En un país tan politizado como el nuestro donde “manda” la grieta y los esfuerzos parecen dirigidos a “convencer” a estos de que nos presten su voto, más de que compartan sus ideas más allá de los intereses partidarios se supone que las ideas que alientan tanto uno como otro político jamás podrían encontrarse, coincidir y buscar un país con mayores coincidencias que discrepancias es difícil.
No es difícil entonces pensar en la posibilidad de que aparezca “alguien” capaz de presentarse como quien está llamado a “rescatar” el país de los malos políticos y usando todos los recursos que la tecnología actual pone a disposición, a poco sepa utilizarlos, se constituya en el candidato que puede llegar a contar con mayor número de adhesiones en el país.
Somos de los que preferimos “un malo conocido, a un bueno por conocer”. Es que el poder corrompe y una vez encaramado en él, más de uno en quien confiamos borró con el codo lo que había escrito con su mano.
Es más nos animamos a decir que en estos casos manda la “ignorancia”. Cuando vemos cómo los militantes políticos aparecen luego ejerciendo puestos de relevancia y muy bien remunerados y los votantes siguen como en todos los tiempos, sea cual sea el partido gobernante, nos explicamos muchas cosas.
Nos preguntamos ¿Qué sucedió en caso Astesiano? ¿Quiénes ha estado involucrados en el tema del pasaporte de Marset? Somos de los que entendemos que en cada caso existen controles fallidos (o “coimas”) es lo que tendríamos que tener muy claro.
Nadie escapa a este comentario, sencillamente porque nadie que sepamos ha gobernado el país con la idoneidad y la justicia social y la honestidad que entendemos se requiere. Es más, diremos que no basta con llegar al poder sin mentir, sin engañar, quizás sólo fomentando la esperanza de mucha gente necesitada que tarde cae en la cuenta de cómo funciona el sistema.
Días atrás nos enterábamos que a propósito de “El Guardián”, sistema de alta tecnología (y por supuesto un alto costo) que usa la policía supuestamente sólo con orden judicial para investigar y reunir pruebas en determinados casos, pero en los hechos, también habrían tenido acceso a la información que de él surgen algunos poderosos intereses.
Pero la cuestión es que queda demostrado que una cosa son las declaraciones, las leyes y otra muy diferente es la aplicación, los controles y para nosotros resultan fundamentales, en tiempos en que la credibilidad está tan venida a menos y seguiremos insistiendo en ello.
A.R.D