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sábado, 2 de agosto de 2025
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«Con Cala a su lado, Lucía lanza su primer libro”

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Diario EL PUEBLO digital
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Con apenas 29 años y una vida marcada por la resiliencia, Lucía presentó su primer libro en una tarde cargada de emoción e inspiración. No vidente desde los 20, se presentó de la mano de Cala, su inseparable perra guía, y acompañada por su editora, para compartir con el público su obra y, también, un pedazo de su historia. La presentación fue una celebración del coraje, la palabra y la superación.

Dialogamos con la editora y dueña de la editorial «Libros que aman la vida», Malia Ferrer.

“Estoy contenta de estar compartiendo este evento tan especial para nosotros.”

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¿Cómo fue el proceso con Lucía, del acompañamiento, del escribir este libro?

“Lucía llega a nosotros ya como un ser mágico, esa es la palabra con la que puedo definirla. Trae entre sus manos una escritura que había realizado en un trabajo en la facultad, que tiene que ver con su historia, el encuentro con Cala, su perra guía. El trabajo era de varias páginas, pero todavía no tenía el contenido suficiente como para ser transformado en un libro.


Entonces estaba la idea de hacer primero como un cuadernillo, algo más pequeño, y ahí empezamos a conversar sobre la potencialidad que tenía el ahondar en esa historia. Fuimos como hondando en cada uno de los fragmentos que ella había puesto muy brevemente en ese trabajo, y todo eso se fue transformando en capítulos, que obviamente surgieron de ella. Lo nuestro fue como una guía hacia dónde se podía dirigir esto.


Surge también la idea, muy creativa, de que hubiera espacios del libro donde hablara Cala. Entonces es un libro polifónico, digamos, habla ella y habla Cala con distintas tonalidades, porque el habla de Cala es más simple, más juguetona, más divertida, y Cala se transforma en protagonista, pero también cuenta su historia en primera persona. Eso nos pareció fantástica la idea.”


“Con Lucía nos fuimos encontrando por Zoom, a veces por llamadas, y teníamos como un Drive compartido. Ella traía sus ideas, corregíamos juntas, yo leía, sacábamos un párrafo, poníamos otro, y así fue un proceso de construcción donde también fuimos desarrollando un vínculo precioso con Lucía.

Unidas también por el amor por los perritos. Yo me reía la vez pasada porque digo: ella también hace reiki, y entonces mi perrito Camilo había tenido un accidente, estaba pasando por un momento muy difícil, y Lucía religiosamente determinados días decía ‘voy ahora con Camilo’.

Poníamos una velita y Lucía me transmitía energía y Camilo se quedaba dormido. Entonces hubo como una cercanía que va mucho más allá de lo profesional. O sea, yo a Lucía puedo decir que la siento como una amiga, como un alma amiga, como digo yo, porque fue muchísima cercanía, muchísimo eso de cuando te conectás desde el corazón con otro ser humano. Para mí es una mujer valiosísima, o sea que agradezco mucho que haya llegado a nuestro camino.”

¿El día de hoy fue un día muy especial, tanto para Lucía como para vos también?

“Sí, sin dudas. Venía como abierta a la experiencia de lo que podía pasar. Venía también con Sofía, que es otra autora de la editorial, de Paysandú, y vinimos juntas compartiendo la ruta y hablando de Lucía, porque las dos la conocemos así, profundamente, y ya veníamos como conmovidas de antes. Cuando llegué acá, lo que experimenté fue como un amor inmenso que estaba inundando el lugar. Sin duda, el amor de ella, el amor de todo lo que ella crea en su entorno.

Pero lejos de ponerme a llorar como pensé, lo que sentí fue mucho amor, como que algo me abrazaba de amor. Y esa es una experiencia que es difícil de transferir con palabras, pero que se vive muy profundamente en el cuerpo. Hermoso.”

Hoy a la tarde, en la barbacoa del Hotel Aguasol en Termas del Daymán, se llevó a cabo el lanzamiento del libro de Lucía D’Angelo: «Mis ojos no eran míos». Llegó el día.

“Sí, increíble. Un día de lluvia como todos los días importantes de mi vida.” Así comenzamos la nota con Lucía D’Angelo.

¿Qué emociones sentiste hoy? ¿Nervios, ansiedad?

“No, ni una ni la otra. Disfruté mucho. Disfruté. Fue algo en lo que trabajé mucho tiempo, desde la construcción del libro hasta también el armado de la tarde de hoy. Creo que se fue dando con mucha liviandad, pero con mucho pienso también detrás.”

Muy acompañada de la familia y los amigos.

“Sí, vinieron mis papás desde Paysandú, mi hermana, mis amigos, Cala y Wendy. Estoy muy contenta de las personas que vinieron y que se hicieron este ratito para compartir.”

«Mis ojos no eran míos» forma parte ya de tu vida.

“Sí, ahora es más parte de la vida de quien lo encuentre. Ya no lo siento tan mío, obviamente que sí, pero ya es del resto, es compartido.”

¿Qué te gustaría que la gente que estuvo hoy se lleve, en una tarde de mucha emoción?

“Creo que salió con la naturalidad también que traen las cosas. Malia Ferrer, la dueña de la editorial ‘Libros que aman la vida’, me comentaba al principio, porque no habíamos organizado nada, y le dije: ‘No, la espontaneidad, lo que salga’. Y las preguntas creo que fueron llevándonos a reflexionar desde distintas perspectivas.

Y nada, me gustaría que se lleven eso. A veces, la necesidad nos va moviendo, y a veces no nos hacemos el tiempo de mirar hacia dentro, de mirarnos, y de que eso también nos ayude a mirar nuestro entorno desde otro lugar y con otros ojos.”

Presentaste al principio un video de Cala muy emotivo.

“Sí, la idea fue poner la voz de Cala hoy, como la tiene en la mitad del libro. Reflejé en el texto que mostró el video la invitación que ella nos hace a recorrer su historia. Y parte fundamental no solo del libro, sino también de mi vida.”

¿Qué se viene? ¿Nuevos proyectos?

“Sí, estoy trabajando en una novela que tiene un poco más de ficción, que está bastante lejos de lo que fue este libro, un poco más autobiográfico. Pero es un desafío también a la hora de crearlo. Hay que sacarse un poco el chip e ir descubriendo nuevas cosas, pero me parece que eso es lo interesante también.”

En una frase, para culminar: ¿qué nos podés decir de todo lo que has vivido?

“Que la vida es mucho más inmensa cuando nos animamos a transitar todo lo que nos trae desde un lado más consciente y más calmo. Que si podemos atravesar el dolor con luz, vamos a poder llegar a un final mucho más amoroso y nos vamos a dar la oportunidad de ver los regalos que nos van llegando.”

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