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domingo, 8 de junio de 2025
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Salto

Comencemos por el principio

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Diario EL PUEBLO digital
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Cuando escuchamos los planes y las inversiones que se prevén para Salto y la región, nos queda un sabor amargo. Es que todo apunta a sacar rédito de las condiciones naturales que ofrece Salto y la región, pero nadie habla de las condiciones ambientales que de acuerdo a todas las perspectivas serán lamentables en un futuro no tan lejano.
Claro está que trabajar para mejorar el ambiente y las condiciones ambientales no rinde votos, no al menos en el corto plazo y quizás allí radica el desinterés.
Pero veamos, no queremos ser agoreros de tiempos difíciles y lamentables para las futuras generaciones, pero tampoco pretendemos ignorar la realidad.
Analicemos la situación. Comencemos por la tierra, cada vez más contaminada de nylon y de herbicidas que nos proporcionan alimentos para hoy, pero probablemente sean las causas de enfermedades y otros males en el futuro, porque sus residuos van a parar invariablemente al agua.
No olvidemos que somos lo que comemos y al mercado no le importa como se produce, sino el aspecto exterior de las frutas y las hortalizas que consumimos.
En suma todo indica que hay un franco deterioro de suelo que nos proporciona gran parte de los alimentos.
El agua amenazada y contaminada al punto tal que cada vez vemos que se vende más agua “natural” envasada, debido a que la contaminación la ha vuelto casi intomable al agua que proporciona OSE.
A nadie parece importarle que la enorme cantidad de nuestros desperdicios sean sumergidos en el agua, “total no se ve nada” (salvo cuando hay bajantes pronunciadas, parece ser la filosofía de quienes arrojan al agua todos sus desperdicios, cuando no hasta sus inmundicias.
El aire, merece un capítulo aparte. Muchos de nosotros tenemos la convicción de que si destruimos algo, nylon, plásticos y similares, estos materiales dejan de existir y por lo tanto eliminamos el problema.
Nada más errado los gases que despide la combustión de estos materiales van a la atmósfera y no solo deterioran a ésta sino que muchas veces, la atmósfera mismo se encarga de devolvernos estos contaminantes en forma de “lluvia ácida”, capaz de terminar con toda la vegetación que alcance.
Cuando vemos que se reúnen voluntades para generar proyectos y otras obras que supuestamente nos van dar mejores condiciones de vida, mayor confort y mayores posibilidades para la gente de la región, nos preguntamos estaremos en el camino acertado.
Honestamente tenemos muchas dudas.
A.R.D.

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