Carlos María Cattani – conocido como “Camaca” nació en Salto, el 20 de diciembre de 1954, en el viejo Hospital del barrio Almagro. “Mi familia, numerosa, era de por allí, calle abajo por calle Piedras (Las Piedras, al 400), pleno Barrio Lazareto. Y sin embargo, yo no viví allí, porque tras nacer, a mi madre la tuvieron que operar, y había una hermana, un año mayor que yo (Ana Rosa), mi madre no nos podía cuidar a los dos juntos, además tenía tres hijos más, (Elbio Anibal, Edison Enrique y Jorge Luis) que eran relativamente chicos.

A mí me criaron unos tíos, Carlos
Roux y Carolina Cattani a los que
yo siempre llamé papá y mamá, los
sentí así de verdad y el desvelo y
amor que ellos pusieron en mí, fue
lo mejor que me pasó en la vida. Fui
a la Escuela N° 2 Etelvina Migliaro,
la Escuela Migliaro como todos la
conocían. Hice mis años liceales en
el Liceo de la Zona Este, en el viejo
galpón donde hoy está El Shopping.
Recuerdo que en aquellos años nos
decían en forma despectiva “los
galponeros” y nosotros éramos
orgullosos de serlo. No completé
mi ciclo estudiantil allí, y de buenas
a primeras me fui a Buenos Aires a
trabajar y cuando regresé terminé
el liceo en el Nocturno”.
g – ¿Cómo fue su niñez y adolescencia?
- “Crecí en un hogar de trabajadores donde el hambre nunca pasó porque sin sobrarnos nun-ca nada, ellos luchaban a brazos partidos para que la olla humeara todos los días. En esa in-fancia en el barrio Midland, ese de la Estación Midland, viviendo en calle 8 de octubre al 1900, entre 1° de Mayo y Blanes, guardo gratísimos recuerdos. Amigos, campito, fútbol, figuritas, trompo, bolitas, andador, maneros, chanta y cope. Chatas de rulemanes, bicicletas, mucho cine, generalmente al Cine Plaza o al cine Sal-to. Por esos días llegaron mis hermanas, María Celeste Roux Cattani y Mariana Margarita Roux Cattani, y conformamos los cinco dedos de una mano, la llamamos familia, mano alegre, gene-rosa, llena de vida. De esos años fueron los pri-meros febreros mirando con ojos de niño asom-brado, el reino de Momo. De día nos tiznábamos la cara y salíamos a tocar por el barrio, dábamos la vuelta manzana y en más de una oportunidad nos convidaron con jugo de naranja y tortas. Re-cuerdo las Bidú que nos servían en la casa de los Galluzzo. Yo tocaba un redoblante que era una lata de dulce de batata. De noche íbamos a la Plaza de Deportes a ver pasar el carnaval, el más lindo de Salto y del mundo, inolvidable.
g -¿CÓMO FUERON SUS PRIMERAS EXPERIEN-CIAS EN LA COMUNICACIÓN Y EL PERIODISMO? “Mi maestra de cuarto año, Hortensia Realini, me incentivó a escribir, que hiciera redaccio-nes y que contara historias. A eso sumo que nosotros recibíamos todos los días de parte de los vecinos Machungo Rodríguez y Coca Soto, los diarios del día anterior, El Pueblo, La Pren-sa, Tribuna Salteña, La Mañana, El Día, El País. Ansioso esperaba el “buen día” de Coca, en el murito y salía corriendo para recoger esa mon-tañita de diarios. Como todos, empezaba mis lecturas por la contratapa, por el deporte. Los días en que no salían los diarios, en un cuader-no, yo me inventaba mis propias crónicas de-portivas, donde los ídolos eran los gurises del barrio.
g -LAS REVISTAS LITERARIAS
“A esa altura de mi vida, a fines de los años se-tenta, devoraba libros, música, y escribía.
