Apuntes en Borrador

Edición Año XVII N° 865, lunes 10 de junio de 2024

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COMPRENDER. Es tan verdad que hay gente que se dedica a la actividad política que no hace otra cosa que desmerecerla, como gente que cada día se despierta pensando en cómo cambiar y mejorar la calidad de vida de las personas, con verdadera vocación de servicio.

Lamentablemente en este mundo que vivimos, rinden y prosperan mucho más las malas noticias que las buenas. Como que son más tangibles y medibles que las buenas acciones. Por ejemplo, ¿por qué existe una estadística que habla de los homicidios que se cometen en nuestra sociedad y no de las vidas que salva el accionar de las autoridades? ¿Por qué en pandemia se contabilizaban las vidas que se perdían y no las que se salvaban? Y así podríamos seguir infinitamente con cada aspecto de nuestras vidas.

Lo mismo ocurre con nuestros políticos. Lo negativo nos lleva a naturalizar esas malas acciones, lo que provoca que nos desentendamos de las cosas porque creemos que al no tener solución, siempre será así. Sin embargo, justamente es en la política donde la solución suele estar en nuestras manos, sobre todo en estos tiempos, cuando somos llamados a tomar decisiones y a elegir a quiénes creemos son los mejores políticos para conducir los designios del país y del departamento por los siguientes cinco años. Y si nos equivocamos, bueno, no hay problema, porque tendremos la chance de corregir nuestro error en cinco años y volver a votar, pero esta vez para sacarlos.

Liliana Castro Automóviles

Es de ahí la importancia de concurrir a votar en estas elecciones internas aunque no sea obligatorio hacerlo, porque se trata del primer mojón de depuración, porque de lo contrario, si no vamos, otros tomarán la decisión por nosotros, permitiendo elegir a aquel o aquellos políticos que pensamos que le hacen daño a la actividad política del país y a Salto.

Es así que en lugar de apedrear el rancho desde la vereda de enfrente, deberíamos ingresar al mismo y tratar de mejorarlo desde sus estructuras, haciendo que nuestro voto valga, porque si en definitiva opinamos que la actividad política es mala porque hay políticos que son malos, la responsabilidad ya no será de ellos solamente sino fundamentalmente de nosotros. Nada más y nada menos.

***

IMPORTANCIA. De ahí la importancia de concurrir a votar, no porque sea una obligación moral o ciudadana con nuestra sociedad, como nos dicen, sino porque en esencia, se trata de una obligación para con nosotros mismos.

El seguir mirando para el costado naturalizando algunas cosas no hará que estas desaparezcan o mejoren como por arte de magia, sobre todo porque la magia no existe, lo que hay son ilusionistas que nos hacen creer que la magia existe.

Repito, estará solo en nosotros terminar con aquellos encantadores de serpientes y vendedores de espejitos de colores cortando su carrera de payadores y devolverlos a donde jamás debieron dejar de estar, en el Prado (ponele y sin ánimo de faltarle el respeto a los grandes payadores que nuestro paísito ha llegado a tener).

Hasta la semana que viene… y tilo pa’la barra!

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