Lucía Perdomo, presidenta de la Sociedad de Criadores de Hereford, evaluó la reciente Expo Prado y destacó la impronta del jurado, la calidad genética y el rol de la raza en la competitividad de la carne uruguaya.
Al culminar una nueva edición de la Expo Prado, Lucía Perdomo se mostró satisfecha con la jura de Hereford, resaltando que el jurado puso el acento en la productividad.
“Premió a los animales con mucha carne, músculo y sin defectos, que pudieran desempeñarse bien en lo productivo. Fue un jurado muy claro, con un criterio sostenido durante toda la pista, lo que dejó muy bien parada a la raza, como corresponde”, señaló.
Productividad y rumbo de la raza
Consultada sobre si la visión del jurado coincide con la gremial, Perdomo fue categórica: “Sí, va en la línea de lo que buscamos: animales carniceros, funcionales, que se desplacen bien, con facilidad de parto en hembras y con capacidad de producir. Por ejemplo, castigó a algún toro por la producción de leche, pero lo importante es que mantuvo coherencia en su criterio y eso refleja lo que la mayoría de los productores valoramos”.
También recordó que el Hereford ha sido clave en la historia exportadora del país: “Sabemos que las carnes uruguayas se hicieron conocidas en el mundo gracias al Hereford, y la raza sigue teniendo un lugar fundamental en las góndolas más selectas”.
Cantidad, calidad y visitantes sorprendidos
La presidenta destacó la participación de las cabañas, tanto en número como en calidad de animales: “Cada año nos sorprende más el nivel genético. Este Prado tuvo una delegación de argentinos como nunca había visto, además de muchos brasileños, todos impactados con lo que vieron en la pista. El Hereford uruguayo hoy está muy bien posicionado a nivel mundial”.
Carcasas, mercado e industria
Respecto al debate entre productores, industria y criadores sobre peso de carcasa y funcionalidad, Perdomo defendió el presente de la raza: “El Hereford se ubica muy bien. Tenemos animales con carcasas pesadas, que responden a lo que pide la industria y el mercado, pero sin dejar de lado a la vaca que le importa al criador. Históricamente, la vaca invernada dio liquidez al negocio. Hoy el ternero tiene otro valor, pero el equilibrio sigue siendo importante. La raza responde a todos los frentes: industria, mercado y criadores”.
Genética, información y sustentabilidad
Perdomo subrayó el valor de la información generada por la raza, especialmente desde la estancia Kiyú: “Son 50 años de prueba pastoril y más de 10 evaluando eficiencia de conversión. Hemos invertido mucho en datos objetivos de calidad, que después se transmiten a las generaciones. Sabemos que estos animales consumen menos para producir lo mismo, lo que también significa menor emisión de metano. Estamos a un nivel de investigación muy importante, y el Hereford sigue liderando en ese campo” concluyó.