veces le daba algunas “notas” a mi primo Car-los Díaz Cattani, que él publicaba en el Diario El Pueblo, a veces como carta a los lectores. Carlos Díaz generosamente lo hacía y me aconsejaba. A fines de los setenta y comienzo de los ochenta conformamos un grupo literario y publicábamos nuestras revistas subterráneas. El Plebiscito de 1980 y Las Elecciones Internas de 1982, me mar-caron y me dieron la certeza para escribir de lo que pasaba, de tener voz, de anhelar un país con todas las libertades”.
g -EL DIARIO Y LA RADIO
“En el año 1984, comencé a trabajar en Diario Cambio. Yo vendía quiniela en la puerta de la pe-luquería de Pepe Lanzieri, al lado de la Escuela N°8, cuando pasa un día Miguel Motta Aguirre y me dice que en el nuevo diario precisan un cro-nista deportivo. Voy hablar con el Jefe de De-portes, Rubén Silvestre y me pide que le escriba un comentario de un partido, una nota y otro comentario de otro deporte que no sea futbol. Lo hice, le gustó y ya el domingo me mandó a la cancha. Pasé de una semana de colgarme al alambrado para gritar los goles de Ferro Carril a comentar partidos. En el año 1985 asumió Mil-ton Ciol como Jefe de Deportes y se dio un caso que me emocionó muchos años después cuan-do me lo contó. Me dijo Milton que lo primero que le pidieron fue que redujera la plantilla de periodistas deportivos, porque éramos muchos y resultaba costoso para el diario. “Vos estabas entre los que tenía que sacar, y no lo hice, por mi gran amistad con tus hermanos, Daniel y En-rique, compañeros en Diario El Pueblo. Decidí darte una oportunidad, si eras bueno, quedabas y sino te ibas como lo demás”. Desde 1984 al año 2002 cuando me fui a Dolores trabajé en varias secciones de Diario Cambio, gracias a Milton.
La de Cultura fue la más difícil, porque la es-cribían tres monstruos, Ramón Lanzieri, Mi-guel Motta y Tabaré De Souza, pero la saqué adelante.. En 1984 y 1985, en Radio Cultural, mi primera experiencia fue en un programa de Democracia Avanzada, junto a José Soto. Leíamos comunicados, opinábamos y recibía-mos compañeros. Era un espacio contratado. Estando José, él conducía, era docente una labia bárbara. Cuando yo quedaba solo leía las editoriales de La Hora, en un tono que parecía que era yo que reflexionaba, tanto es así, un tío comentaba en familia, “que bien que habla Carlitos”.
Después hice en radio, programas de baby fútbol, de cultura, de carnaval, de actualidad. Uno de los periodistas deportivos al que me gustaba escuchar era Aceré Francisco Eche-verz, “El flaco”. De chico lo veía pasar por mi casa de la calle 8 de octubre junto a Don Ra-món Fonticiella hablando de fútbol. En 1984 en adelante coincidíamos en jornadas do-mingueras, él era muy del Estadio Dickinson, después estuvimos en la creación de APC y en esos mismos años, dos o tres veranos, el Maes-tro Hugo Rolón me contrataba para hablar en “La mañana en Tabaré” de carnaval, dándome el privilegio de compartir un programa junto al propio Rolón, a Aceré Francisco, a Enrique Fermín Soler, Daniel Beppo, a veces, Corina Acuña, otras, era un deleite.
g -¿EL MICRÓFONO O EL PAPEL?
Para mí ha sido – y es- una enorme fortuna la de poder ser parte de los comunicadores, de apren-der el oficio. Mi esencia es la escritura, el papel,
como ahora, internet, lo virtual. Me siento más creativo, me acerca más a la poesía y fue lo que siempre quise hacer, escribir.
