El pasado fin de semana hablábamos del gran movimiento que retomó la ciudad tras el retorno del fútbol a las canchas. Este fin de semana, lo mismo. Incluso casi todos los barrios se vieron alegrados por grupos de hinchas que se trasladaban a pie de un lado a otro con sus batucadas.
Y hacíamos notar también, que desde el punto de vista económico esto trae un alivio a varios sectores. Un ejemplo es el transporte. El propietario de un ómnibus, nos comentaba ayer que el traslado de planteles de fútbol de un lugar a otro de la ciudad “es una buena zafra que se extrañaba”. Lo mismo ocurre con quienes tienen camiones y vehículos similares.
En la mañana de ayer, personas durmiendo en el suelo, bolsos, frazadas, cajas de cartón…todo ocupaba no menos de 15 o 20 metros contra uno de los galpones de AFE, en la Zona Este. Problema grave por donde se lo mire. La imagen era lamentable tanto para quienes transitaban por Avda. Batlle-Barbieri como por Blandengues (por ejemplo quienes descendían de un ómnibus en la terminal), pero más grave resulta si se piensa en el estado de esas personas, en ese momento y en su vida en general.
Una persona que estaba de visita en Salto, ayer a media mañana se quejaba porque quiso llegar por la costanera hasta la zona del Ayuí y “los vidrios desparramados en la calle eran algo impresionante, casi imposible pasar, no sé qué cantidad de botellas rotas había”. Una pena.
