En la pasada sesión de la Junta Departamental, el Edil Mateo Gularte realizó dos reclamos, ambos vinculados al tránsito.
Primero se refirió a la situación de los semáforos que se encuentran en la Av. Manuel Oribe, en su intersección con Pascual Harriague, en frente a la seccional Cuarta de Policía. Dichos semáforos hace varios años que no funcionan y la intendencia nunca los volvió a reparar.

Gularte expresa que “Hay una situación muy particular en ese lugar, porque próximo a esa esquina, hay una parada de ómnibus, donde las personas que viven en Barrio Artigas cruzan la avenida para tomar la Línea 7. Pero también y más que importante, es muy utilizada por estudiantes del Liceo Nº7, que toman la línea municipal o también líneas privadas que vienen de diferentes zonas del cordón hortifrutícola, para concurrir a clases.
La falta de algún regulador de tránsito (semáforos, cebras, reductores de velocidad, etc.) en esa esquina, hace que los vecinos, los profesores y sobre todo los menores que van al liceo, cuando atraviesan la calle, estén expuestos. Dado que es una curva donde generalmente se la toma a gran velocidad, y no tienen en ningún momento la preferencia, teniendo que cuidar que no venga ningún vehículo para poder cruzar.
Quizá existe una buena justificación para que los semáforos no estén en funcionamiento, en caso de que no sean de utilidad en ese lugar, creemos que lo mejor sería trasladarlos a otra zona donde hagan falta.
Es muy necesario que se intervenga a la brevedad en el lugar, ya sea arreglando los semáforos, poniendo una cebra, o con la medida que desde la dirección de tránsito se crea indicada.
Por otro lado, también expresó que , primero como ciudadano y después en representación de muchas personas que me lo hicieron saber, acerca de la desconformidad con el operativo realizado por los Inspectores de Tránsito en la Expo Salto, el día domingo 02 de octubre. La verdad que fue una vergüenza. Poner 4 inspectores solamente, con la cantidad de personas y vehículos que había esa noche, es de una falta de coherencia total. La Intendencia no estuvo a la altura de las dimensiones del evento, no hubo fluidez en la salida, se generaron embotellamientos, con demoras de hasta 45 minutos. Claramente no es culpa de los inspectores que hacían lo que podían, sino de la dirección por no enviar más personal.
Espero que se pueda coordinar mejor para la próxima edición de la Expo, o para cualquier otro evento de tal envergadura, finalizó