¿Los partidos políticos están preparados para hacer frente a cuestiones éticas o delictivas que puedan presentársele en el cumplimiento de sus objetivos?
“Tengo plena confianza que el mejor antídoto está dentro de la actividad orgánica normal de los partidos políticos”
Alejandro Secco, Presidente Partido Nacional
EL PUEBLO consultó a Alejandro Secco, Presidente de la Comisión Departamental del Partido Nacional para conocer su punto de vista sobre de qué manera los partidos políticos deben hacer frente a las cuestiones éticas y delictivas que puedan presentarse.
– Ante los acontecimientos de pública notoriedad que se ha vivido recientemente, uno se pregunta, ¿cómo se trabaja en el Partido Nacional para tratar de no permitir que hayan personas que utilicen al partido político para desviarse de los intereses del partido, para tener más preocupación por sus intereses personales, incluso llegando al extremo de utilizar al delito para llegar a esos fines?
– Naturalmente nuestro partido es un defensor de la institucionalidad, con mucho celo cuidamos las formas, las instituciones que se han diseñado justamente para la actuación pública y con los controles correspondientes. En los casos que nos ha tocado, porque nadie está vacunado en definitiva, se ha actuado con premura para resolver rápidamente las situaciones y condenar todo acto que signifique justamente el desvío del poder y la tentación que pueda existir de torcer el funcionamiento normal de las instituciones del Estado y como tú planteas, la búsqueda del provecho propio. Nuestro partido se reconoce a sí mismo como defensor de las leyes al servicio de la nación.
– Esa es la reacción a una situación patológica, pero como la Constitución habilita a todo ciudadano a ser elector y o elegible a través de un partido político. ¿Cómo los partidos políticos se preocupan de que no ingresen esas personas que puedan mal utilizar los objetivos partidarios?
– Como te decía, ninguno está vacunado para situaciones que escapan a la ética y a la moral pública. Lo que hacemos es tener en funcionamiento pleno las organizaciones que de alguna manera hacen de filtro para la participación política, ya sea a nivel nacional, donde tenemos al Directorio del Partido Nacional con sus comisiones, dentro de las cuales obviamente se incluye la Comisión de Ética, y a nivel departamental a través de lo que es la Convención Departamental y la Comisión Departamental, que a mí me toca el honor de presidir. Allí se establecen los filtros sociales y morales para que no ocurra justamente lo que se plantea de aquellos que quieran sacar provecho de las posiciones partidarias en la sociedad.
– Hay un tema que está preocupando mucho que ahora está en debate. El otro día el periodista Leonardo Haberkorn denunciaba que abogados que habían defendido a narcotraficantes habían solicitado su ingreso a Fiscalía, como una forma de ir infiltrando al narcotráfico en lugares estratégicos del Estado. No digo que sea el caso que el narcotráfico quiera meterse en los partidos políticos, pero de pronto esa situación también puede darse. ¿Cómo los partidos políticos prevén estas situaciones?
– En realidad en ese caso, como en general el caso de la corrupción y el ataque que puede tener nuestro sistema político por parte de poderes fantásticos como son el tráfico de drogas y otros similares, es la duda moral fundamental. ¿Qué concesiones no se pueden hacer frente a la lucha por intereses políticos legítimos? Y en eso, como decía, la primera medida que tomamos nosotros y que rogamos sea suficiente, es el funcionamiento normal y orgánico de las instituciones partidarias, las convenciones, las comisiones partidarias, en nuestro caso el Directorio, y que en todos esos casos siempre se dé la discusión y la toma de decisiones en el marco más amplio de libertad y sin prejuicios, sin filtros, sin limitaciones que hagan al ejercicio de la libertad de opinar y de ejercer el control sobre las actividades del partido. Naturalmente que estamos expuestos a la realidad humana, digamos así, estamos expuestos también a la duda, estamos expuestos a los ataques arteros de ciertas asociaciones delictivas, pero creo que en general los partidos políticos uruguayos, de los cuales destaco al mío particularmente, hacen de esta cuestión un elemento bien importante donde radica allí la principal fortaleza de nuestro sistema democrático, que es reconocida por nosotros mismos, pero también reconocida a nivel internacional.
– La última palabra es suya.
– Coherente con lo que venía expresando, creo que los partidos uruguayos hacen un esfuerzo permanente por erradicar conductas impropias o viciadas de ilegalidad o la propia corrupción, tomando medidas siempre ajustadas a derecho, porque en esto no hay que actuar frente al grito de la tribuna, sino que hay que apoyarse en las instituciones que el Estado uruguayo, que nuestra República tiene, para dirimir aquellas conductas que escapan a la moral y a la ética política de nuestro país. Tengo plena confianza que el mejor antídoto está dentro de la actividad orgánica normal de los partidos políticos, hacemos el esfuerzo y para eso militamos, en nuestro caso en el Partido Nacional, para dar garantías a la gente que todo se hace dentro de la ley y nada fuera de la ley.
