
Con la emoción de un regreso histórico, la raza ovina Lincoln volvió a estar presente en la Expo Prado tras medio siglo de ausencia en la pista. Y lo hizo de la mejor manera para Cabaña La Matrera, de Jorge Enrique Machado Pereira, que obtuvo el Gran Campeón y la Gran Campeona en Pedigrí. En Puro de Orígen la única ejemplar fue una hembra expuesta por la cabaña argentina La Reforma de Zeberio Hnos.
“Es una gran satisfacción, porque es la primera vez que ingresamos al Prado como expositores y lograr estos premios es un sueño cumplido”, expresó Machado, quien subrayó el apoyo recibido desde Argentina, donde la raza mantiene una fuerte presencia.
La cabaña, con apenas dos años de trayectoria, se nutrió de genética de la tradicional cabaña La Reforma de los hermanos Zeverio, en Ayacucho (Buenos Aires), considerada una de las cunas del Lincoln.
Machado explicó que su elección por la raza no responde a la moda, sino a una historia familiar: “Mi abuelo y bisabuelo fueron criadores de Lincoln. Además, es una herramienta fundamental para nuestro ambiente, muy útil para limpiar los campos y con una rusticidad insuperable”.
Virtudes de la raza
El criador destacó que el Lincoln se adapta con facilidad a distintos ambientes, incluso en campos húmedos y marginales como los que tiene en su establecimiento en Treinta y Tres, séptima sección, en las costas del río Cebollatí.
“Es una raza muy fértil, rústica, de bajo requerimiento de mano de obra, y eso hoy es clave. Requiere poco mantenimiento y responde a los cuidados. Lo que vieron en pista es el resultado de un manejo sencillo, aunque obviamente este acontecimiento exigía un plus”, señaló.
En cuanto a su producción cárnica, describió que se trata de un cordero medio, con potencial premium, que logra buenas ganancias tanto en sistemas intensivos como en campos más limitados. “Para el fin que la quieran, la van a encontrar. Es productiva y muy fértil. De hecho, tenemos casos de corderas que se preñaron precozmente y ya a campo dieron cría. Eso refleja la precocidad de la raza”, apuntó.
Un regreso con proyección
Para Machado, el retorno del Lincoln al Prado marca un hito y una oportunidad de reposicionar una raza que fue base de muchas otras en Uruguay: “Si es histórica, es por algo. Queremos que vuelva a ocupar un lugar en la ganadería nacional”.