El «Turco» Apud tuvo las cosas en claro. En la semana pasada desde Montevideo, transmitió la idea: «viajamos el viernes al mediodía y esa noche la pasaremos en Salto. Queremos llegar en condiciones. Le damos a esta Copa la importancia que tiene. Vamos a dar lo que tenemos que dar, a partir de los jugadores que serán definidos para ser titulares, sabiendo que el Campeonato Uruguayo es la prioridad».
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El DT supo de tiempos de arquero, sobre todo en Sud América, hasta que le llegó el turno vigente: ser uno más en la conducción. Apud es de los que se encasilla, «en los entrenadores de la nueva generación», donde las variables no faltan y la acentuación estratégica tampoco.
Boston River vino, ganó y venció, dejando marcada a fuego la propiedad general que al equipo no le faltó, haciendo lucir a un tal Kévin Rodríguez de solo 17 años y que es goleador en el área juvenil de Boston. Metió dos goles y su amenaza fue permanente. Registra más de 30 en lo que va de la temporada. Se apega a la técnica en espacios reducidos, pero sobre todo, la generosa pasión del gol. Se ve que lo tiene entre ceja y ceja.
CÓMO GANARLE A ESE EQUIPO
Esta vez para Universitario, la copa Uruguay pasó como estrella fugaz. Un partido jugado y la eliminación consumada. Emilio Silva volcó en cancha la mejor integración posible, pero la consecuencia partió en dos direcciones: 1) la superioridad del rival en todos los planos. 2) la disminución potencial de Universitario, desde lo individual al peso natural de su estructura esta vez expuesta a vacilaciones sistemáticas.
No defendió bien y atacó mal. Así de simple.
Boston River fue la otra cara de la moneda: modelador de una idea táctica en función de estos tiempos, donde la movilidad es clave para romper cerrojos y lo que supuso argumentos de mitad de cancha hacia arriba. Boston fue dejando la huella.
Y cabe preguntarse, Universitario: ¿cómo ganarle a un equipo que jugó mejor a partir de potenciales aptitudes que lo decoraron siempre?
¿Hay que recalar en la distancia entre un equipo profesional y otro amateur?: tal vez.
Es inevitable. Pero la sensación quedó latiendo: Universitario fue menos de lo supuesto.
¿Por tanto Boston o porque la versión roja original del Campeón del Interior faltó a la cita? Esa es la cuestión.
-ELEAZAR JOSÉ SILVA-
