Las divisionales de la Liga Salteña de Fútbol, parecen intercalarse.
Parece un juego demasiado diabñolico, como si fuese un orden cronológico, para ir generando situaciones de violencia. Un fin de semana una divisional y a la semana siguiente la otra.
Si no es en la “A”, es en la “B”. O si no en la “C”. Pero también en el fútbol del Consejo Único Juvenil, sin que pase de largo el Femenino.
La violencia ofrece el menú para todos los gustos. Incluso de última, la revelación de todo lo sucedido en un partido de fútbol de la Liga Comercial.
Ninguna área al margen de la intolerancia
De última en el caso de la Divisional “A”, lo sucedido en torno a Universitario y Arsenal, tras el partido que sostuvieron en escenario rojo, válido por la novena fecha de la primera rueda.
El árbitro del partido, Ruben Ferreira, escribió una palabra en el formulario, cuando se trató de denunciar jugadores individualizados: TRIFULCA.
Trifulca también con Universitario y Arsenal, agresiones que fueron y vinieron, más la suma de videos que pautan la dimensión de las actitudes reñidas con un partido de fútbol.
El fútbol expulsado gratuitamente de la escena y el germen de la violencia acentuado.
Lo que habría que tener en claro, es DONDE NACE ESTE TIEMPO DE INTOLERANCIA, con partidos que tienen que terminar penosamente a las trompadas.
En qué factor se asienta el desencadenamiento de la ira colectiva e individual.
Ahora en los partidos de la Liga Salteña de Fútbol, la presencia policial es puntual, sin embargo el azote de lo absurdo que no falta.
Cabe preguntarse hasta cuándo.
O simplemente que no queda otra que convivir con la amenaza de siempre.
Hasta que una piedra…. apunte y mate.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
