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lunes, junio 2, 2025
EL PUEBLO
Columnas De Opinión

“Convoco a trabajar juntos por un proyecto que tenga en el centro a la dignidad humana”

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Entrevista a Gonzalo Civila

Gonzalo Civila tiene 36 años, es docente, Representante Nacional por Montevideo desde 2015 y secretario general del Partido Socialista desde marzo de 2019. Hace unas semanas fue proclamado como candidato a presidente del Frente Amplio (FA) por el Plenario Nacional de su fuerza política, cargo que postulará junto a Ivonne Passada y Fernando Pereira el próximo 5 de diciembre.

  • ¿Qué significó para usted que apareciera su nombre en la postulación a la presidencia del FA?
  • Fue un proceso, veníamos conversando con varios sectores del FA con los que tenemos coincidencias desde hace tiempo en el trabajo político, también con militantes de Base e independientes, priorizando construir una plataforma de ideas, de contenidos, antes que discutir nombres. Y mientras estábamos discutiendo eso, el tema se empezó a acelerar y surgió de los compañeros referentes de los distintos sectores la propuesta de que pudiera ser candidato para expresar esa plataforma que estábamos construyendo. No fue algo abrupto porque veníamos en un proceso de trabajo colectivo, pero obviamente que fue inesperado en el sentido que no teníamos nosotros ni el Partido Socialista, una expectativa puesta en esto ni estábamos trabajando para una candidatura. Trabajábamos para construir una propuesta de cara al fortalecimiento del FA. Lo tomamos como un desafío militante muy importante. Yo milito en la estructura del FA desde los 16 años, así que conozco la estructura del FA, una responsabilidad y una designación de este tipo por parte del Congreso del FA, a uno lo moviliza desde muchos lugares, pero no deja de ser una linda oportunidad para poder expresar algunas ideas, de hacerlo en colectivo como hicimos todo el proceso, y también para trabajar para que se dé un recambio en la fuerza política, tanto generacional como en ideas, con la impronta de tratar de construir una dirección en la que estén expresadas todas las corrientes del FA, pero con un liderazgo de ideas que creo que podemos imprimirle a la fuerza política.
  • Ya Tabaré Vázquez y Mónica Xavier han sido presidentes del FA, ¿qué es lo que puede seguir aportándole el Partido Socialista al FA?
  • El Partido Socialista es un partido histórico, es el primer partido de izquierda en Uruguay, que a fines de este año estaremos cumpliendo 111 años. Y un partido con esa solidez, con esa historia y trayectoria además de fundador del FA, con todas las vicisitudes que le ha tocado vivir, sin duda que puede aportarle también solidez al FA. De todas maneras, esta construcción trasciende al partido, es una construcción plural con diversos actores, el partido es uno de varios sectores y actores que integran esta propuesta. De hecho, pedí licencia a la secretaría general del partido durante este tiempo para dedicarme exclusivamente a expresar este espacio y propuesta política, pero sin duda que el papel del Partido Socialista en el FA ha sido importante a lo largo de toda su historia, y entiendo que hoy también lo es para poder poner en diálogo las raíces del FA con el futuro. Ese es un puente al que el partido y al que este espacio que hemos conformado va a contribuir.
  • ¿Por dónde debería pasar el futuro del FA? ¿Hacia dónde debe perfilarse?
  • El FA tiene que trabajar para no tradicionalizarse como fuerza política, es decir, para ser una fuerza política alternativa, que construya política desde la gente, desde el pueblo, no solamente desde los dirigentes o de los cargos de representación o de gestión, eso hoy implica cambios relevantes en su funcionamiento, implica además una amplia convocatoria al pueblo frenteamplista a incorporarse a la vida del FA. La elección es un paso, pero hay que ir bastante más allá de eso. En esto, el recambio generacional, la paridad dentro del FA, la descentralización de la política como una clave, son fundamentales. Pienso en el FA del futuro como un FA muy fermental, discutidor, abierto, que escuche, y que a partir de la escucha pueda construir síntesis y que atienda a esta pluralidad de voces que hay en la sociedad uruguaya y en el campo popular. El movimiento social uruguayo ya no es el que era antes, no se trata de dos o tres organizaciones, se trata de una vasta gama de organizaciones con las que hay que dialogar en territorio, generando ámbitos estables de diálogo entre la fuerza política y esos movimientos. Y dialogar con todos los ciudadanos y ciudadanas convocando a trabajar juntos por un proyecto que tenga en el centro a la dignidad humana.
    Cuando uno ve la crisis de legitimidad de la política a nivel mundial, cuando uno ve como a veces desde los propios actores políticos se quiere desprestigiar o se desprestigia a la política, alguno se problematiza mucho porque en realidad para las mayorías sociales, la política es la herramienta que tenemos para tratar de transformar la realidad. No tenemos un gran poder económico ni mediático, tenemos la herramienta de la política, la organización y la construcción de espacios que nos permiten incidir sobre lo público, sobre lo colectivo. Entonces, allí el FA con un mensaje claro y construyendo espacios más habitables y más abiertos, está llamado a ser un actor fundamental en el futuro.
  • Ese espacio a construir, ¿se hace desde la moderación de la centroizquierda o desde el radicalismo de pedir un giro más hacia la izquierda?
