Probablemente al momento de leer estas líneas haya 15 mil uruguayos (varones o mujeres) celebrando el pobre hecho de haber conseguido medio trabajo, es decir una actividad laboral por menos de medio mes que les redundará en la obtención de algo así como de 12 mil pesos, por medio mes de trabajo.
Esto plantea un gran problema. No queremos perder de vista que es este un aporte, que no debe desconocerse, ayuda a solucionar al menos parcialmente un gran problema, como es el de la falta de trabajo.
En primer lugar no creemos que haya gente que se haya inscripto en el este plan y no necesite el trabajo que se ofrece, es probable que la cuestión sea que lo necesite en mayor o menor medida, pero la necesidad está presente siempre.
Debe tenerse muy presente que la gente que tiene trabajo tiene una vida y los que están desempleados tienen otras preocupaciones, otros problemas incluso mucho más graves, para los cuales el único elixir, capaz de solucionar de la noche a la mañana este problema es el trabajo, digno y dignificante.
De allí que en este tema, debe tenerse en cuenta que no sólo cuenta el trabajo, sino la calidad del mismo. No estamos aludiendo a la calidad del aporte del programa que hemos mencionado, teniendo en cuenta que vivimos una situación de emergencia, una situación que no es normal y somos de los que entendemos que las situaciones de emergencia se enfrentan con medidas de emergencia, como la que nos ocupa.
El Estado es un factor determinante en estas situaciones. Cuando se plantean las emergencias todos miramos de inmediato hacia él, para cobijarnos, y es al Estado a quien le pedimos las primeras cuentas de esta situación, luego miramos en que medida puede estar haciendo todo lo que puede hacer o no tanto.
Es esta una buena oportunidad para entender y asumir la tremenda importancia que tiene el trabajo en una sociedad y no se trata sólo del rol de trabajador, que evidente lo tiene y tiene sus responsabilidades, sino del rol del empresario que también lo tiene, así sea menos visible.
Vale decir que sólo una sociedad que entiende debidamente este factor, puede sentirse en paz, trabajando con tranquilidad y orden, porque en el fondo rige la justicia social en, plena vigencia y también puede transformarse en una catapulta para determinadas ambiciones políticas o en su definitivo sumergimiento.
A.R.D.