RODRIGO DE PAUL ya se convirtió en un emblema de la Selección Argentina durante el ciclo de Lionel Scaloni, que lleva casi seis años de continuidad. El volante de Atlético de Madrid es el único jugador irremplazable de la mitad de la cancha: su función sería imposible de suplir en caso de que no estuviera en el campo de juego.
Sacrificio, visión de la cancha, despliegue, empuje, corazón, fútbol. Todo confluido en un solo jugador, una de las figuras de la exitosa etapa de Scaloni al frente del seleccionado campeón de todo. Tan relevante es su aporte en la Albiceleste que en Brasil sienten profunda envidia: desean tener a un De Paul en sus filas, sobre todo porque coincide con la debacle del pentacampeón en los últimos años. La ira de los brasileños en las redes sociales terminó de desatarse luego de la asistencia que De Paul le entregó a Julián Álvarez para abrir el marcador en las semifinales de la Copa América ante Canadá.
De Paul hizo un pase absurdo y Messi quedó libre. Sabes que en la selección brasileña nadie intentaría eso y jugar como jugador libre, ¿no?», soltó un usuario en medio del debate virtual.Otro, en plena desesperación ya con su Selección eliminada, recurrió a la religión: «Sólo quería a un De Paul en Brasil. ¿Es mucho pedir, Dios?». Uno vino después a poner un poco de racionalidad en la discusión: «Sólo odian a De Paul aquí en Brasil porque destruyó a la Selección brasileña en todos los enfrentamientos recientes, incluida la Copa América de 2019, que fue el comienzo de todo nuestro fracaso. De Paul es una estrella y punto».
