Lunes, 6 de diciembre del año 2021.
Desde Diario EL PUEBLO de Salto al pueblo de Salto y sus autoridades en todos los órdenes, sociales, políticos, económicos y culturales.
Esta concentración y pronunciamiento que nos hemos impuesto, no es obra o consecuencia de un hecho fortuito en el tiempo, sino una consecuencia inevitable.
La acumulación de razones objetivas, nos pone en guardia frente a un hecho dolorosamente posible, pero que pretendemos evitar: el cierre de nuestro diario EL PUEBLO, con 62 años de vida periodística, constituido en un formidable bastión del esquema democrático e institucional del país. Desde el 15 de enero de 1993 con el inicio de la segunda etapa, la actual administración se prolonga hasta nuestros días. Casi 30 años de aquella vez en que el diario reabrió sus puertas a la comunidad, después de un paréntesis de seis meses alejado del concierto periodístico local.
EL PUEBLO no ha dejado de ser en tantas décadas, un medio a favor de la gente.
Ha sido y es, su prédica esencial.

O acaso una filosofía de vida, aliada a los avatares humanos de la sociedad, tratando de ser la voz de los sin voz y fomentando desde sus páginas, la genuina vocación de desarrollo de un Salto, ojalá siempre proclive a la dignidad humana.
EL PUEBLO ha sido observador y transmisor de sueños, consignas, quijotadas, decepciones, alegrías, recompensas, búsquedas y sobre todo siempre y en cada tiempo, la cuestión inexorablemente humana.
Nuestro diario no ha dejado ni deja de ser, una trinchera a favor de todos los que somos y pretendemos el alcance de la justicia y la equidad en todas sus manifestaciones o ámbitos.
Sobre este diario EL PUEBLO, histórico y fermental, hoy pesa la amenaza de la no continuidad.
Dicho sin ataduras: nuestro medio de comunicación está expuesto a la posibilidad de cierre, en la medida que el diario no fue recibiendo en tiempo y forma, la partida por concepto de subsidios desde el gobierno, que son básicos para que la adquisición de insumos, fluya sin complicaciones ni acechanzas como las actuales.
No hay diario posible sin compra de papel. El papel cada vez más escaso o inexistente a nivel país, implica la necesidad de exportación como vía directa para que la solución llegue.

De meses a esta parte la Dirección de Diario EL PUEBLO en manos de la Sra Adriana Martínez, ha desarrollado gestiones al más alto nivel, exponiendo la compleja realidad de la que somos parte.
La pandemia ha jugado su rol, pero como funcionarios actuantes en las distintas secciones del diario, ha llegado a nuestro conocimiento una verdad sin recortes: el efecto mismo de la burocracia, la lentitud de pronunciamientos, la ausencia de respuesta válida que potencie una solución de fondo, para que nuestro diario no esté expuesto a esta prolongada incertidumbre.

En las últimas jornadas, nosotros, funcionarios de EL PUEBLO, decidimos abrir cauce de nuevas gestiones, ya sea con legisladores salteños y miembros de la Junta Departamental de Salto, más amigos y colaboradores incondicionales de esta casa periodística, solidarios ellos también para sumarse al fin que alentamos y reclamamos: destrabar una situación de hecho, que desde el gobierno central se habilite el adelanto del subsidio, para que el diario transcurra su tiempo periodístico, ya sin las sombras vinculadas a este presente.
Una carta abierta de nuestra parte, llegando igualmente a manos del presidente de la República, a través de la vía directa que hemos entablado con el presidente de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, Dr Carlos Albisu.
El día clave, es hoy martes. Nuestros legisladores sostendrán un encuentro, ojalá esclarecedor, con el primer mandatario.

Lo decimos sin más giros, evitando cualquier tipo de argumentación secundaria: el presidente, Dr Luis Alberto Lacalle Pou a través del Ministerio de Economía o el del propio Banco República, tiene en sus manos la herramienta más directa para que la solución nos llegue: la de su consentimiento.
El hecho es uno: la vida periodística de EL PUEBLO tiene los días contados.
El paso del tiempo puede ser un compañero de ruta o un porfiado enemigo de nuestros sueños colectivos.
Somos 55 funcionarios que esperan y más de 40 canillitas y vendedores independientes.
Son hijos que aguardan.
Son futuros que sienten la necesidad de esperanzarse y no caer en la conclusión más penosa: que la solidaridad no sea posible.
O que la insensibilidad predomine sobre la terca voluntad de trabajo de tantos que estamos.
aquí.
Tenemos la serena convicción, que no estamos solos.
Al paso de estos días se han tendido manos y abrazos. No han faltado aquellos a favor de nuevas gestiones, creadoras de esa misma ilusión que nos tiene de pie, con la dignidad que no se dobla ni vacila como soporte.
Nosotros trabajadores y ustedes EL PUEBLO de Salto, somos parte de este camino y valoramos tanta multiplicación de deseos, mensajes, alientos. Nos han emocionado, a partir de la elocuencia del afecto.
No estamos solos: eso es una recompensa. Sabemos que el día de hoy martes 7 de diciembre, no será un día más. Puede ser un día de decisiones. Tiene que serlo.
Queremos que lo sea. Ese fin nos convoca y relanza una y otra vez, el vigor de esta movilización en defensa de nuestra fuente laboral.
Queremos un diario EL PUEBLO, tan abierto como siempre.
Sin cierres, sin bloqueos, sin finales de historia.
A esta historia con más de 60 años, la queremos seguir escribiendo.
Es verdad que estamos hablando de un número próximo a las 100 familias.
Es verdad que son hijos que esperan.
Queremos defender la alegría de una recompensa y no el llanto colectivo que nos iguale.
Y para que esta voz de EL PUEBLO, no deje de ser….la de ustedes también.
Muchas gracias