En el marco de un ciclo de charlas y talleres – el próximo viernes 27 de septiembre a las 20 horas en la Sala de Inclusión Digital del quincho de barrio Artigas, el Conferencista Oscar Medina hará una disertación sobre “Gnosis como Psicoterapia”.
La Gnosis como Psicoterapia resulta extraordinaria, en estos tiempos donde
todo corre tan deprisa, los problemas nos sorprenden y en la mayoría de los casos nos desbordan completamente.
No estamos preparados para resolver ciertas circunstancias de la vida y caemos en la depresión y el conflicto.
Aparecen los famosos trastornos Somatomorfos entre otros.
Esas patologías que no tienen un fundamento orgánico sino que son el resultado de un problema de la mente que se somatiza y el cuerpo aqueja un problema de origen psicológico.
Las relaciones familiares, de pareja, laborales, las amistades etc, pueden ser muy conflictivas y hasta nocivas para la salud si no tenemos las herramientas adecuadas para enfrentar los problemas que van surgiendo a diario.
Partimos de la base de que somos lo que hay en nuestra mente.
Dice el budismo: la mente es tan poderosa que nos convertimos en lo que pensamos, esto lejos de ser un mensaje etérico para una vida espiritual es la más cruda realidad”.
“Somos lo que hay en nuestra mente, somos un conjunto de creencias que fuimos formulando a lo largo de nuestras vidas y esas creencias nos llevan a tener determinado comportamiento.
Muchas son ciertamente irracionales, más instintivas que otra cosa y nos conducen a comportamientos disfuncionales que a la corta o la larga nos traen terribles complicaciones.
Todo lo que hacemos, es en relación a dos grandes principios que se manejan en terapias del comportamiento lo Cognitivo-Conductual.
Cognitivo: las creencias que tenemos en la mente, las ideas, los aprendizajes que hemos adquirido.
Conductual: son las acciones que realizamos en función de esos procesos psicológicos.
También cumple un rol importante el aspecto ambiental, el entorno, el ambiente. Aquí se cumple uno de los grandes postulados de la Gnosis: “somos imanes psicológicos atraemos las distintas circunstancias de vida por cómo somos internamente”.
Este aspecto de lo ambiental es tremendamente influyente en la conducta y viceversa, la conducta influye en el ambiente.
Es un error muy común intentar cambiar el ambiente sin modificar primero nuestra forma de pensar.
El cambiar nuestra forma de pensar a pensamientos armoniosos y equilibrados, nos conduce a escenarios productivos, beneficiosos y a conductas funcionales.
En cuanto a las situaciones y el conflicto para superarlas.
Las situaciones no son en sí el problema, el problema es el análisis mental que hacemos nosotros de esa situación, muchas veces inflada por nuestra percepción. Nos quejamos por cosas que no tienen un significado real en nuestras vidas. Muchos se sienten morir por la indiferencia de un ser querido, por la soledad, porque el dinero no alcanza, por la rebeldía de un hijo, por una discusión en el trabajo, porque no han podido alcanzar ciertas metas etc. Hay mucho de irracional en algunos casos, obviamente que cada caso amerita un estudio de fondo y un diagnóstico especifico.
En definitiva la Gnosis invita a que cada uno sea su propio psicoanalista, comprender los distintos factores que causan nuestros conflictos y atacar directamente a la fuente.
La psicoterapia te puede entregar mecanismos para tener conductas funcionales, un parche se puede decir, un pensamiento lógico que quiebre al pensamiento irracional, que deje en evidencia el sin sentido de sus conceptos.
La Gnosis por su parte nos enseña a ir directamente a la causa de ese pensamiento, a observar y analizar al pensador que tenemos dentro. Ese pensador es el YO que genera esa disfunción cognitiva-conductual, lo urgente es comprenderlo y eliminarlo para siempre, sin la necesidad de someternos constantemente a un analgésico psicológico, a una creencia que suplante a otra.
El Yo en nuestro interior no es singular sino plural, tenemos tantos pesadores en nuestro interior como pensamientos emitidos.
No estamos diciendo que la psicoterapia no sirve porque no es así, es una solución a los problemas y conflictos que abundan en nuestros tiempos. Es una herramienta sumamente necesaria y funcional.
