El Frente Amplio debate la unidad mientras el oficialismo apela a la negociación
El ambicioso proyecto de fideicomiso por hasta 2500 millones de pesos, impulsado por el Gobierno de Salto, continúa generando intensos debates y posicionamientos políticos. La necesidad de alcanzar una mayoría especial de 21 votos en la Junta Departamental obliga a la Coalición Republicana a buscar acuerdos fuera de sus filas, apuntando directamente al Frente Amplio (FA). Sin embargo, a varias semanas de la presentación de la solicitud, la principal fuerza opositora mantiene una deliberación interna que aún no arroja una postura unificada, mientras desde el oficialismo apelan a la «responsabilidad» y la «oportunidad de negociación».
La postura personal de Furtado: «Un cheque en blanco»
El coordinador de bancada del Frente Amplio, Mario Furtado, fue tajante respecto a su visión personal del asunto. Sostuvo que, si bien la decisión final será de «la fuerza política» y debe involucrar a las bases y comités, él tiene «una decisión muy firme de no acompañar«.
Furtado fundamentó su negativa en el trato recibido por parte del Gobierno departamental. Expresó sentirse «llevado puesto» por la administración. «Por cómo se han portado con nosotros y las maneras que han actuado… se han portado muy mal«, sentenció. Indicó que «arrancaron muy mal» y «pasaron por arriba en todo«, motivos por los cuales se resiste a lo que consideró sería darles «un cheque en blanco«. Aunque el edil aclaró que el tema está «difícil«, su postura marca un punto de visión en la interna frenteamplista.
La búsqueda de «unidad política»
En una línea más institucional, el presidente del FA en Salto, Luis Alonso, buscó bajar el tono a las posturas individuales y enfatizó el proceso colectivo. Alonso aseguró que están «procesando el tema« y que van «bien encaminados a tomar una posición de unidad política«.
Este proceso, que según el presidente del FA «comenzó hace ya casi 3 semanas«, busca sintetizar todas las discusiones internas. Alonso remarcó que, finalmente, «la dirección del FA tomará una definición« y subrayó que «esa definición será para todos y todas«, enviando un mensaje claro sobre la disciplina partidaria una vez que se laude el tema.
Los rumores de votos disidentes
Una consulta obligada a los referentes frenteamplistas fue sobre los fuertes rumores que indican que el oficialismo ya tendría asegurados los 21 votos, incluyendo el apoyo de ediles del propio Frente Amplio.
Luis Alonso desestimó estas versiones, afirmando que «a nosotros no nos consta«. Argumentó que esos rumores «se manejaron al principio del proceso» pero que «han quedado atrás» a medida que avanzó la discusión interna del FA.
Por su parte, el edil Juan Pablo Rocca, quien semanas atrás había adelantado a El Pueblo la intención de votar en bloque, reconoció la existencia de las versiones. “Vos sabés que desde el día uno nos lo dicen”, admitió. Sin embargo, Rocca interpretó estos trascendidos como «parte del juego para presionar« y forzar una definición.
Rocca fue enfático al negar que haya fisuras orgánicas: «Dentro del frente nadie expresó de momento de forma orgánica… nadie expresó que está a favor«. Aseguró que «nadie dio argumentos para votar a favor» y que continúan trabajando «en consenso y escuchándonos«, por lo que «de momento» no existe tal situación de votos asegurados para el oficialismo.
La visión oficialista: «Oportunidad de negociación»
Desde la otra vereda, el coordinador de bancada de la Coalición Republicana, Facundo Marziotte, confirmó que están en diálogo con la oposición, aunque reconoció no tener clara su postura final. Marziotte planteó que «el mejor mensaje para Salto sería que se aprobara de forma unánime«.
El edil oficialista explicó el estado actual del trámite: la solicitud fue a la Junta, derivada al Tribunal de Cuentas, y a su regreso, ingresará a la comisión integrada de Hacienda y Legislación.
Marziotte defendió la necesidad del fideicomiso para realizar «inversiones que no se hicieron durante tanto tiempo« y que son esenciales para el desarrollo de infraestructura.
Lejos de confrontar, Marziotte extendió un puente hacia la oposición, calificando la instancia como una «oportunidad de negociación«. Sostuvo que el FA puede proponer «cuestiones que entiendan que sean positivas para el departamento» e incorporarlas al proyecto.
Finalmente, Marziotte planteó el dilema en términos drásticos: «Estamos en una cruz de camino… o desarrollamos o hacemos las cosas que hay que hacer… o nos quedamos estancados como estamos«. Concluyó apelando a la responsabilidad de la oposición para que «sea parte de ese crecimiento«, una movida que busca sumar voluntades para destrabar los 21 votos necesarios.




