de la historia y de los trabajadores no puede convertirse en un pretexto para desafiar un mandato democrático.
En el comunicado emitido por ADEOMS bajo el título “Alerta Roja”, el gremio denuncia la falta de voluntad de diálogo del intendente frente a las propuestas sindicales, particularmente en relación al posible cese de casi 300 trabajadores. Sin embargo, el tono del mensaje y la inmediata declaración de asamblea permanente reflejan un clima de confrontación que, lejos de construir puentes, amenaza con profundizar la grieta entre el gobierno departamental y el sindicato.