“Así como avanzan las sociedades, también avanzan las cosas negativas de un mundo globalizado como la corrupción y actos delictivos de todo tipo”
Luis Alonso, Presidente del Frente Amplio
La circunstancia de público conocimiento que han ocurrido en la última semana nos hace preguntar cuál es el grado de fortaleza de los partidos políticos cuando llega el momento de presentarse situaciones como las recientemente vividas, porque en definitiva, de partidos políticos se nutren las instituciones republicanas y la democracia, entonces es relevante tomarse un tiempo para reflexionar sobre este tipo de situaciones. EL PUEBLO consultó sobre el particular a Luis Alonso, Presidente de la Mesa Política Departamental del Frente Amplio.
– Desde su perspectiva, más allá del caso puntual, ¿cuáles son las herramientas que disponen los partidos políticos para resolver problemas internos que puedan afectar su credibilidad ante la gente?
– En primer lugar, nuestra democracia es una de las más fuertes de América Latina porque nuestro sistema político nacional es un sistema bien consolidado, con mucho respeto por las instituciones del Estado y democráticas, y que sobre todo prioriza siempre la discusión y el intercambio político para fijar el rumbo del país. Entonces, entiendo que nuestros partidos se ven fortalecidos porque han estado siempre, desde la vuelta a la democracia, muy apegados a nuestras más profundas entidades republicanas, pero cada uno desde su punto de vista, desde su concepción ideológica, pero sin dudas que siempre fortaleciendo esa multidiversidad de visiones y de rumbos que cada uno le imprima a su proyecto de país y de departamento. En este caso entiendo que así como avanzan las sociedades, también avanzan las cosas negativas de un mundo globalizado, como la corrupción y sobre todo actos delictivos de todo tipo. En ese sentido, y hablo por el Frente Amplio, hemos tenido procesos de autocrítica y de reflexión interna muy profundos, que ha llevado a fortalecer espacios internos como los Tribunales de Conducta Política, las direcciones departamentales y nacionales del Frente Amplio y de los partidos que lo integran, así como también una constante vigilancia de nuestro accionar en relación con la ciudadanía a través de las bases, desde donde también nos interpelamos. Eso hace que fortalezcamos nuestros espacios internos de contralor, de vigilancia ideológica y política. Lamentablemente me ha tocado transitar en este periodo en que soy Presidente algunos cuantos hitos que han determinado que se actúe siempre de forma rápida y con mucha firmeza.
– La Constitución habilita a todo ciudadano a ser elector y o elegible a través de un partido político. ¿Cómo los partidos políticos se preocupan de que no ingresen esas personas que puedan mal utilizar los objetivos partidarios?
– Al día de hoy, por lo menos en lo que es mi fuerza política, no hemos llegado con candidatos cuestionados o con antecedentes penales, pero lo cierto es que siempre se corre el riesgo de tener dentro de su fila, no solamente en el Frente Amplio, hablo por todo el sistema político, porque nos nutrimos de ese principio constitucional de que todos pueden ser elegibles, sobre todo el Frente Amplio, que es una fuerza popular, se nutre de la ciudadanía de a pie, de aquel que siente el barrio, de aquel que siente el territorio, y lo cierto es que puede ser considerado tal vez una debilidad del sistema político o no, pero no conozco si en otra fila sucede, pero en el Frente Amplio no pasa de que le estemos pidiendo a la ciudadanía su prontuario. Han existido espacios de que si hay algún compañero o compañera que tiene cuestionamientos, se dirime en la interna. El Frente Amplio, como es una coalición y movimiento, los candidatos son propuestos en su gran mayoría por sectores políticos que también tienen su mecanismo de elección y de designación de candidatos y candidatas. Obviamente que cuando surge este tipo de problemas, lo importante es ese mecanismo interno de actuar rápido y desterrar esas prácticas, expulsando en primer lugar, pero también dando con esa expulsión un ejemplo de que no hay cabida para este tipo de actitudes en los partidos políticos, por ejemplo, en el Frente Amplio.
– La última palabra es suya.
– Bueno, cada hecho que involucra a un individuo, a una persona vinculada con el Frente Amplio, y más en este caso que era Edil, por nuestra fuerza política, nos conmociona por la imagen que no queremos dar a la ciudadanía, pero también porque tiene impacto en nuestra interna. Hablo más específicamente del compañero Mario Furtado, que quedó expuesto porque era parte de su sector político, algo que impacta en el estado de ánimo de la militancia. Lo importante es que siempre le podamos hablar claro a nuestra militancia, y actuar rápido y en consecuencia a nuestros principios y valores. Entiendo que estos temas deben ser tratados con seriedad, y la verdad que no son muestras de ese cuidado de nuestra democracia lo que sucedió en la Junta los otros días, sobre todo las palabras de (Mario) Kroeff, que una y otra vez arengaba esa grieta que se intenta hacer de un lado y del otro. No me voy a quitar el sayo de que en todos los partidos a veces en la discusión política se arengan algunas grietas que terminan afectando después al sistema político. Uno siempre trata de vigilar esos límites y creo que el Frente Amplio ha sido bastante cuidadoso, sobre todo en el legislativo, de esos límites. En esta última sesión esos límites se habían traspasado, y me parece que era importante destacarlo.
