Desmantelan red de contrabando que traficaba cálculos biliares de vacunos a Hong Kong, utilizados en joyería y cosmética, con dos personas encarceladas y activos incautados por U$S 2.500.000.
Desarticulan red de contrabando y lavado de activos vinculada al tráfico de cálculos biliares de vacunos
Un operativo conjunto entre la Fiscalía especializada en lavado de activos, el Departamento de Investigación Patrimonial y la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado de Interpol, logró desmantelar una red de contrabando que enviaba cálculos biliares de vacunos a Hong Kong. Como resultado, dos personas fueron enviadas a prisión y se incautaron una camioneta y un inmueble valuados en aproximadamente 2.500.000 dólares.
La investigación, que duró varios meses, fue iniciada tras una denuncia realizada por la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF). Los cálculos biliares, que en el mercado internacional tienen un valor similar al del oro, eran revendidos por una compañía en Hong Kong con fines de uso en joyas, cosméticos y materiales de belleza estética. El precio del gramo de estos cálculos alcanza cifras elevadas, y el kilo de este material puede costar miles de dólares.
Este caso pone en evidencia el uso de productos no convencionales en redes criminales que involucran actividades ilegales como el contrabando y el lavado de activos.
La Fiscalía de Delitos Económicos, liderada por Enrique Rodríguez, investigó durante meses un caso de lavado de activos tras recibir reportes del Banco Central del Uruguay (BCU) sobre movimientos financieros sospechosos en varias cuentas bancarias. El documento enviado al Ministerio Público detallaba ingresos millonarios en seis cuentas, lo que despertó la alerta de las autoridades.
Las investigaciones revelaron que el dinero provenía de una empresa con sede en Hong Kong, que adquiría cálculos biliares extraídos de bovinos faenados en frigoríficos uruguayos. Este negocio, que se completaba con la reventa de estos cálculos para joyería, cosmética y productos de belleza, tenía una particularidad: el precio del gramo de los cálculos era comparable al del oro, alcanzando miles de dólares por kilogramo.
Los implicados y la condena
Entre los principales acusados se encontraban dos ciudadanos argentinos, padre e hijo, que fueron representados por el abogado penalista Marcos Pacheco. Ambos declararon ante el fiscal Rodríguez intentando desvincularse de los hechos. Además, cuatro ciudadanos uruguayos también fueron implicados, quienes recibieron aproximadamente 10 millones de dólares mediante transferencias bancarias, según la documentación recabada por la Fiscalía. La defensa de los uruguayos estuvo a cargo de los abogados Jorge Díaz y Enrique Moller.
Finalmente, la investigación concluyó con la condena de dos personas que fueron enviadas a prisión, y el decomiso de una camioneta y un inmueble valuados en un total de 2.500.000 dólares aproximadamente.
Un negocio de larga data
El tráfico de cálculos biliares parecía haber operado durante años. Como los cálculos biliares no son comunes en todos los bovinos, la operación debió estar bien organizada. Los investigadores descubrieron que los responsables negociaban directamente con frigoríficos para adquirir los cálculos y enviarlos a Hong Kong sin la certificación correspondiente.
Este tipo de operativa había sido detectada en otros países como Paraguay y Brasil, pero fue la primera vez que se descubrió un caso en Uruguay. Las autoridades informaron sobre la salida de mercadería sin la autorización adecuada.
El interés del mercado chino
El mercado chino mostró un gran interés en estos cálculos biliares debido a su uso en la medicina tradicional, donde se consideran un remedio natural para diversas enfermedades como hipertensión y trastornos hepáticos. Los cálculos se recolectaban en las faenas de frigoríficos, se limpiaban y luego se preparaban para su venta.
En Uruguay, hubo experiencias previas de exportación de estos cálculos a Estados Unidos, con la correspondiente certificación del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). Sin embargo, el mercado chino no estaba habilitado legalmente para la importación de estos productos.
Fuente: ANU.