  • A veces nos enredamos en categorías politológicas y no discutimos el fondo. Pero además, cuando usamos la palabra radical a veces la usamos mal, porque radical es ir a la raíz, y en este caso sería ir a la raíz de los problemas que hoy tiene Uruguay, que implica pararse del lado de los sectores que la están pasando peor, que son los trabajadores, algunos sectores de las capas medias, los sectores populares. Esa es la base de sustentación del proyecto político del FA. La crisis económica y social que estamos padeciendo es de una magnitud tal que también se están viendo afectados sectores del pequeño y mediano empresariado, lo estamos viendo con mucha fuerza en distintos lugares del país. Es decir, hay una trama para tejer de intereses y de valores, porque el proyecto de la izquierda está jugado a la construcción de la igualdad, de la justicia, de la solidaridad, y eso implica poner en el centro a la dignidad humana, no poner en el centro ni al lucro ni al capital, sino poner en el centro a la posibilidad de construir cooperando entre los seres humanos, un futuro en los que quepamos todos y todas, y no solamente algunos.
    El proyecto de este gobierno es la antítesis de eso, es un proyecto pensado desde la concentración de la riqueza y el poder. Enfrentados ante esta situación, tenemos la oportunidad histórica como FA de revisitar alguna de estas ideas que son las que nos dan sentido y poder plantearle a la sociedad uruguaya una propuesta clara de superación de esta crisis. Pero para eso, el FA tiene que transformarse, tiene que cambiar, necesita tener una dinámica más participativa, más abierta. El pueblo frenteamplista tiene que ser el gran protagonista de ese cambio, y desde allí convocar al resto de la sociedad uruguaya.
  • Se sabe que los frenteamplistas son muy discutidores a la interna porque hay visiones distintas en algunos temas, ¿cómo se siente para conducir esas diferencias en caso de acceder a la presidencia del FA?
  • Como mencioné, milito hace unos cuantos años, más allá de mi edad he pasado la mayor parte de mi vida militando en causas sociales y políticas, y cuando uno toma la militancia como un sentido a la vida, se te va formando en la cabeza en ese proceso, te vas educando en que las cosas no son vocación individual solamente, sino que son una construcción colectiva. Entonces, lo primero que tengo muy claro es que el presidente del FA no se representa así mismo, representa al FA, y representar al FA quiere decir tener la capacidad de poner algunas discusiones arriba de la mesa, las que seguramente generarán puntos de vista distintos, tratar de construir síntesis y expresarla. Lo que ha pasado en el último tiempo es que nos ha costado abrir algunos debates, es decir, hemos tomado la opción del atajo de barrer debajo de la alfombra sobre algunas cuestiones, y eso debilita al proyecto político. Entonces, pienso al liderazgo como un liderazgo de ideas, es decir, un liderazgo que propone discusiones, debates, que incentive a la participación y que se apoye en una dirección colectiva, y más que se apoye, que tenga la finalidad de construir una dirección colectiva, porque los liderazgos en este momento histórico, en esta realidad de la vida del país y del FA, tienen que ser liderazgos colectivos, no puede haber una sola voz, tienen que haber varias voces que expresen esa diversidad sin que eso comprometa la unidad de la fuerza política.
    Esa contraposición que a veces se hace entre unidad y diversidad es básicamente negadora de la propia naturaleza del FA, que es desde su origen unidad en la diversidad, y la búsqueda de consensos tiene que ver con el debate, con la discusión para encontrar un espacio en el que coincidamos en ideas fuertes, que son imprescindibles para tener un proyecto de país. Si no logramos sintetizar cuatro o cinco banderas o ideas de para dónde queremos ir, va a costar mucho convocar a la sociedad uruguaya a un proyecto de cambio, porque a veces se termina viviendo el asunto como que es una lucha partidista o entre personas que quieren ocupar cargos, y no una lucha entre proyectos.
  • En el caso de acceder a la presidencia del FA, tendrá la responsabilidad de conducir a su fuerza política hacia el 2024, supongo que ya ha pensado en eso.
  • Sí. El 2024 es sin duda un momento central porque nos va a permitir discutir proyectos de país de cara a un próximo período de gobierno y, además, construir una salida a esta crisis tan grave y profunda que está viviendo Uruguay, producto de las políticas antipopulares que este gobierno está llevando adelante. Dicho esto, el 2024 no es un fin en sí mismo, es un momento muy relevante, hay que trabajar hacia ahí, pero hay que trabajar con un “para qué” claro, es decir, para qué el 2024, para qué acceder al gobierno nuevamente. Sin duda que no es para repetir exactamente lo que ya hicimos sino para construir un proyecto nuevo, de justicia social, de igualdad, solidaridad. Ese proyecto requiere mucho pienso, mucho compromiso y el aprendizaje de que las políticas que transforman realmente la realidad, se hacen desde el pueblo mismo y no solamente desde el Estado. Allí, en un largo ciclo histórico, adquiere sentido el 2024 y todo lo que hagamos en este tiempo. Pero antes de 2024, tenemos otro cruce de caminos como país, que es el referéndum contra 135 artículos de la LUC. Si no se derogan esos artículos, llegar a 2024 será mucho más difícil para Uruguay.

PERFIL DE GONZALO CIVILA

Soltero. Es del signo de Sagitario.
De chiquito quería ser docente.
Es hincha de Peñarol.
¿Una asignatura pendiente? Lo que entendí que tenía que hacer, lo he hecho.
¿Una comida? La pasta.
¿Un libro? “El sujeto y la ley” de Franz Hinkelammert.
¿Una película? No es cinéfilo.
¿Un hobby? Leer.
¿Qué música escucha? Le gusta mucho el rock argentino.
¿Qué le gusta de la gente? La sinceridad.
¿Qué no le gusta de la gente? La hipocresía.

Por: Leonardo Silva

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