En 2007, en el asentamiento Andresito, un grupo de vecinas comenzó a organizarse frente a la falta de servicios básicos y la urgencia de familias que sobrevivían en viviendas precarias. Lo que nació como campañas solidarias, pronto se transformó en reclamos por mejoras barriales y en la apertura del primer merendero comunitario.
De aquel proceso surgió la Red de Mujeres Departamental, un espacio que, como define una de sus referentes, “nos permitió dejar de sentirnos solas y entender que la unidad y la solidaridad son fundamentales para enfrentar las dificultades de nuestras comunidades”, explica Sandra Pintos.

Los merenderos, mucho más que un plato de comida
Actualmente, la Red sostiene dos merenderos que cumplen un rol vital. No son únicamente espacios de alimentación, sino también lugares de encuentro, organización y contención.
Merendero Mis Angelitos
Fundado en 2020 en el asentamiento La Esperanza (zona Salto Nuevo Sur). Funciona con donaciones y abre dos veces por semana a las 17:30. Allí, la olla solidaria llega a niños, adolescentes y adultos mayores, mientras que la merienda está enfocada en los más pequeños.
Referente: María Díaz, junto a madres de la comunidad.
Merendero Corazones Felices
Ubicado en el complejo habitacional Andresito 3, pasaje 2, vivienda 42. Está a cargo de Silvia Saucedo, acompañada por mujeres de la Red. Atiende a entre 30 y 40 niños, aunque en vacaciones la cifra aumenta. El horario es siempre el mismo: 17:30, a la salida de la escuela.
“En el caso de Silvia no contamos con apoyos, porque no somos una organización con fines de lucro. Sostenemos el merendero con la ayuda de la gente, pero necesitamos alimentos básicos: leche, azúcar, grasa, levadura, cocoa. La ropa y el calzado siempre llegan, lo difícil es mantener la olla”, cuenta Sandra.

Un sueño en construcción
La Red impulsa además un proyecto central: la construcción de un salón comunal que sustituya lo precario por un espacio sólido y de pertenencia.
La obra se levanta con materiales estructurales y un contenedor donado por los Salesianos. Con ellos acordaron un uso compartido: los sábados realizan actividades con jóvenes, mientras que la Red lo destina a reuniones vecinales para abordar problemas como inseguridad, vivienda, desocupación, violencias y discriminación.

La visión de la Red
Sandra es clara al definir el sentido de este trabajo: “Los merenderos no son solo un lugar para dar de comer o entregar ropa. Son espacios donde nos organizamos, nos formamos como mujeres y nos preparamos para enfrentar juntas los desafíos de nuestros barrios”.
La Red de Mujeres Departamental integra el Consejo Consultivo Departamental Étnico Racial y la organización MUJ, Coordinadora Nacional de los Asentamientos. Sus referentes barriales mantienen viva una historia de lucha que comenzó en 2002 y que hoy sigue en expansión.
El llamado a la solidaridad
En Barrio Artigas, Calle Andresito, Vivienda C9, es el punto de encuentro donde se clasifican las donaciones de ropa y calzado. Pero lo que se necesita con más urgencia son los alimentos para sostener la olla y la merienda.
“Cada plato servido es más que alimento, es esperanza compartida”, resume Sandra.
Contactos de la Red de Mujeres Departamental
• Sandra Pintos – 091 283 343 – [email protected]
• María Díaz (Merendero Mis Angelitos) – 092 640 527
• Silvia Saucedo (Merendero Corazones Felices, Complejo Habitacional Andresito, pasaje 2, vivienda 42) – 098 528 641.