La radio es otro universo, otra magia, y juega mucho la voz. Yo no tengo voz de radio, pero lo que me han dicho siempre es que transmito cosas que llegan profundo a los oyentes. Sé que muchas veces quiero dejar un mensaje y no lo logro con palabras, entonces pongo una canción que me resume el pensamiento y eso acerca más a la gente. Finalmente digo, soy más del papel, pero, la radio te transporta y te lleva por luga-res impensado. Que te digan por el Facebook te
uché con la barra en Nueva Jersey, mirá, te mandamos saludos desde Mallorca, estamos en Australia, somos un grupo de veteranos que hace años estamos aquí, ya somos medio can-guros”. Eso te emociona.
g -ANÉCDOTAS
“Decenas de ellas, desde el asombro de una llegada de Federico Moreira a Salto luego de ganar una Vuelta del Uruguay. Subimos al óm-nibus que lo traía, en Guaviyú, me senté a su lado y le hice una entrevista, de esas del mo-mento, común. Lo asombroso fue el ingreso a la ciudad, miles y miles de personas en las calles, la caravana avanzaba lentamente, el entusiasmo de la gente, la idolatría, la felici-dad de un pueblo entero saludando a su ído-lo. Después de las otras, la de verme envuelto en situaciones tumultuosas, sin querer. Un día muy frío, en el Merazzi me siento junto a Tony Suetta, en su auto. Tony era parte de un equipo deportivo de radio. Jugaban Nacional y Cerro y el ánimo estaba caldeado entre los vecinos de barrios. Por allá se arma de empu-jones en la cancha y Tony dice, “el que inició el lio fue un jugador de Cerro”. De la tribunita se levantaron como con un resorte hinchas de Cerro, rodearon el auto, lo empezaron a sacu-dir, nosotros adentro, y nos gritaban, “repetí quien inició el lío, repetí”.
g -COSAS GRATAS, COSAS INGRATAS DE LA PROFESIÓN
Por suerte, para mí, tiene cosas más gratas que ingratas la comunicación. Te da el privilegio de ser testigo de muchas cosas, acceder a tantas otras, conocer a figuras nacionales, internacio-nales. La amistad entre colegas, la solidaridad de los colegas que van desde datos, audios, y cuando te ocurren percance tan comunes y habituales cuando no te sale una grabación, te falta una foto, un nombre, y más de uno te dice “yo te lo paso”.
En el comienzo de la pandemia, en medio de la incertidumbre un día llegan a casa Juan Román y José Díaz y nos dejan una bolsa llena de ver-duras, en nombre de APC, esos gestos son im-pagables, te emocionan, realmente.
En Salto no se da, por suerte, pero en otros la-dos hay mucho de periodismo de periodistas, y eso me desagrada. Tampoco me gusta, pero hay que aceptarlo, cuando algunas personas te ponderan, te ponen en un pedestal, te cantan loas, y tiempo después, esas mismas personas, te crucifican, meten a todos en una misma bol-sa y resultan los periodistas los más indesea-bles del mundo, “Todos son iguales y ni siquiera estudiaron para periodistas”, “no saben nada y hablan”. Eso me duele, no por mí, porque siem-pre hice cursos, fui a charlas, a clase, y tam-bién he leído libros de periodismo, manuales de Agencias Internacionales y trato de seguir aprendiendo.
g -EL ESCRITOR, EL POETA, EL MURGUISTA “Son tres facetas de mi vida, que en definitiva apuntan a la comunicación, “Escribo para que me quieran más mis amigos”, decía García Már-quez, y es verdad, porque uno en la comunica-ción uno da y pide cariño, aunque no se note. Tengo escrita un par de novelas, cientos de cuentos, poemas, que de tanto en tanto vuel-vo a leer, y algunas cosas mantienen vigencia, otras fueron producto de un tiempo y ya las dejé de costado. Poemas y cuentos han sido publicados en México, Cuba, España y Australia, También algunas canciones escritas, sobre todo las de repertorio de murgas, también an-dan por esos lugares, en algunos colectivos de salteños desparramados por el mundo. Participe en murgas Falta la Papa, Jaque Mate, Errante y Bohemia y en el Grupo debutaca. Tam-bién desfile en una recreación de los Pelotaris, obtuve tres primeros premios y tres segundo premios en mi participación en concursos de murgas. Mi mayor premio fue escuchar a la gen-te cantar mis canciones, eso no tiene precio Tuve un blog en Diario Clarín de Buenos Aires que fue muy visitado, después desaparecio
como el de otros muchos cuando los neutralizó un virus informático. Pero si uno busca Camaca Herald en google, o Camacadas, aparecen con las cosas que escribí. También escribí páginas de humor, “La Página Distraída”, “El Dengue Autóc-tono”, “Humorlandia”, “Humoris causa”.
