El caso de Jorden Nicole Borders conmocionó a Minnesota por la crueldad hacia sus tres hijos
En un juicio que generó profunda indignación en la comunidad, una mujer del condado de Crow Wing, Minnesota, fue condenada a 39 años de prisión por someter durante años a sus hijos a abusos físicos y emocionales para obtener beneficios económicos.
Se trata de Jorden Nicole Borders, de 34 años, quien fue hallada culpable de extraer regularmente sangre a su hijo de 9 años para hacerlo parecer enfermo, y de obligar a sus otros dos hijos —una niña de 8 y un niño de 11 años— a usar yesos y collarines sin necesidad médica, alegando falsamente que padecían osteoporosis prematura.
Un patrón que encendió las alarmas
El caso salió a la luz cuando médicos de varios hospitales detectaron un patrón inusual en los problemas de salud de los menores a lo largo de tres años. En 2022, ante la ausencia de diagnósticos que justificaran los síntomas, profesionales de la salud comenzaron a sospechar que la madre estaba provocando o inventando las enfermedades.
Los propios niños confirmaron en el juicio que Borders extraía sangre al menor con frecuencia, provocándole náuseas y somnolencia. Relataron también episodios de maltrato físico y emocional, como obligarlos a permanecer de pie en el frío sin ropa, privarlos de comida y amenazarlos con violencia.
Un beneficio económico macabro
Las investigaciones revelaron que Borders obtuvo aproximadamente 53,000 dólares en ayuda gubernamental y donaciones de una ONG, aprovechando las falsas enfermedades. En su domicilio, la policía encontró jeringas y otros elementos utilizados para sus acciones.
El Fiscal General de Minnesota, Keith Ellison, calificó el caso como uno de los más atroces que ha visto:
“Los crímenes de Jorden Borders se encuentran entre los más horrorosos que he visto en mi mandato. Me rompe el corazón pensar en la tortura física, mental y emocional que infligió a sus propios hijos”.
La sentencia de 39 años busca, según la fiscalía, no solo castigar la magnitud del daño causado, sino también enviar un mensaje claro contra el abuso infantil.