Parecería que no sería necesario aclarar que la actividad política en una democracia tiene a la gente como prioridad, porque la fuente de poder es el propio pueblo. Son los ciudadanos los que transfieren el poder a los gobernantes y estos le deben por tanto obediencia.
Lamentablemente, a veces los dirigentes políticos y ahora se nota más en la medida que están en campaña electoral, se olvidan de ello y empiezan a aparecer soluciones mágicas.
Desde este espacio queremos aportar a atacar los problemas que son de la gente, como son los del mundo del trabajo, principal fuente de sustento de los salteños.
Los temas vinculados a la producción, comercio, mercado laboral y desarrollo territorial en sentido amplio son temas de interés general y están dentro de las principales preocupaciones de los ciudadanos.
Salto se ubica desde hace varias décadas entre los departamentos de Uruguay con menor Índice de Desarrollo Humano. Apelando al ciclismo, que se ha puesto de moda por “los malla oro” y por ser la Semana de la Vuelta, suele ubicarse en el camión de los rezagados, junto con Artigas, Cerro Largo, Rivera.
Asumir la realidad, estudiarla y entenderla, parecerían ser de las cosas más elementales para luego pretender cambiarla. Poco favor nos hacemos si nos seguimos creyendo los cantos de glorias pasadas, reales o imaginarias.
Uno de los desafíos de trabajar en desarrollo, es que en general se requiere continuidad en las políticas y los tiempos requeridos para tener resultados exceden largamente los ciclos electorales y los períodos de gobierno.
En esa situación se encuentra el desarrollo de la citricultura. Esta actividad comienza una corriente de exportación importante en la década de 1970, siendo su destino principalmente Europa durante muchos años. Desde entonces hemos gozado y sufrido diversos periodos de auge y crisis.
En el año 2013, luego de muchos años de trabajo, siendo Mujica presidente y con el Ing. Tabaré Aguerre al frente del MGAP, se logró la apertura del mercado de EEUU para los cítricos de Uruguay. Se vaticinó en aquel momento que ese hecho abría la oportunidad a nuevas inversiones en el sector citrícola, generando muchas oportunidades de trabajo.
Hoy, más de 10 años después podemos decir que esos augurios fueron correctos. Lo muestran los números de exportación por destino. Y también las inversiones que se han generado a nivel de plantas de empaque, y sobre todo en nuevas plantaciones lo están demostrando. No solo de cítricos, sino además se han incorporado otros cultivos, por ejemplo cultivos de palta y caquis. Es interesante recorrer la zona de El Espinillar, Colonia Palma, o la Ex Calvinor.
Estas son cosas concretas logradas, pero los desafíos y la necesidad de seguir haciendo no terminan nunca.
Seguramente el mayor desafío actual del sector, y el que los desvela, es el problema del HLB. Esta es una enfermedad bacteriana que mata los cultivos y que ha provocado pérdidas enormes en Florida (EEUU), Brasil, y otras zonas productoras. En Uruguay por el momento se lo ha encontrado en plantas de traspatio en Bella Unión, no en los cultivos comerciales. Es una amenaza enorme, pero también es una oportunidad en la medida que se logre demorar su ingreso, y eventualmente mitigar los daños.
Pero además hay otros desafíos, que no debemos dejárselos solo para que los aborde el sector privado, el mercado por sí solo no los va a solucionar, no le interesa o no puede hacerlo, ¿Es posible la integración de pequeños y medianos productores en la cadena citrícola de exportación? ¿Será posible atender la demanda creciente de mano de obra para cosecha y empaque cuando los cultivos actuales lleguen a plena producción? ¿Vamos a invertir en la preparación y formación de las personas para los nuevos trabajos que se generen? ¿Vamos a aprovechar esta oportunidad para incluir en el mercado de trabajo formal a cientos o miles de salteños y salteñas que hoy se encuentran excluidos? ¿Estamos previendo las necesidades de inversión pública en infraestructura, por ejemplo caminería o vías de tren junto a otros servicios que serán necesarios para transportar el personal y las miles de toneladas que estarán saliendo primero de los predios y luego de los packing hacia los mercados?
En definitiva, no hay soluciones mágicas que resuelvan todos los problemas de un día para el otro; nosotros proponemos definir políticas a largo plazo que nos eviten seguir entrando en la quimera de las propuestas que no superan los titulares, como por ejemplo los puertos de barcazas.
Desde la Política aportemos al debate serio y a la generación de propuestas reales. Defendamos el trabajo, defendamos la producción, defendamos los intereses de la gente.