Proyectos periodísticos he participado en mu-chos, desde los tiempos de las revistas litera-rias que le poníamos un nombre distinto en cada edición, a manera de homenaje a tantas revistas que luego de un número o dos desa- parecían en aquellos tiempos oscuros. La que más duró fue Trilce, que hicimos con Ramón Lanzieri, Daniel Pavelesky, Carlos Giménez, Os-car Berniz y en donde escribía también, y muy bien, Gustavo Chacho Chiriff, hoy Secretario General de la Intendencia. He tenido progra-mas de carnaval en radio y en televisión, con los que he ganado premios y reconocimientos. Un Tabaré en 2010, por ejemplo. En Soriano gané una vez un premio a mejor página depor-tiva, y era yo el cronista, el fotógrafo y quien redactaba y planificaba lo que iba”.
g -UNA REFLEXIÓN VINCULADA A LOS MO -MENTOS QUE ESTAMOS VIVIENDO
“Sin dudas que duele, la agresividad, la grieta que no es sólo política, y las tierras del todo vale, donde crecen esos frutos malignos de la discor-dia. Se pierden valores cada día. Me preocupa la falta de trabajo, el poco avance en diferentes campos, el hablar, prometer y no cumplir. Me asombra la falta de memoria de muchos, la con-fusión de fechas, lo de atribuirle a uno cosas que hicieron otros el seguir dando como ciertas, co-sas que fueron probadas que no eran así.No sé si hay cosas que me resbalen, si sé que todo lo que haga, desde lo más insignificante a lo que pue-da tener trascendencia lo hago con esmero, con amor y pensando, siempre entregar lo mejor a los demás. Soy una máquina de hacer proyectos, pero son de difícil concreción, porque siempre prima lo económico. Yo he pensado muchas ve-ces que si tuviera productores como en Monte-video o en las grandes capitales, que cubrieran los costos haría muchas cosas. Me siento que-rido, como comunicador, como persona y en lo artístico. La audiencia me ha dado respaldo, los lectores y los televidentes, porque siempre le he brindado trabajo con dignidad.
Muchas caminando con mis hijos, cuando eran más chicos, mucha gente me saludaba, daba gri-tos, decía un chiste, lo que sea. Ellos me decían, papá todo el mundo te conoce. Y yo les respon-día, eso quiere decir que soy una buena persona, porque si no lo fuera, nadie me saludaría. Sobre cosas que jamás negociaría desde mi lugar de comunicador, hacer algo que no va con mi forma de pensar, de vivir. Por ejemplo que me quisieran pagar para decir algo mal de alguien, mentir so-bre determinadas realidades. En mis programas cualquiera puede decir lo que quiera, incluso ha-blar en mi contra, es libre, yo difundo, no opino. Cada uno se hace responsable de lo que dice”.
g -UNA REFLEXIÓN FINAL PARA COMPARTIR CON LOS LECTORES DE EL PUEBLO…
“Aquella que dice que mientras la tierra gire, nadie podrá detener al nuevo día. Y yo creo que el nuevo día vendrá, y será mejor para todos y entonces como dijo Artigas será de la pública felicidad y seguramente los más infelices serán los más privilegiados, yo simplemente aspiro a que no haya infelices y no haya privilegiados, que todos tengamos el privilegio de vivir”.