Lo que intentamos decir es que si el pensador no es erradicado (el yo psicológico) de nuestras psiquis, sus pensamientos equivocados tienden a volver a expresarse. El reprimir los mismos, someterlos, sin comprenderlos, sin eliminarlos es pan para hoy y hambre para mañana.
La Gnosis como Psicoterapia va más allá de corregir las creencias irracionales sino que nos invita a una profunda reflexión.
No es simplemente otra postura mental.
Las creencias irracionales o las creencias más ajustadas a la realidad, no dejan de ser creencias.
Solo cuando la mente deja de proyectar sus pensamientos en un estado que en el Indostán lo llaman Pratyahara (estado de auto-observación y profunda concentración) es cuando nos preparamos psicológicamente para que advenga lo nuevo, cuando comprendemos de fondo, cuando tenemos realmente un panorama objetivo de la situación.
En ese momento es cuando estamos preparados para erradicar para siempre los estados equivocados.
El Prathyara es quizás la parte más difícil de la auto-reflexión profunda conocida como la Meditación, ya que tenemos que aprender a sustraer los sentidos de la mente.
Esta debe funcionar sin los recuerdos, sin los preceptos, sin los complejos, traumas o temores.
Debe estar libre de las subjetividades, libre de los pensamientos invasivos, de las percepciones y reacciones mecánicas instintivas, para dar lugar a que la conciencia se manifieste con total libertad.
Esto sin dudas como toda cosa que realmente vale la pena en la vida cuesta trabajo pero no es imposible.
Es cuestión de educar la mente para que pueda dejar de pensar y advenga otro estado llamado Dharana (la concentración en un solo punto) el objetivo principal de nuestro psicoanálisis.
Puede ser también alguna realidad que estemos estudiando o que necesitamos comprender.
Entienda querido lector que la concentración nos conduce a la profunda reflexión.
En la primera etapa nos apartamos paulatinamente de los pensamientos y los deseos; en la siguiente etapa, desaparecida la actividad mental, entramos en un estado de tranquilidad y calma.
Este procedimiento nos traslada a estados concientivos, a penetrar en el mundo de la inteligencia innata que cada ser humano tiene en su interior. Esa inteligencia brota de forma natural y se desprende de la conciencia. Tiene relación con nuestro real ser, mas allá de la mente de sus postulados, de las emociones y sus engañosas percepciones, más allá del mundo subjetivo de las creencias, es lo que es, la verdad objetiva de cada situación.
Al fin con una mente disciplinada y tranquila, como ese lago sereno que permite ver el fondo sin la distorsión de las ondas de la superficie, así adviene el estado llamado Dhyana el estado de contemplación y meditación.
Toda la terapia se puede resumir en dos grandes principios a) Profunda reflexión, b) Tremenda serenidad.
Con el tiempo y el ejercicio periódico de acallar la mente para reflexionar profundamente en los grandes misterios de nuestro interior, un día podemos alcanzar esos estados superlativos de la conciencia, una exaltación llamada Satori ó Samadhi, una conexión momentánea con la realidad, un estado de iluminación interior.
Esto se consigue con mucha paciencia, paso a paso, paulatinamente.
En una entrevista radial me preguntaban si con la gnosis llegábamos a la iluminación, a lo cual le respodí: lo principal que quiero que la gente entienda de la Gnosis es que estamos en busca de un sano equilibrio del cuerpo-mente, a través de diferentes técnicas y procedimientos como por ej. la meditación que básicamente es la terapia psicoanalítica por excelencia. Buscamos lo que todos los mortales buscan… ser felices.
Si se dan las condiciones necesarias para que podamos emprender un camino espiritual de trascendencia por supuesto que en nuestros estudios pueden calmar esa sed de sabiduría y conocimientos.
Lo que quiero que quede muy claro es que modificar la conducta, lograr una configuración distinta de nuestra personalidad y poder alcanzar estados de felicidad es sumamente difícil pero tremendamente importante.
No los estamos engañando esto del auto-conocimiento interior es una ardua tarea.
Un desafío extraordinario es para gente valiente y con una personalidad fuerte y decidida a cambiar para superarse.
El conocerse a sí mismo no es imposible, solo que cuesta trabajo”.