La labor de investigación, que se desarrollaba desde marzo cuando asumieron las nuevas autoridades del Ministerio del Interior, permitió desmantelar una organización criminal que se dedicaba al contrabando de mercadería desde Argentina a Uruguay.
El grupo funcionaba con una estructura donde cada uno de los participantes tenía un rol específico.
Tras un encargue a un contacto en la feria de «La Salada» en Buenos Aires, la mercadería era enviada a una casa en Colón. El propietario de la vivienda, un uruguayo radicado en Argentina, era el encargado de trasladarla en lancha a través del Río Uruguay hasta la localidad de Casablanca en Paysandú.
Allí era recibida por una persona que la guardaba en su domicilio para, posteriormente, hacer la distribución a personas que las vendían en forma ilegal o en comercios establecidos.
Como resultado de la investigación se inspeccionaron quince lugares en Paysandú, desde donde se incautó: tres vehículos, dos motocicletas, una lancha rápida con motor fuera de borda, dos motores fuera de borda, una moto eléctrica, un trailer para embarcación, un carro para transporte de caballos doble, un rifle calibre 22, un revólver calibre 38, 3.000 prendas de vestir de origen argentino, calzado, 120 productos de peluquería y bebidas alcohólicas.
En total se detuvo a doce personas que resultaron condenadas por delitos de contrabando, tenencia no autorizada de arma de fuego, receptación y encubrimiento, con penas que van desde los cuatro meses de libertad a prueba hasta los dos años de cárcel.
Gracias al trabajo en conjunto entre la Policía de Paysandú, la Fiscalía de 3º Turno, y policías y el Fiscal Federal de la provincia de Entre Ríos, se realizó el allanamiento de la vivienda donde se guardaba la mercadería en el vecino país.
Allí se detuvo a un hombre apodado «El uruguayito», quien sería el líder de la organización.
Fuente: Jefatura de Policía de Paysandú
