
El vicepresidente de la Delegación Uruguaya, Nicolás Urrutia, destacó el rol social de la empresa binacional y su compromiso con la región
Diario EL PUEBLO dialogó con Nicolás Urrutia, vicepresidente de la Delegación Uruguaya en la Comisión Técnica Mixta (CTM) de Salto Grande, en el marco de la 18ª edición del Salón del Vino Fino de Salto.
Urrutia, de 43 años, vive en Salto desde 2002, es graduado en la Tecnicatura en Administración Pública de UTU y desde 2019 trabaja en Salto Grande, cargo al que accedió por concurso. En 2025 fue designado por el Poder Ejecutivo como vicepresidente de la representación uruguaya ante CTM, desde donde impulsa una gestión enfocada en la transparencia, la responsabilidad social y el desarrollo regional.
El rol de CTM en el Salón del Vino Fino
Consultado sobre el significado de apoyar un evento como el Salón del Vino Fino, Urrutia señaló que para CTM es fundamental respaldar a colectivos organizados como el Rotary Club, que promueven la movilidad social mediante programas de becas estudiantiles.
“Lo que hacemos es volcar recursos que provienen del peaje al transporte de cargas que cruza el puente internacional, recursos públicos que deben volver a la sociedad en forma de oportunidades. En este caso, garantizando que jóvenes del interior del departamento puedan estudiar en la ciudad”, explicó.
Recursos para el desarrollo
Urrutia recordó que el sistema de peaje al transporte de cargas fue incorporado años atrás y que lo recaudado, además de destinarse al mantenimiento del puente, se reparte entre Argentina y Uruguay con fines exclusivos de desarrollo regional.
“En octubre vamos a presentar la nueva estrategia de gestión de estos fondos, que no son nuestros, sino del pueblo uruguayo. Deben llegar a buen destino, no como favores, sino como derechos. Y deben atender prioridades como salud, educación, cultura, deporte, infraestructura y medio ambiente”, adelantó.
Impacto directo en los jóvenes
El apoyo de CTM equivale a unas diez becas anuales que complementan el esfuerzo del Rotary. Para Urrutia, esto tiene un valor fundamental:
“Es una gran iniciativa que jóvenes de la ruralidad accedan a seguir estudiando, lo que los va a llevar a estar más preparados para los caminos que deseen seguir”.
Además, destacó que estas acciones reflejan el espíritu solidario de la sociedad uruguaya. “Nadie se salva solo, decía Pepe Mujica al igual que el Papa Francisco. Ese valor de solidaridad debemos mantenerlo vivo y apoyarlo siempre”.
Cultura, educación y compromiso
El Salón del Vino Fino no es solo un evento social y gastronómico, sino una plataforma de compromiso colectivo. Para Urrutia, apoyar estas instancias es parte del mandato de CTM: “Nuestra tarea es colaborar con iniciativas que repercutan en el desarrollo de la región, desde Artigas hasta Río Negro. El Salón del Vino Fino es una de ellas, porque vincula cultura, comunidad y educación en beneficio directo de los jóvenes”.
