
Los tormentosos tiempos de Ceibal, a partir del juego disputado frente a Universitario, en el marco de la quinta fecha. Fue el partido pendiente y en la noche de aquel miércoles, la suspensión llegó a partir de la decisión del árbitro Fernando López.
Denuncias, expulsiones, resoluciones del Tribunal de Penas y como consecuencia de ello, los dos años de sanción para el capitán Fabio Rondán. A los pocos días el Tribunal Arbitral se pronunció y en su cuestión medular, se le restan dos puntos a Ceibal en esta temporada y un punto en el 2024.
Pese a esa tormenta adversa, el equipo de Juan Darío Rondán, conserva envidiable posición en la tabla: los 19 puntos que implican sólo una distancia de tres puntos en relación a los punteros Universitario y Ferro Carril (21).
LA DUDA MARCADA
Al día siguiente de revelarse el fallo del Tribunal, se ahondaron las especulaciones en Ceibal, con broncas y decepciones. Era posible que ayer a la noche se realizara una asamblea de socios para adoptar posición: NO ASISTIR AL PARTIDO ANTE SALTO NUEVO o CONCURRIR A LA ZONA DE INFLUENCIA PERO NO INGRESAR AL ESTADIO.
Finalmente se decidió que la asamblea no se cumpliera y la decisión-exhortación es una: QUE LOS HINCHAS DE CEIBAL VAYAN Y ALIENTEN LA CAUSA DEL EQUIPO. Hubo quienes en Ceibal claramente apuntaron a radicalizar la medida, a extremarla, pero finalmente imperó un pensamiento: «a los jugadores no los dejamos solos, y por eso estaremos como siempre»