El intendente Carlos Albisu anunció el envío a la Junta Departamental de una solicitud de financiamiento a 20 años para reestructurar deuda y financiar obras. En la oposición, el edil Juan Pablo Rocca (FA) adelantó que su fuerza política buscará una postura unánime, pero criticó el «diálogo ríspido» que mantiene el oficialismo.
El Gobierno Departamental movió la pieza más importante de su estrategia financiera. El intendente Carlos Albisu anunció la presentación a la Junta Departamental de una solicitud de financiamiento a largo plazo, por un monto máximo de 60 millones de dólares en Unidades Indexadas, con un plazo de repago de hasta 20 años. Según explicó el jefe comunal, el objetivo es “empezar a cambiar el rumbo de Salto” y “salir del estado casi de parálisis”.
La propuesta, que inevitablemente marcará la agenda política del quinquenio, necesita mayorías especiales para su aprobación. Al superar el período de gobierno, la Intendencia requiere los votos de dos tercios del legislativo (21 ediles), una cifra que la Coalición Republicana (con 18 curules) no posee. La negociación con el Frente Amplio será clave.
Albisu prometió que “más del 55% de los recursos se destinarán exclusivamente a obras y mejoras de servicios” y que se enviará un Plan de Inversiones 2026-2030 antes de la votación, buscando “reordenar las finanzas” y reestructurar una deuda heredada que, según el oficialismo, supera los 50 millones de dólares.
El Frente Amplio buscará votar en bloque
El edil del Frente Amplio y secretario de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Junta Departamental de Salto, Juan Pablo Rocca, confirmó que su fuerza política aún no ha recibido formalmente el proyecto. Pese a esto, señaló que el FA ya comenzó a discutir el tema políticamente «desde hace unas semanas», entendiendo que se trata de un asunto sensible.
Rocca adelantó cuál será la estrategia política de la oposición: el objetivo es «votar en bloque«. Explicó que el FA trabajará para alcanzar una postura por unanimidad, sea por sí o por no. “El objetivo político es trabajar en bloque”, remarcó, indicando que las negociaciones serán como bancada y con el respaldo de la fuerza política, buscando la «responsabilidad colectiva» por encima de las posturas sectoriales o individuales.
El edil frenteamplista insistió en que su partido se tomará los tiempos necesarios para «escuchar todo» antes de tomar una definición sobre un crédito que calificó como «un monto muy importante» que debe analizarse «muy en frío«.
Una visión crítica
Consultado sobre la postura de su sector, el Partido Socialista, Rocca admitió que hoy mantienen una «visión bastante crítica» sobre la propuesta. Cuestionó la lógica de «patear la deuda» a 20 años, generando un «efecto dominó» que comprometerá a cuatro administraciones futuras.
Contrapuso esta nueva deuda con la situación actual del Fideicomiso Daymán. Recordó que solo restan 6 cuotas de ese fideicomiso, las cuales, según afirmaron las propias autoridades del gobierno en la Junta Departamental, son «sumamente manejables« y la Intendencia «llegan tranquilamente a pagar» gracias a los ajustes realizados.
Para Rocca, este gobierno debería ser uno «de transición» administrativa, enfocado en finalizar el fideicomiso actual para que la próxima administración, «indistintamente quién sea el gobierno«, pueda discutir un plan de endeudamiento a largo plazo con las finanzas saneadas.
Un diálogo «ríspido»
Más allá de los números, Rocca puso el acento en el clima político como el principal escollo para la negociación. Consideró que el diálogo entre el oficialismo y la oposición «está un poco ríspido» tras los últimos acontecimientos y los consecutivos llamados a sala.
Lamentó el tono de la discusión del pasado miércoles (en referencia al llamado a sala por el caso Texeira Núñez), donde sintió que el debate se centró en «quién era el partido político menos malo« en lugar de buscar aprendizajes o correcciones.
El edil fue duro con la postura del gobierno en esa instancia. “Yo me quedé con la sensación de que se justificó el nepotismo, que se justificaron cosas que están mal”. Criticó que se «banalizaban» conceptos como la ética y la moral.
En su opinión, esa «justificación de aquellas cuestiones que están mal« es un pésimo punto de partida para quienes ahora deben «tender los puentes» y demostrar responsabilidad para conseguir 21 votos. Sostuvo que si el gobierno hubiera corregido el error (sustituyendo al funcionario), habría sido «sumado un punto para sentarse a dialogar«, pero «eligieron otro tipo de camino«.
La llave está en la oposición
El escenario aritmético es claro: la Coalición Republicana cuenta con 18 ediles y necesita alcanzar una mayoría especial de 21 votos para que la solicitud de crédito sea aprobada. Al no contar con esos números por sí mismo, el Gobierno Departamental depende ineludiblemente de, al menos, tres votos provenientes de la bancada del Frente Amplio. Esta dependencia otorga a la oposición un poder de negociación central en el proyecto más ambicioso de la administración Albisu. El debate comparará inevitablemente esta propuesta con el Fideicomiso Daymán solicitado en 2015, que ascendió a mil millones de pesos con un plazo de 15 años y del cual restan seis cuotas, mientras que esta nueva línea de crédito duplicaría con creces el monto y extendería el plazo de pago a 20 años.









