Por que la resistencia a usar las cámaras filmadoras personales? Tenemos entendido que existe un sindicato policial al menos, que ha hecho público su rechazo a utilizar las cámaras personales para filmar los operativos que lleven a cabo.
Realmente no entendemos por qué este rechazo. Cuando se sostiene que las nuevas atribuciones han dado mayores garantías a la policía, pretendemos que quede debidamente establecido que estas atribuciones no vayan contra los derechos de las personas que sean detenidas. Esto es que se lo haga en forma correcta y adecuada.
En el fondo lo que está en juego aquí es lo mismo que sosteníamos días atrás. Vale decir que no hay sólo un tipo de policía, el que obra correctamente, que cumple todas las exigencias establecidas tanto para proteger el derecho policial, como los derechos ciudadanos.
Realmente no creemos que los policías que obren correctamente y cumplan con todas las disposiciones vigente se incomoden por la exigencia que se pretende. No entendemos entonces el “por qué” de esta resistencia.
Si no hay nada incorrecto, no lo entenderemos nunca.
Tampoco entenderíamos que un sindicato se volcará a encubrir una incorrección, porque no es lo que entendemos justo, precisamente.
La filmación de los operativos constituiría una garantía, no sólo para el ciudadano, sino también para el propio policía, muchas veces victimas de infundios y de falsedades que quedarían totalmente descartados si hubiera una buena filmación.
Mientras el concepto de la policía que tiene el ministro y las altas jerarquía del Estado sea muy diferente a quienes defienden a los detenidos y a la ciudadanía en general, se producirán estas discrepancias.
Mientras exista esta discrepancia, las medidas que se pondrán en práctica responderán siempre al concepto que tenga la fuerza política en el gobierno, vale decir los responsables de tomar las medidas concernientes a esta temática.
No entendemos porqué no se asume que como hay buenos y malos periodistas, buenos y malos médicos y demás, también hay buenos y malos policías. La cuestión es defender a aquellos y perseguir y sancionar debidamente a quien se revela de esta otra forma.
Desconocer la existencia de policías corruptos y deshonestos es tan errado, como sostener que todos obran de la misma manera. Las posiciones extremas nunca han sido buenas, debido a que tarde o temprano terminan defendiendo las irregularidades, las deshonestidades y la corrupción.
A.R.D.
