Días atrás un familiar que vive en España desde hace algunos años, nos contaba que quienes circulan en bicicletas por las calles o rutas de aquel país, al llegar a una senda peatonal deben bajarse de la misma y cruzar la senda con la bicicleta al costado.
Téngase en cuenta que España no es considerada entre los países que presenta un tránsito ordenado y respetuoso, por lo tanto varios países europeos más deben de presentar las mismas o mejores condiciones en el tránsito, porque según nos decía nuestro informante, las multas no son baratas precisamente y se cobran rigurosamente.
No nos contamos entre quienes entienden que lo europeo siempre es mejor. Pero sin duda que en casos como el que nos ocupa, evidentemente que lo es.
Pensamos en nuestro tránsito donde hallar “alguien” que acepte ir detrás de otro vehículo es absolutamente inusual.
Las motos, el vehículo más frágil que suele transitar por nuestras calles y carreteras, muestran habitualmente todo tipo de irregularidades, cundo no carece de luz, le faltan señaleros, el casco de sus ocupantes o el chaleco refractario.
Ni que hablar de quienes transitan por la banquina. Un lugar no habilitado pero que en la selva que es hoy el tránsito y la falta de control, de hecho parece entenderse que está habilitado.
Ni que hablar de los conductores de grandes vehículos (no todos por supuesto), que suelen meterlos en el primer lugar que vean, aunque las normas no se lo permitan.
A todo esto se agrega el hecho de que cualquier conductor parece verse en la obligación de sobrepasar a quien circula adelante y hacerlo en cualquier lugar y de cualquier forma.
Días pasados se produjo un “accidente” (en realidad un siniestro) en cadena en un lugar donde nunca debiera haber accidentes. Vale decir en una rotonda donde cualquier vehículo está obligado a detenerse, respetando la prioridad de quien se halla dentro de la misma circunvalando.
Es una muestra más de la impaciencia que se ve a diario y sobre todo de la falta de respeto a las normas de tránsito. Mientras no asumamos el deber de respetar las normas y quienes deben hacerlas respetar no se preocupen por hacerlo frente a cualquier irregularidad, no tendremos un tránsito ordenado y tranquilo como debiera ser.
No estamos pidiendo multas y sanciones a granel, pero si que se eduque en el cumplimiento de las ordenanzas del tránsito y se sancione con rigurosidad .
A.R. D.
